Alonso Gil reflexiona en una muestra sobre la funci¨®n social del arte
La Galer¨ªa DV presenta 10 ¨®leos y un v¨ªdeo del autor extreme?o
A Alonso Gil (Badajoz, 1966) no le interesa la est¨¦tica, aunque sea pintor. 'Creo que el arte tiene una funci¨®n social', dice. La suya no es una reflexi¨®n te¨®rica. Gil radiograf¨ªa la sociedad contempor¨¢nea, sobre todo sus sectores m¨¢s marginales, a trav¨¦s de sus lienzos, v¨ªdeos y fotos. Presos y prostitutas forman parte del universo pict¨®rico de este artista que expone desde hoy en la Galer¨ªa DV de San Sebasti¨¢n.
La muestra, la primera que Alonso Gil realiza en el Pa¨ªs Vasco, resume en 10 pinturas y un v¨ªdeo el universo pict¨®rico de este artista. ?Social y comprometido? 'S¨ª', responde. 'Trabajo con la realidad que me rodea'. Lo hace porque cree firmemente en que el arte tiene una funci¨®n social y puede contribuir a cambiar las cosas, sobre todo en un momento como ¨¦ste, en el que 'nadie cree' que la pintura o la escultura 'puedan mover nada salvo las cuentas bancarias'.
Gil sabe que 'el arte depende tambi¨¦n de la bolsa, como todo', que 'es una mercanc¨ªa, un valor de cambio que se emplea para blanquear dinero negro'. Pero no le cuesta admitir que lo asume, que es el precio que debe pagar para 'poder hacer otros cuadros' sociales, como los que presenta en la Galer¨ªa DV (San Mart¨ªn, 5).
La exposici¨®n descubre a un artista con dos caras. La primera es figurativa, con rasgos expresionistas y casi reducido al blanco y un negro verdoso. La segunda se presenta abstracta y extremadamente colorista. Es en sus lienzos realistas donde su vocaci¨®n social se hace m¨¢s evidente.
Visi¨®n optimista
En uno de ellos retrata a unos presos de la c¨¢rcel de Badajoz que sostienen un p¨¢jaro entre sus manos como 'met¨¢fora de la libertad'. Una visi¨®n optimista asoma en todas sus obras. Habla, por ejemplo, de la prostituci¨®n, pero escoge para ello a una mujer que ha escapado ya de ese mundo.
Gil presenta en esta sala sus obras m¨¢s recientes, todas realizadas este a?o. Pero el contraste entre ellas es tal que parecen pertenecer a periodos distintos. Sus obras abstractas son una explosi¨®n de color, donde el artista explora las posibilidades que le brindan los nuevos medios tecnol¨®gicos. Pero son paisajes psicod¨¦licos, explica. 'Es como si fueran mis vertederos mentales'. Gil, que ha expuesto en Alemania, M¨¦xico y Nueva York, comenz¨® a trabajar con el ordenador hace tres a?os y ahora fluye todo lo que puede. 'Me gusta que se me vaya la cabeza con las herramientas' inform¨¢ticas, dice. En un caso, retrata a 'Bin Laden disuelto en la trama de los medios de comunicaci¨®n'.
El artista estudi¨® Bellas Artes., pero, cansado de 'lo tradicional', decidi¨® dar una vuelta de tuerca a la realidad a trav¨¦s del arte. Este empe?o queda tambi¨¦n plasmado en un v¨ªdeo sobre el barrio marginal de las Tres Mil Viviendas de Sevilla y 'un ploteado' de la famosa foto de Felipe Gonz¨¢lez de comida campestre con otros socialistas.
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