Chomsky e intelectuales propalestinos, v¨ªctimas de falsos correos electr¨®nicos
Para el c¨¦lebre ling¨¹ista se trata de una campa?a entre infantil y estalinista
La denuncia se ha producido en la versi¨®n digital de The Nation, una de las publicaciones de m¨¢s prestigio de Estados Unidos, caracterizada por su independencia de criterio y su no alineamiento con las tesis oficiales de la Administraci¨®n norteamericana.
El modus operandi de quienes han desatado esta campa?a consiste en robar la identidad electr¨®nica de personalidades de prestigio. Lo hacen sobre todo a partir de los datos que obtienen en listas de correo o grupos de noticias. Tras franquear la puerta de atr¨¢s de determinados servidores de correo y realizar manipulaciones de c¨®digo no demasiado complicadas para expertos inform¨¢ticos, utilizan a su antojo la direcci¨®n de correo electr¨®nico y el nombre de aqu¨¦llos a quienes quieren desacreditar, seg¨²n denuncia Nigel Parry, cofundador del sitio Electronic Intifada.
As¨ª, a miles de activistas acostumbrados a recibir comunicaciones favorables a su causa por parte de ciertos l¨ªderes de opini¨®n, ahora les llegan en su nombre puntos de vista falseados o incluso exabruptos insultantes del tipo: 'Amo a Adolf Hitler'.
'Hay una horrorosa cantidad de material circulando en mi nombre que es totalmente infecta y que yo no he escrito', se quej¨® recientemente Noam Chomsky, ling¨¹ista del Instituto Tecnol¨®gico de Masachusets (MIT, en ingl¨¦s) y uno de los cr¨ªticos m¨¢s destacados de la pol¨ªtica de la Administraci¨®n de Bush.
En su opini¨®n, se trata de una campa?a 'entre infantil y estalinista', recrudecida de forma notoria en los meses de septiembre y octubre.
Otro de los afectados es Francis Boyle, profesor de Derecho en la Universidad de Illinois, ex directivo de la ONG Amnist¨ªa Internacional en Estados Unidos y destacado militante de la causa palestina.
Seg¨²n recoge la publicaci¨®n The Nation, tras regresar de sus vacaciones de verano se encontr¨® con su buz¨®n de correo electr¨®nico literalmente inundado con 55.000 mensajes, la mayor parte de los cuales eran del tipo retorno-al-remitente. El hecho es que alguien hab¨ªa venido utilizando su direcci¨®n y su nombre para efectuar un spam masivo con el siguiente mensaje: 'Ver en los peri¨®dicos que civiles de Afganist¨¢n y de la Franja de Gaza son asesinados por tropas americanas e israel¨ªes ya no me produce ninguna preocupaci¨®n'.
Rutas intrincadas
Otro de los m¨¦todos utilizados en la campa?a, que usa cibercaf¨¦s como punto de partida y recurre a rutas intrincadas formadas por servidores de todo el mundo para que se pierda la pista del remitente, consiste en colarse en determinados correos y alterar su contenido.
Una de las v¨ªctimas de esta variante fue Mazin Qumsiyeh, destacado profesor de Gen¨¦tica en la prestigiosa Universidad de Yale y miembro de Al-Awda, la coalici¨®n internacional que defiende el derecho de retorno a su tierra de los miles de palestinos exiliados.Seg¨²n denuncian las v¨ªctimas, los promotores de esta campa?a de acoso cibern¨¦tico ya han empezado a lograr sus objetivos: el miedo a comunicarse mediante correo electr¨®nico se ha extendido y son ya muchos los que han cancelado su suscripci¨®n a listas de correo como las de Free Palestine o de Al-Awda.
A su vez, estas listas han sido objeto de masivos spams a lo largo del mes de octubre, hasta dejarlas totalmente inactivas por saturaci¨®n de sus buzones de entrada.
El infortunio se acent¨²a si se tiene en cuenta que, como denunci¨® Edward Said en mayo en la propia The Nation, este tipo de medios son, hoy por hoy, la ¨²nica conexi¨®n con sus valedores en el exterior que les queda a los habitantes de los campos de refugiados o de los asentamientos palestinos ocupados por Israel.
El recurso al chat, los grupos de noticias o los warblogs (una versi¨®n de los tradicionales weblogs centrados en discusiones sobre la guerra que proliferan tras el 11-S) estaba alcanzando una dimensi¨®n considerable entre los partidarios de la causa palestina en todo el mundo, algo que esta campa?a de suplantaci¨®n pretende cercenar.
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