'Shake' recrea el mundo de William Shakespeare
El montaje que dirige Dan Jemmett revela la energ¨ªa creativa del actor espa?ol Antonio Gil
El actor Antonio Gil es un fen¨®meno curioso dentro del teatro espa?ol. Nacido en Barcarrota (Badajoz) en 1965, hoy es un solicitado actor de la escena brit¨¢nica, francesa, suiza e irlandesa. Hasta el 2 de noviembre se le puede ver en Madrid, en el teatro de la Abad¨ªa y dentro del Festival de Oto?o, con Shake, montaje franc¨¦s basado en Noche de Reyes, de Shakespeare, con direcci¨®n del brit¨¢nico Dan Jemmett.
Gil viene cosechando buenos comentarios por parte de los cr¨ªticos que le han visto trabajar en teatros europeos como el National Theatre, el Almeida, el Barbycan (todos ellos de Londres); el Theatre de la Ville, de Par¨ªs; el Vidy, de Lausana, o la Commedie, de Ginebra. La ¨²ltima vez que act¨²o en Madrid fue hace seis a?os con La calle de los cocodrilos, del Theatre de la Complicit¨¦. Tras publicarse las cr¨ªticas, el teatro Alb¨¦niz donde se representaba se vio desbordado por los espectadores que deseaban entrar, hasta el punto de que se llam¨® a la polic¨ªa. Con el mismo grupo, al que se considera uno de los grandes referentes del teatro contempor¨¢neo internacional, ha seguido trabajando estos a?os.
No obstante, no quiere seguir siempre as¨ª: 'Me planteo volver a Espa?a desde hace casi tanto tiempo como llevo fuera, con un proyecto que me permita ofrecer lo que he aprendido y reconciliarme, primero, con mi lengua materna, y luego, con mi cultura', dice Gil.
Su historia puede ser como la de otros actores espa?oles que deciden buscarse la vida metiendo la nariz en las mejores escuelas de interpretaci¨®n. La suya fue a parar, tras estudiar en Sevilla, a la escuela parisiense de Jacques Lecoq, donde estudiaron otros espa?oles como Jos¨¦ Luis G¨®mez, algunos miembros de Comediants y Els Joglars o Sergi L¨®pez. Luego acudi¨® con compa?¨ªas j¨®venes a los festivales de Edimburgo y Avi?¨®n, escaparates donde fue visto por directores que empezaron a solicitarle.
Desde entonces le parece lo m¨¢s normal del mundo trabajar en varios pa¨ªses y en diferentes idiomas, alternando su campamento base entre Par¨ªs y Londres, y actuando en televisi¨®n y en pel¨ªculas como Chocolate, del sueco Lasse H?llstrom, o el interrumpido largometraje de Terry Gilliam El hombre que mat¨® a Don Quijote.
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