Calidad mejorable

La Ley Org¨¢nica de Calidad de la Educaci¨®n (LOCE), aprobada ayer en el Congreso de los Diputados con los votos del PP y Coalici¨®n Canaria, ha sido tramitada con una rapidez inusitada y en medio de un debate crispado con la oposici¨®n y con buena parte de la comunidad educativa. La educaci¨®n afecta a la pr¨¢ctica totalidad de las familias, y los cambios, que siempre generan dificultades de aplicaci¨®n y efectos inesperados, deben hacerse con el m¨¢ximo consenso social para ser interiorizados por profesores y alumnos.

La LOCE no supone un cambio dr¨¢stico en la estructura general de la educaci¨®n no universitaria como el que supuso la LOGSE, pero contiene suficientes elementos sensibles como para que su promulgaci¨®n haya puesto en marcha bastantes alarmas. La introducci¨®n de una rev¨¢lida al tiempo que desaparece nominalmente la selectividad, el delicado asunto de los itinerarios y el tratamiento dado a la asignatura de religi¨®n han sido algunos de los aspectos m¨¢s criticados del proyecto. El martes salieron a la calle decenas de miles de personas para mostrar su desacuerdo con la ley, y es probable que se interpongan recursos de inconstitucionalidad.

La Ley de Calidad empez¨® se?alando algunos problemas reales surgidos de la aplicaci¨®n de la LOGSE. Pero las soluciones instrumentadas -tanto por su contenido como por la forma de imponerlas, minando la credibilidad de una comunidad educativa que soporta una enorme responsabilidad en condiciones sociales dif¨ªciles- no permiten ser demasiado optimistas sobre su eficacia.

El informe anual de la OCDE sobre educaci¨®n difundido estos d¨ªas vuelve a reflejar las carencias de nuestro pa¨ªs en la materia. El esfuerzo, medido en porcentaje del PIB, ha decrecido en los ¨²ltimos a?os, aunque ha aumentado el gasto por alumno, que es un dato relevante. La situaci¨®n es especialmente grave en el sector universitario. Pese al fuerte crecimiento econ¨®mico de los ¨²ltimos a?os, todos los indicadores sobre educaci¨®n e I+D -es decir, todos los relacionados con la creaci¨®n y transmisi¨®n de conocimiento- se han estancado o han retrocedido, y eso a pesar de que la distancia que nos separa de los promedios europeos es todav¨ªa muy grande.

Seguramente habr¨¢ muchos sectores en los que las cosas se han hecho bien y otros en los que se podr¨ªan haber hecho mejor, pero es en los campos de la educaci¨®n y de la investigaci¨®n donde se ha perdido una oportunidad de oro para hacer progresar a nuestro pa¨ªs en lo que de verdad importa para el futuro.