La LOCE vista desde una papelera
Alguien ha tirado los cuadernos, la agenda y los deberes de un ni?o llamado David Robles a una papelera de la calle de Enten?a esquina con Floridablanca. Puede que los haya tirado el propio David o alg¨²n familiar. Son del a?o pasado. Si est¨¢n en la papelera debe de ser, simplemente, porque el autor ya ha pasado a tercero. (Las madres de los ni?os enfermos o secuestrados por su padre biol¨®gico suelen guardar sus trabajos escolares.) Hurgo entre la basura, los recojo y me quedo con ellos.
En la primera p¨¢gina de la agenda escolar de David Robles hay un horario de clases sorprendente. Este ni?o curs¨® asignaturas como 'Oficina' y 'Cocina'. Si hacemos caso al horario, en su escuela (que no sabemos c¨®mo se llama ni si es privada o p¨²blica) dedicaron a la cocina y la oficina las mismas horas que a la lengua catalana o a la espa?ola: dos a la semana. Un esfuerzo culinario y oficinista de este calibre se paga, y no es de extra?ar que la tutora del ni?o, Lydia Mart¨ªn Serna, no pueda aplicarse todo lo que quisiera a la vulgar ortograf¨ªa. Por eso, en una nota que Lydia env¨ªa a sus alumnos (y que tambi¨¦n me encuentro entre los papeles) hay una falta algo descomunal. Les traduzco lo que pone: 'Antes que nada os deseo ?FELICES VACACIONES! Bien, pues, para que no os aburr¨¢is demasiado he pensado que podr¨ªamos trabajar un poquito m¨¢s y de esta manera no os olvid¨¦is de m¨ª: ?la supertutora!'. M¨¢s abajo, les enumera los libros para trabajar, que son obligatorios, y el lugar donde pueden comprarlos ( la cooperativa Abacus). La 'supertutora' ha escrito 'aborriu', con b, en lugar de avorriu, con v, as¨ª que esperemos que no sea tambi¨¦n la superprofesora de catal¨¢n o habr¨¢ que aplicarle la Ley de Calidad de la Ense?anza.
Los cuadernos escolares del ni?o David, arrojados a la basura, incluyen faltas de ortograf¨ªa descomunales de su 'supertutora' escolar
David apunt¨® en la agenda, sobre todo, los deberes pendientes. El d¨ªa 10 de octubre, por ejemplo, ten¨ªa que buscar en el diccionario las palabras celos, man¨ªa, rumor, amistad, amigo, criticar y rabia. El mi¨¦rcoles 30 del mismo mes tuvo que llevar 10 casta?as cortadas, 50 gramos de coco, 50 de almendras y 50 de pi?ones. Puede que elaborara panellets (en la clase de cocina). Diez d¨ªas despu¨¦s, el pobre, no par¨® de hacer pruebas: catal¨¢n el lunes, castellano el mi¨¦rcoles, naturales el jueves y sociales el viernes. A principios de diciembre se aprendi¨® (seg¨²n leemos en sus anotaciones) 20 canciones de Navidad y recogi¨® informaci¨®n sobre el euro. Pero la anotaci¨®n que demuestra que el mundo evoluciona -y la ense?anza obligatoria tambi¨¦n- es la del 7 de enero. Escribe David: 'Hacer una carta explicando el problema que tienen las personas minus...' A media palabra, David se da cuenta del error. Tacha ese incorrecto 'minus...' y lo sustituye por el correct¨ªsimo 'discapacitadas'. Lo ¨²ltimo que escribi¨® en la agenda corresponde al d¨ªa 6 de junio. Tuvo que hacer una redacci¨®n que llevaba por t¨ªtulo ?Qu¨¦ espero de la vida? No sabemos que espera de la vida el ni?o David, pero s¨ª sabemos algo igual de importante gracias a que tambi¨¦n ha tirado una hoja de la asignatura de ?tica fechada el d¨ªa 15 de mayo. El t¨ªtulo que leemos en el papel es Personas que salvar¨ªamos. Se supone que las salvar¨ªamos de la muerte aunque, claro, tambi¨¦n podr¨ªa ser de la c¨¢rcel o de la nominaci¨®n. Vean a qui¨¦n salvar¨ªa y a qui¨¦n no salvar¨ªa David Robles. La primera persona de la lista es una mujer de 18 a?os embarazada. Le ha puesto un s¨ª. La salvar¨ªa. Vamos bien. En cambio, no salvar¨ªa a una monja misionera. A ¨¦sta le ha puesto un no. Ya no vamos tan bien. A una abuela de 73 a?os le ha puesto otro s¨ª. A un cura 'muy querido por el pueblo' tambi¨¦n un s¨ª. Como ven, a pesar de que ¨¦ste sea un ejercicio de ?tica, el profesor o la profesora de David no s¨®lo tiene muy en cuenta al estamento religioso, sino que en el caso del cura destaca que los habitantes del pueblo donde ejerce le tienen un amor especial. En cambio, no hay en la lista ning¨²n imam 'muy querido por el pueblo' (aunque sea por el pueblo de Premi¨¤). ?Qu¨¦ poco mestizaje! Sigamos. A un africano 'que va a trabajar', David, tambi¨¦n le ha puesto un s¨ª. En este caso se subraya que el africano va a trabajar (que no es lo mismo que ir a hacer el vago y el delincuente). A un empresario 'con una plantilla de cien trabajadores' no lo sabemos porque David ha olvidado ponerle el s¨ª o el no. A un m¨¦dico le ha puesto otro s¨ª, pero a un cantante de rock, en cambio, le ha puesto un no. Esperemos que esta decisi¨®n no tenga que ver con que, durante el curso, David s¨®lo ha dado una hora semanal de m¨²sica (la mitad que de cocina y oficina). A una madre con dos hijos, s¨ª. A un ni?o peque?o, s¨ª. A un pescador tambi¨¦n, aunque por los pelos. Primero le hab¨ªa puesto un no y luego se lo pens¨® mejor. En cambio, al ¨²ltimo de la lista, que es un arquitecto, no lo salvar¨ªa. No se extra?en. Si no especificamos m¨¢s, David no puede saber de qu¨¦ arquitecto hablamos. Y no es lo mismo salvar a Oriol Bohigas que salvar a ?scar Tusquets -insigne creador del hotel del F¨°rum 2004-. Ya tienen ustedes datos para imaginar el mundo ideal de este ni?o. Ser¨ªa un mundo sin el arquitecto ?scar Tusquets, sin la madre Teresa de Calcuta y sin el rockero Bruce Springsteen. Aunque con curas, eso s¨ª.
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