Otro terrorista en Israel
Los laboristas se van del Gobierno de Sharon: se llevan consigo la deshonra y el crimen de la agresi¨®n continua a Palestina y de la respuesta del terror que no es de Estado. Intento llevar el agua al molino de cada d¨ªa: la colaboraci¨®n de la izquierda con la derecha s¨®lo contamina. Lo que ocurre es que en pol¨ªtica moderna est¨¢ todo tan contaminado que se notan poco las diferencias, y ahora mismo muchos desear¨ªan que, sucios o no, esos laboristas ganaran las elecciones. Ya Sharon no tiene que dar la cara ante el mundo haciendo ver que hay una coalici¨®n, que esta sucesi¨®n de asesinatos de civiles, a poco que sean sospechosos de algo, es una causa nacional. Tampoco estoy seguro de que Bush necesite tanto como dice de apoyos internacionales, del Consejo de Seguridad para atacar a Irak: pero los disidentes en su Parlamento a¨²n son suficientes para retrasarle. Se podr¨ªa suponer que los siete laboristas del Gobierno de Israel y sus diputados han evitado lo peor: pero es que lo que est¨¢ sucediendo ahora est¨¢ inscrito en lo peor.
Entrar en el Gobierno fue grave; abandonarlo lo es tambi¨¦n, porque para continuar en el poder sin convocar elecciones Sharon a?ade otro conocido terrorista de Estado, el general retirado Mofaz, a su nuevo Gobierno, y le encomienda el Ministerio de Defensa: ya ha anunciado que la soluci¨®n del problema palestino pasa por el destierro de Arafat. Con este nombramiento suma siete diputados, y la moci¨®n de censura de los progresistas no prosperar¨¢. De otra forma tendr¨ªa que convocar elecciones para dentro de tres meses, y no tiene seguridad de ganarlas. Los mayores enemigos de esta pol¨ªtica de terror de Sharon est¨¢n en el interior de Israel. Incluso por su deseo de seguridad, adem¨¢s de por la convicci¨®n de que rompe una vieja conciencia jud¨ªa que iba mas all¨¢ del tr¨¢gico Antiguo Testamento. La otra conciencia, la de Sharon y la gran derecha, se sostiene en que el asesinato de jud¨ªos en Alemania se produjo por su mansedumbre, como todas las otras matanzas. Dudo de que frente a Hitler los habitantes de los guetos hubieran podido hacer algo; y, m¨¢s grave a¨²n, frente a Isabel la Cat¨®lica y sus sucesores, con el temple de guerreros de Cruzada y de espa?oles exterminadores.
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