Los ¨¢rboles y el bosque
Con la informaci¨®n de que ahora mismo disponemos no es posible pronunciarse sobre si la p¨®liza suscrita por Cajasur a favor de su presidente, el sacerdote Miguel Castillejo, tiene cabida o no dentro de la Ley andaluza de Cajas de Ahorro, o si da?a su solvencia o no. Habr¨¢ que estar a lo que resulte de la informaci¨®n que la caja cordobesa transmita a la Consejer¨ªa de Econom¨ªa y Hacienda de la Junta de Andaluc¨ªa y al Banco de Espa?a, respectivamente, para que podamos formarnos una opini¨®n con base en la informaci¨®n adecuada acerca de estos extremos. Hasta ese momento, considero que lo mejor que se puede hacer es dejar en suspenso el juicio y no aventurar opiniones, que puede acabar resultando que carecen de cualquier fundamento. No me parece que esperar algunos d¨ªas hasta tener una informaci¨®n solvente genere ning¨²n tipo de perjuicio al proceso de formaci¨®n de la opini¨®n p¨²blica en este asunto, mientras que s¨ª se puede producir, opinando de manera precipitada, un da?o dif¨ªcilmente reparable en el derecho al honor del presidente de Cajasur.
La p¨®liza a favor de Miguel Castillejo puede ser legal o no. Pero tanto si lo es como si no, palidece en importancia frente a lo que proyecta el Gobierno con la ley financiera.
No es, por tanto, a la p¨®liza del presidente del Consejo de Administraci¨®n de Cajasur a lo que voy a referirme, sino a algo que me parece mucho m¨¢s preocupante para Andaluc¨ªa en relaci¨®n con dicha entidad y que, sin embargo, est¨¢ pasando casi desapercibido. Me refiero al proyecto del Gobierno de la naci¨®n de llevarse en cierta medida Cajasur de Andaluc¨ªa y dirigirla en aspectos esenciales desde fuera de nuestra comunidad aut¨®noma. Dicho plan ha tomado cuerpo en el proyecto de ley de Reforma del Sistema Financiero, ya aprobado por el Senado y que estar¨¢, por tanto, publicado en el BOE antes de un mes. El riesgo de una cierta desterritorializaci¨®n o desandaluzaci¨®n de Cajasur est¨¢ al caer.
En efecto, en el proyecto de ley reci¨¦n mencionado, tal como ha quedado redactado en la versi¨®n aprobada por el Senado, se dispone que 'la aprobaci¨®n de los estatutos, de los reglamentos que regulen la designaci¨®n de miembros de los ¨®rganos de gobierno y del presupuesto anual de la obra social de las cajas de ahorro, cuya entidad fundadora directa seg¨²n los citados estatutos sea la Iglesia cat¨®lica... ser¨¢ competencia del Ministerio de Econom¨ªa'. Como puede verse, tanto los elementos esenciales de la vida de Cajasur hacia dentro, estatutos y reglamento de gobierno, como los relativos a su proyecci¨®n hacia el exterior, la obra social, pasar¨¢n a ser competencia del Gobierno de la naci¨®n y no del Gobierno de la Junta de Andaluc¨ªa. Cajasur continuar¨¢ siendo, por el lugar donde opera, una caja andaluza, pero dejar¨¢ de serlo pol¨ªticamente, en la medida en que sus decisiones fundamentales ser¨¢n aprobadas fuera de nuestra comunidad. Esto es lo que est¨¢ a punto de suceder.
Mentir¨ªa si dijera que me ha sorprendido este proyecto del Gobierno de la naci¨®n. Es la continuaci¨®n, corregida y aumentada, de la decisi¨®n que adopt¨® en su d¨ªa de recurrir ante el Tribunal Constitucional la Ley de Cajas de Ahorro de Andaluc¨ªa, con la finalidad de impedir que se aplicaran a Cajasur las disposiciones relativas a la renovaci¨®n de los ¨®rganos de gobierno de las cajas de ahorro. Si entonces no fue m¨¢s lejos es porque no pod¨ªa, porque ten¨ªa que limitarse a recurrir una ley. Pero ahora, tras la mayor¨ªa absoluta alcanzada en las ¨²ltimas elecciones generales, da un paso m¨¢s y no solamente pretende excepcionar la vigencia de la ley andaluza en lo que a la renovaci¨®n de los ¨®rganos de gobierno de Cajasur se refiere, sino que pretende sustituir parcialmente la ley andaluza por una ley estatal, dejando a Cajasur en buena medida fuera del sistema financiero andaluz. Con la coartada de la Iglesia cat¨®lica, se la saca de Andaluc¨ªa y se establece sobre ella un control pol¨ªtico estatal.
Esto es infinitamente m¨¢s grave para Andaluc¨ªa que la p¨®liza de cr¨¦dito suscrita a favor de su presidente sobre la que est¨¢ recayendo toda la atenci¨®n, aunque con ello no quiera decir que sea un asunto sin importancia. Pero no es lo m¨¢s importante que est¨¢ ocurriendo en y con Cajasur. Lo que se pretende hacer con Cajasur desde el Gobierno de la naci¨®n es un ataque frontal a la autonom¨ªa andaluza y un ataque en un elemento esencial como es el sistema financiero y el ejercicio de la potestad legislativa.
La Ley de Cajas de Ahorro de Andaluc¨ªa no es una ley cualquiera. Es una de las leyes m¨¢s importantes que ha aprobado el Parlamento de Andaluc¨ªa desde su constituci¨®n en 1982. M¨¢s todav¨ªa. Es una de la leyes m¨¢s importantes que cualquier comunidad aut¨®noma puede dictar, dentro del marco de distribuci¨®n de competencias entre el Estado y las comunidades aut¨®nomas contemplado en la Constituci¨®n. Dentro del listado de materias que figura en la Constituci¨®n sobre las que las comunidades aut¨®nomas pueden legislar, solamente hay dos o tres que puedan equipararse, por su entidad y por la influencia que pueden tener en la vida de los ciudadanos, a las cajas de ahorro. Atacar, en consecuencia, la vigencia de la ley de cajas de ahorro de Andaluc¨ªa es atentar contra un elemento de suma importancia del ejercicio del derecho a la autonom¨ªa.
Los ¨¢rboles no deben impedir ver el bosque. Y el bosque, en lo que a Cajasur y a la autonom¨ªa andaluza se refiere, es el proyecto de ley de Reforma del Sistema Financiero. La p¨®liza a favor de Miguel Castillejo puede ser legal o no. Pero tanto si lo es como si no, palidece en importancia frente a lo que se est¨¢ proyectando por el Gobierno y su mayor¨ªa parlamentaria.
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