Hallada la presencia m¨¢s antigua de nuestra especie en una selva: hace 150.000 a?os en Costa de Marfil

A principios de los a?os 80, una expedici¨®n cient¨ªfica de la Uni¨®n Sovi¨¦tica y Costa de Marfil tuvo ¨¦xito en una misi¨®n que parec¨ªa imposible. Encontraron rastros humanos en plena selva tropical: herramientas de piedra esculpidas por el Homo sapiens hac¨ªa miles de a?os. La tecnolog¨ªa del momento no pudo precisar la fecha exacta. Pasaron los a?os, el lugar de las excavaciones qued¨® olvidado, y las herramientas encontradas se perdieron en 2011 durante la segunda guerra civil que azot¨® Costa de Marfil.

En 2020, otro equipo guiado por uno de los cient¨ªficos que hicieron el descubrimiento original volvi¨® a localizar el yacimiento y a excavarlo. Los trabajos han permitido datar con precisi¨®n el lugar original en el que se hallaron las herramientas y determinar que las m¨¢s antiguas son de hace 150.000 a?os. Es un hallazgo impresionante, porque hasta ahora la presencia m¨¢s antigua de nuestra especie en zonas boscosas de ?frica era de hace apenas 18.000 a?os.

Los nuevos datos cuestionan la teor¨ªa cl¨¢sica sobre la evoluci¨®n de Homo sapiens. Esta narrativa mantiene que los primeros miembros de la especie surgieron hace unos 300.000 a?os, probablemente en un paisaje abierto de sabana, pues los f¨®siles m¨¢s antiguos se hallaron en estos entornos del este de ?frica. Esa poblaci¨®n original se extendi¨® por el resto del continente y salt¨® a Asia y Europa. Hasta ahora se pensaba que las selvas tropicales actuaron como una barrera natural y quedaron fuera de esa expansi¨®n hasta fechas relativamente recientes.

¡°En los ¨²ltimos a?os, gracias a nuevos datos gen¨¦ticos y arqueol¨®gicos, nos hemos dado cuenta de que esa visi¨®n es falsa, y nuestro estudio es una prueba m¨¢s de ello¡±, explica a este diario la paleoantrop¨®loga Eslem Ben Arous, investigadora del Centro Nacional de Evoluci¨®n Humana de Burgos, y primera autora del estudio, que se publica este mi¨¦rcoles en Nature, referente de la mejor ciencia mundial.

Parisina de 32 a?os, Ben Arous es experta en dos nuevas t¨¦cnicas de dataci¨®n de cristales de cuarzo en los sedimentos, que se han aplicado en las dos capas de terreno del yacimiento marfile?o. Los resultados muestran que una de ellas indica presencia humana continuada desde hace 150.000 a?os hasta hace 50.000. La franja m¨¢s reciente arroja presencia sapiens hace entre 20.000 y 12.000 a?os. El an¨¢lisis del polen y otros compuestos demuestran que esta zona de Costa de Marfil estaba cubierta por bosques lluviosos.

Bea Arous explica: ¡°Durante d¨¦cadas, la investigaci¨®n sobre el origen de nuestra especie en ?frica se ha centrado en ¨¢reas con un alto potencial de descubrimiento de f¨®siles: entornos abiertos como pastizales y sabanas abiertas, y zonas costeras¡±. ¡°Estos dos entornos son particularmente importantes para comprender la dispersi¨®n de las poblaciones humanas dentro de ?frica y m¨¢s all¨¢. Sin embargo, la sobrerrepresentaci¨®n de estas regiones ha dado lugar a una visi¨®n dominante que siempre hemos aprendido en nuestros libros de texto escolares: nos expandimos desde un ¨²nico origen¡±, a?ade. Adem¨¢s, es pr¨¢cticamente imposible que f¨®siles humanos de hace decenas de miles de a?os se conserven en estos terrenos h¨²medos y c¨¢lidos. Muy pocos equipos osan excavar en la selva y por eso se sabe tan poco sobre la evoluci¨®n humana en este entorno.

El nuevo hallazgo demuestra que nuestra especie habit¨® la espesura africana durante decenas de miles de a?os. Tambi¨¦n que, como era l¨®gico pensar, estas fueron las primeras selvas del mundo en poblarse, aunque hasta ahora la presencia de sapiens m¨¢s antigua en bosques lluviosos estuviese en Asia, hace unos 70.000 a?os. La conclusi¨®n principal del trabajo es que nuestra especie no tiene una ¨²nica cuna, sino que hubo evoluci¨®n conjunta de diferentes grupos en ambientes muy distintos, incluidas las selvas tropicales, resaltan los autores del hallazgo.

El yacimiento original, B¨¦t¨¦ 1, estaba situado a unos 20 kil¨®metros de la capital Abiy¨¢n, pero qued¨® destrozado en 2022 por la apertura de una mina. A pesar de ello, el marfile?o Yod¨¦ Gued¨¦, investigador del Instituto de Historia y Arqueolog¨ªa de Costa de Marfil, resalta: ¡°Este descubrimiento es solo el primero de los que habr¨¢, pues hay m¨¢s yacimientos en bosques lluviosos del pa¨ªs esperando a ser estudiados¡±. Gued¨¦ fue uno de los l¨ªderes de la expedici¨®n sovi¨¦tico-marfile?a de los 80, y uno de los autores principales de la investigaci¨®n actual, junto a Eleanor Scerri, del Instituto Max Planck de Geoantropolog¨ªa, en Alemania.

El paleoantrop¨®logo del CSIC Antonio Rosas, que no ha participado en el estudio, cree que este hallazgo apoya la idea de que Homo sapiens es una especie ¡°panafricana¡±. ¡°La imagen evolutiva t¨ªpica de nuestra especie dando un paso despu¨¦s de otro no es correcta¡±, destaca. En realidad, habr¨ªa muchos grupos en ambientes distintos, algunos aislados, otros en contacto, que fueron aportando diferentes rasgos f¨ªsicos, cognitivos y culturales hasta conformar la fisonom¨ªa y el intelecto ¨²nico del Homo sapiens, apunta. La ¡°gran aportaci¨®n¡± del nuevo estudio en Costa de Marfil, a?ade Rosas, es que ha realizado un sofisticado an¨¢lisis de polen antiguo y otros compuestos bioqu¨ªmicos de las plantas que demuestran fuera de toda duda de que esa zona era un bosque lluvioso hace 150.000 a?os.

Rosas destaca una paradoja: sabemos m¨¢s sobre la evoluci¨®n de los neandertales en Europa en esta ¨¦poca que de nuestra propia especie en ?frica. Pero nuevas campa?as en zonas inexploradas del oeste del continente est¨¢n abriendo una nueva ventana a la evoluci¨®n en paralelo de sapiens y neandertales. Hace poco m¨¢s de un mes, Rosas anunci¨® el descubrimiento de herramientas humanas de hace 40.000 a?os en Guinea Ecuatorial. El hallazgo, llevado a cabo en R¨ªo Campo, revel¨® que nuestros ancestros no solo sobrevivieron, sino que prosperaron en uno de los ecosistemas m¨¢s desafiantes del planeta, gracias a una tecnolog¨ªa l¨ªtica avanzada y una notable capacidad de organizaci¨®n social. Las herramientas de los sapiens africanos eran muy parecidas a las de los neandertales coet¨¢neos. Lo interesante es que los grupos sapiens de las selvas africanas ¡°persistieron mucho en el tiempo¡±, hasta hace unos 20.000 a?os o incluso menos, resalta Rosas. Mientras, los neandertales se extinguieron hace unos 40.000 a?os, precisamente cuando Homo sapiens lleg¨® a Europa.