Calidad en la educaci¨®n
La LOGSE ha tenido la ocasi¨®n de mostrar, a lo largo de estos a?os, la imposibilidad de afrontar los problemas que ella misma ha generado. Al menos albergaba en su inicio un ideal de igualdad respecto al derecho constitucional a la educaci¨®n que sigue siendo incuestionable y que destap¨® el estado cr¨ªtico de nuestra sociedad, poniendo ante los ojos de todos la desintegraci¨®n social de ni?os y j¨®venes que a muy corta edad se encuentran tristemente situados al margen. Alumnos cada vez m¨¢s dif¨ªciles, portadores vivos de una dram¨¢tica realidad social, irrumpieron en las aulas diseminando sus conflictos por todos los rincones y manifestando desde su inocencia la aut¨¦ntica problem¨¢tica que hierve bajo los reglamentos. Al menos la reforma ha servido para que todo esto haya salido a la luz y los taqu¨ªgrafos han pasado estos a?os exponiendo p¨²blicamente la rebeli¨®n en las aulas y la depresi¨®n de los docentes. La nueva Ley de Calidad de la Educaci¨®n propuesta por el Gobierno no s¨®lo cierra los ojos ante la grave situaci¨®n social que late bajo el fracaso escolar, sino que pretende esconderlo conduciendo a todos los j¨®venes que a los 13 a?os hayan dado signos de inadaptaci¨®n hacia un 'itinerario' de 'orientaci¨®n t¨¦cnico-profesional'. Esta novedad, que busca la complicidad del profesorado, sujeto a una presi¨®n cada vez mayor, oculta la realidad y estigmatiza la marginaci¨®n. Alumnos de segundo de bachillerato, hoy encaminados con serio inter¨¦s hacia los estudios universitarios, se llevan las manos a la cabeza al pensar que, con la nueva ley, su intr¨¦pida y rebelde adolescencia les hubiera apartado definitivamente de los estudios superiores. La nueva disposici¨®n provocar¨¢ un ¨¦xodo a¨²n mayor hacia los centros concertados y el previsto aumento de la subvenci¨®n permitir¨¢ la continuidad en los estudios desde la escolaridad infantil hasta el bachillerato, convirtiendo la educaci¨®n p¨²blica, largo tiempo conquistada, en el polvor¨ªn de la sociedad de la informaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.