Lula y su laberinto
El pasado domingo, Brasil, la tercera democracia del mundo, celebr¨® elecciones presidenciales. Luis Inazio Lula da Silva, el sempiterno candidato de la izquierda, se alz¨® con la victoria y ser¨¢ presidente de todos los brasile?os, arrasando con m¨¢s del 60% de los votos. En 1990, Fernando Collor result¨® elegido con una clara propuesta de reforma econ¨®mica y administrativa (privatizaci¨®n, desregulaci¨®n, apertura de la econom¨ªa). En 1994, Fernado Henrique Cardoso gan¨® las elecciones gracias a su plan de estabilizaci¨®n -Plan Real- que ¨¦l mismo propuso cuando era ministro de Hacienda. Ese plan aument¨® de modo significativo el poder de compra de las clases media y baja y fue fundamental para la reelecci¨®n de Cardoso, en 1998, por mayor¨ªa absoluta.
Puede considerarse como una se?al de moderaci¨®n la elecci¨®n por parte del PT de un vicepresidente empresario, de un partido peque?o, pero conservador
En aquellas tres elecciones la oposici¨®n defendi¨® la idea de que la estabilidad econ¨®mica no produce crecimiento econ¨®mico ni justicia social. Ese argumento no lleg¨® a calar en las mas importantes capas de la poblaci¨®n. En estas elecciones ya no hab¨ªa espacio en Brasil para un discurso pol¨ªtico que defendiese el desenvolvimento ainda que sem estabilidade (desarrollo aunque sin estabilidad). En ese sentido, la sociedad se hizo b¨¢sicamente conservadora.
Incluso Lula se situ¨® en el centro, con propuestas moderadas en materia de pol¨ªtica econ¨®mica. Desenvolvimento com estabilidade monetaria (desarrollo con estabilidad monetaria) ha sido el lema de todos los candidatos.
Lula, buscando ese 'perfil centrista', no ha hablado de moratoria de la deuda externa ni de reversi¨®n de las privatizaciones. El n¨²cleo intelectual del PT es consciente de que la globalizaci¨®n de la econom¨ªa es un fen¨®meno irreversible, as¨ª como de la necesidad de austeridad fiscal y de transparencia en las cuentas p¨²blicas.
Est¨¢ claro que el modelo econ¨®mico estuvo presente en los debates, pero centrado casi en exclusiva en la propuesta de 'crecimiento con estabilidad', asumida por todos los candidatos, pero que ha aclarado muy poco sobre c¨®mo va ser en la pr¨¢ctica la gesti¨®n gubernamental. El debate al respecto perdi¨® toda connotaci¨®n ideol¨®gica. Por otro lado -y de forma muy parecida a lo que ha ocurrido en las campa?as presidenciales norteamericanas-, los candidatos han evitado explicar metas claras o medidas concretas de pol¨ªtica econ¨®mica. Todos mantuvieron vagas generalizaciones para evitar un desgaste innecesario en la campa?a.
La excepci¨®n ha sido precisamente el candidato Lula, objeto de un claro 'ataque especulativo'. El clima de miedo de los mercados se explicaba como el riesgo de que Lula ganase las elecciones a pesar de su falta de conocimiento personal para enfrentarse a las complejas cuestiones de la gesti¨®n p¨²blica. Lula tendr¨¢ que superar, una vez sea investido presidente, el clima de desconfianza para mantener la econom¨ªa en orden. Durante la campa?a envi¨® una Carta Abierta al pueblo brasile?o para aclarar sus propuestas en relaci¨®n con los grandes temas econ¨®micos.
Se puede considerar como una se?al de paz y moderaci¨®n la elecci¨®n por parte del PT de un vicepresidente empresario, de un partido peque?o, pero conservador. Probablemente, el presidente Lula nombrar¨¢ tambi¨¦n a un presidente del Banco Central respetado por los mercados.
Le dar¨¢ autonom¨ªa al Banco, siguiendo el modelo de Blair, que es una de sus grandes referencias pol¨ªticas, quiz¨¢ la m¨¢s importante. Otra variable importante a tener en cuenta es el estado de desarrollo del sector p¨²blico en Brasil. Desde los a?os cincuemta, la Administraci¨®n p¨²blica federal est¨¢ siendo objeto de reformas estructurales en ¨¢reas importantes, como el Banco Central, el Tesoro Nacional, controles presupuestarios, transparencia de las cuentas p¨²blicas y tributaci¨®n.
La Ley de Responsabilidad Fiscal, recientemente aprobada, es un buen ejemplo de esas reformas. De ahora en adelante, las autoridades federales, estatales y municipales ser¨¢n castigadas si producen d¨¦ficit. Se trata de una dram¨¢tica ruptura con las pr¨¢cticas centenarias de que gobernadores y alcaldes emitan t¨ªtulos, generen d¨¦ficit y despu¨¦s trasladen la carga del pago al Gobierno federal.
El saneamiento del sistema financiero, incluso con la privatizaci¨®n de los bancos estatales, 'cerr¨® el grifo' por el que corr¨ªa la mayor parte del d¨¦ficit. El sistema es en la actualidad s¨®lido y saludable.
En el ¨¢rea de servicios p¨²blicos y utilities, como energ¨ªa, petr¨®leo, gas, telecomunicaciones, aguas y transporte, la creaci¨®n de agencias reguladoras tambi¨¦n jugar¨¢ un papel importante para asegurar normalidad y continuidad administrativa durante la transici¨®n de gobierno. Los marcos reguladores de las agencias est¨¢n definidos por ley y no podr¨¢n ser modificados unilateralmente por el Ejecutivo.
Las agencias est¨¢n administradas por direcciones colegiadas, cuyos miembros tienen un mandato estable y, por lo tanto, no podr¨¢n ser destituidos por el pr¨®ximo presidente de la Rep¨²blica. Adem¨¢s de eso, no est¨¢n subordinadas al control jer¨¢rquico de otros ¨®rganos del Ejecutivo.
En Brasil, la gesti¨®n de la econom¨ªa, de la pol¨ªtica externa, de las finanzas p¨²blicas se encuentran hoy en manos de una burocracia profesionalizada y competente. Lula tendr¨¢ que administrar el pa¨ªs con esos 'operadores'. No podr¨¢ escoger.
Finalmente, la historia de cien a?os de vida republicana muestra una gran estabilidad de la regulaci¨®n de las inversiones nacionales y extranjeras. Parad¨®jicamente, las pocas rupturas contractuales (moratoria y confiscaci¨®n del ahorro) fueron impulsadas por gobiernos de perfil conservador y liberal. Gran parte de esas normas est¨¢n en la Constituci¨®n. No es f¨¢cil modificarlas (3/5 de los votos de las dos C¨¢maras). Adem¨¢s, a todo esto hay que a?adir que la Corte Suprema ha mantenido un control estricto de la constitucionalidad de las leyes y de los actos de los Ejecutivos.
Si se confirma el perfil moderado de su mandato, probablemente en no muchos meses Lula ser¨¢ considerado por sus correligionarios ideol¨®gicos un 'neoliberal', incluso un traidor a los originales postulados de clase de su partido. En cualquier caso, Brasil est¨¢ ya en sus manos.
Javier Cremades es abogado. (javier@cremadescalvosotelo.com) Jo?o Geraldo Piquet Carneiro es abogado y ex ministro para la Desburocatizaci¨®n de Brasil (piquet@piquet.adv.br )
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