La putinaci¨®n
Pasados suficientes d¨ªas desde el holocausto de rehenes en el teatro de Mosc¨², siguen sobresaliendo dos t¨¦rminos de la tragedia: por una parte, las imprecisiones sobre el gas usado, y por otra, el consenso a favor de la gasificaci¨®n manifestado por buena parte de jefes de Estado en presencia. Pol¨ªticamente, la victoria de los kamikazes chechenos ha sido total, no s¨®lo porque consiguieron un golpe de efecto publicitario sin precedentes, sino porque han logrado todos los bienes celestiales que est¨¢n escritos para los kamikazes y adem¨¢s no han tenido que matar a los rehenes abusivamente. Eso ya lo ha hecho Putin.
Putin no s¨®lo ha conseguido exterminar a los kamikazes chechenos pasando por encima del cad¨¢ver colectivo de los rehenes, sino que ha tratado de crear doctrina y, de momento en Rusia, el Ej¨¦rcito ha recibido potestades para intervenir contra el terrorismo sin dar demasiadas explicaciones democr¨¢ticas. Quien a hierro mata, a hierro muere, ciertamente. Pero, ?y los rehenes? ?y los civiles? Ya en la Segunda Guerra Mundial se comprob¨® que mor¨ªan m¨¢s civiles que militares, y en las guerras regionales activas en la aldea global no tienes la menor garant¨ªa de sobrevivir si no consigues ser funcionario de la OTAN, del ej¨¦rcito virtual USA con licencia para matar a distancia o de la mafia del narcotr¨¢fico o de la prostituci¨®n o del caviar o del tr¨¢fico de armas, o bi¨®logo dedicado a la guerra bioqu¨ªmica. Todos los dem¨¢s deber¨ªamos hacer un c¨¢lculo ¨¦tico y est¨¦tico a la hora de decidir subir a un avi¨®n, entrar en un teatro o asistir al Real Madrid-Barcelona o al Barcelona-Real Madrid, tanto monta, monta tanto, es un decir, no vayamos a convertirnos en rehenes putinados, pasados por el rasero antiterrorista del jefe de Gobierno ruso.
El consenso o el silencio administrativo con que los estadistas del mundo han acogido la gasificaci¨®n de Mosc¨² demuestra la supervivencia de la raz¨®n de Estado en tiempos tan multinacionales. Gendarme zonal, el Estado debe putinizar a la ciudadan¨ªa, y en las implacables ofensivas antiterroristas, los rehenes muertos ser¨¢n considerados da?os colaterales y tendr¨¢n tan garantizado el cielo como los terroristas, el suyo sin usuras ni molicies burocr¨¢ticas.
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