La oposici¨®n cree que el nuevo Gobierno no aporta novedades relevantes y muestra el agotamiento de CiU

El sexto cambio de Gobierno en tres a?os fue acogido ayer por la oposici¨®n como un reconocimiento de que las cr¨ªticas de que eran objeto los consejeros destituidos estaban plenamente justificadas, en particular, las dirigidas a Antoni Subir¨¤ y Llu¨ªs Franco. Todos los partidos tomaron nota de que la tan cacareada pretensi¨®n del conseller en cap, Artur Mas, de formar su propio equipo ha quedado en un simple cambio de 'algunas de las fichas de siempre', en palabras del primer secretario del PSC, Jos¨¦ Montilla. Montilla y el presidente de Iniciativa Verds (ICV), Joan Saura, reiteraron la petici¨®n de adelanto de las elecciones auton¨®micas, toda vez que a su juicio el proyecto de CiU da sobradas muestras de agotamiento.

Consciente de su propia situaci¨®n como reciente protagonista de una crisis de Gobierno en la que pas¨® de ministro de Asuntos Exteriores a titular de Ciencia y Tecnolog¨ªa, el nuevo presidente del PP en Catalu?a, Josep Piqu¨¦, se limit¨® a se?alar que 'cualquier cambio implica el reconocimiento de un desgaste'. El PP mantendr¨¢ su cooperaci¨®n con el Gobierno de Jordi Pujol, asegur¨® Piqu¨¦, si los nuevos consejeros 'sirven para desarrollar las pol¨ªticas que los ciudadanos necesitan'.

La ratificaci¨®n de la colaboraci¨®n entre CiU y PP tras esta crisis se dabe por segura tambi¨¦n en los dem¨¢s partidos. Montilla destac¨® que la inclusi¨®n en el Gobierno catal¨¢n de Antoni Fern¨¢ndez Teixid¨®, un ex miembro del Centro Democr¨¢tico y Social (CDS) fundado por Adolfo Su¨¢rez, actualmente asesor de la patronal catalana Fomento del Trabajo, 'es una muestra de que Artur Mas apuesta por el pacto con el PP'.

Pero el cambio que Catalu?a necesita, afirm¨® Montilla, no es s¨®lo el de algunos miembros del Gobierno de Pujol, sino 'un cambio de mayor¨ªa parlamentaria y de presidente'. El discurrir de este ¨²ltimo mandato de Pujol no hace m¨¢s que demostrar, agreg¨®, que hace ya tiempo que deb¨ªan de haberse adelantado las elecciones.

Montilla describi¨® as¨ª la situaci¨®n: 'CiU va quemando sus cartuchos y ¨¦ste el ¨²ltimo que les quedaba. Se han metido en el b¨²nker para aguantar los nueve meses que quedan hasta las elecciones, si no las adelantan'.

Saura destac¨® que el Gobierno catal¨¢n deb¨ªa haber presentado en octubre en el Parlament el proyecto de presupuestos de la Generalitat para 2003 y todav¨ªa no lo ha hecho. 'Dicen que han realizado este cambio de Gobierno para darse un nuevo impulso pol¨ªtico', afirm¨®, 'pero en realidad lo que hacen es gesticular, en vez de dedicarse a lo que debieran hacer para conseguir ese impulso, que es preparar un buen proyecto de presupuesto'.

'Cartas muy sobadas'

Tambi¨¦n ERC rest¨® toda credibilidad a lo que pueda hacer el nuevo Gobierno. Cuando hayan acabado la reorganizaci¨®n de los departamentos que han fusionado, dijo Ridao, 'ya estaremos en plena campa?a electoral'.

Todos los partidos de la oposici¨®n interpretaron esta crisis de Gobierno como un intento de la c¨²pula de CiU de infundir 'ilusi¨®n a su propia parroquia' ante las magras expectativas electorales. '?sta no es una reestructuraci¨®n pensada para mejorar la acci¨®n de Gobierno', se?al¨® Ridao, sino para acabar de convertirlo en el equipo electoral de Mas'. Saura destac¨® tambi¨¦n que el conseller en cap 'ha forzado el cambio de Gobierno que en septiembre le neg¨® Pujol tras constatar que las cosas le van mal en las encuestas'.

Con independencia de estas declaraciones p¨²blicas, todos los partidos de la oposici¨®n conceden, sin embargo, la m¨¢xima importancia pol¨ªtica a que el conseller en cap, Artur Mas, no haya podido presentar un equipo con nombres nuevos, que pueda identificarse con ¨¦l y con su autoproclamada condici¨®n de representante de una nueva hornada de dirigentes del centro derecha nacionalistas. El portavoz del PSC, Miquel Iceta, consider¨® muy significativo que Mas no haya tenido a su disposici¨®n otra cosa que 'cartas ya muy sobadas'. Ascender a un director general a consejero, repescar a un ex miembro del CDS y cambiar de cartera a dos miembros del Gobierno s¨®lo equivale, resumi¨®, a 'echar mano de lo que queda'.

En parecidos t¨¦rminos se expres¨® Ridao: '?stos son los ¨²ltimos coletazos de un Gobierno tocado y afectado por episodios de mala gesti¨®n'. Lo ¨²nico que estaba por ver era cu¨¢ndo.