'Dicen que es un artilugio muy sencillo, pero yo no lo entiendo'

Una imagen se repiti¨® ayer en los cinco distritos en los que se han instalado 1.200 parqu¨ªmetros: una o varias personas, delante de los aparatos, con cara pensativa y la mirada fija en la leyenda que explica c¨®mo funcionan. Cinco botones de colores -amarillo, para anular una denuncia; azul celeste, para pagar fracciones de horas; gris, para cambiar de idioma...- y cinco ranuras que no aclaran para qu¨¦ sirve cada parqu¨ªmetro. No incluyen las instrucciones de uso paso a paso con palabras, aunque s¨ª con peque?os dibujos.

'Os vamos a dar mucho la lata hasta que nos aclaremos', le dec¨ªa ayer una conductora a una vigilante. Y es que, despu¨¦s de varios minutos delante del aparato, los ciudadanos que se acercaron a los distritos de Chamber¨ª, Salamanca, Retiro, Centro y Moncloa prefer¨ªan aclarar su funcionamiento con los vigilantes antes de arriesgarse a perder dinero. 'Dicen que es un artilugio muy sencillo, pero yo no entiendo nada', protestaba un conductor aparcado en la calle de Argensola (Centro).

A la dificultad contribu¨ªa una pintada que imped¨ªa ver la pantalla donde figuran datos como la hora y las monedas introducidas en la m¨¢quina. La queja expresada por este conductor se repiti¨® toda la ma?ana. 'Llevo todo el d¨ªa respondiendo a cientos de preguntas', se?ala un controlador del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER). 'La gente est¨¢ muy perdida, y lo considera muy caro', a?adi¨®.

Otros usuarios se lamentaban de que los parqu¨ªmetros no dan cambio ni aceptan billetes, por lo que, una vez delante de la m¨¢quina, se daban cuenta y ten¨ªan que buscar un bar o un quiosco para obtener monedas. Los que acud¨ªan a los vigilantes obten¨ªan un 'lo siento, se?or, nosotros no tenemos cambio'. Tambi¨¦n hubo transe¨²ntes que miraban el nuevo artilugio urbano con curiosidad. 'Perdone', pregunt¨® una mujer que paseaba con una anciana, '?esto es un nuevo modelo de tel¨¦fono?'.