'El Gobierno est¨¢ en complicidad con los especuladores de suelo'

Adem¨¢s de ser el n¨²mero dos del PSOE y mano derecha de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, se ha convertido en el ariete parlamentario que desempe?a el papel de malo en las relaciones con el Gobierno y con el PP. Ahora est¨¢ embarcado en la tarea de buscar las vueltas a la gesti¨®n del Gobierno. S¨®lo deja fuera la pol¨ªtica antiterrorista.

Pregunta. ?Por qu¨¦ est¨¢n empe?ados en reabrir el examen y la investigaci¨®n del proceso de privatizaciones en Espa?a?

Respuesta. Democracia es igual a transparencia y quien la niega tiene algo que ocultar. Con las privatizaciones se ha trasladado una gran parte del poder p¨²blico a manos privadas. Y este proceso se ha hecho de forma oscura, sin informaci¨®n, generan do un inmenso poder privado que no est¨¢ beneficiando a los ciudadanos, y carece de controles suficientes. Hemos recurrido al Tribunal Constitucional para que el Parlamento pueda controlar ese proceso, nos ha dado la raz¨®n y el PP se niega a cumplir dicha sentencia. Desde luego, esa sentencia se cumplir¨¢, si no ahora, s¨ª cuando haya otra mayor¨ªa pol¨ªtica. Si los mecanismos de control fallan, como se ha visto en Gescartera, se generaliza la corrupci¨®n y se debilita la democracia.

'Telef¨®nica ha perdido 700.000 millones para poner los medios al servicio del Gobierno'

'Rato protege al HSBC porque es incapaz de explicar el cr¨¦dito de 500 millones que le concedi¨®'

P. ?Tienen alguna sospecha concreta?

R. Nos niegan toda la documentaci¨®n solicitada sobre las privatizaciones. Si eso es as¨ª, tenemos que sospechar que hay complicidad en episodios oscuros. Un ejemplo vale por todos: Telef¨®nica, el buque-insignia de los manejos del Gobierno, al margen de su actividad empresarial y de los intereses de los accionistas, invirti¨® en diversos medios de comunicaci¨®n para ponerlos al servicio del Gobierno con p¨¦rdidas superiores a los 700.000 millones de pesetas. Alguien debe responsabilizarse de estos hechos.

P. A juzgar por sus iniciativas parlamentarias, dirigen sus denuncias principalmente al vicepresidente econ¨®mico, Rodrigo Rato.

R. El responsable es el presidente Aznar, pero el se?or Rato fue el director del proceso. Por eso seguramente Rato ha dado ¨®rdenes a su grupo parlamentario para que no se cumpla la sentencia del Tribunal Constitucional y se impida la comparecencia de quien fuera presidente de Telef¨®nica, Juan Villalonga. ?Qu¨¦ interesante ser¨ªa saber si aquel salario extraordinario que recibieron cien directivos de Telef¨®nica, 80.000 millones de pesetas, las llamadas stock options, lo autoriz¨® el Gobierno. Entonces la empresa ten¨ªa a¨²n participaci¨®n p¨²blica y la acci¨®n de oro. Seg¨²n el Tribunal Constitucional, lo importante no es la presencia accionarial sino el poder de disposici¨®n en la empresa del Gobierno. El Gobierno de Aznar tuvo que compartir esas decisiones. Recuerdo que cuando los directivos cobraron ese salario las acciones de Telef¨®nica estaba en 29 euros, hoy a diez. Parece que se hizo crecer el valor de la acci¨®n de forma especulativa para que los directivos pudieran cobrar esas cantidades. Pero podr¨ªamos hablar de Endesa y de otras.

P. Han vuelto otra vez a las cuentas opacas del HSBC y el vicepresidente les ha dicho que la ley le ampara para no dar a conocer la identidad de sus titulares ?Van a hacer algo?

R. Esto es muy serio y no s¨¦ si Rato es consciente de la gravedad de lo que dice. Cuentas opacas que eluden el control de las autoridades monetarias y de la Hacienda P¨²blica; que pueden proceder de acciones delictivas. ?Y esas cuentas son secretas? Entonces ¨¦ste es el reino de los delincuentes. ?El Parlamento no puede saber qui¨¦nes son esos defraudadores? Es inadmisible. Lo que parece es que Rato protege al HSBC, seguramente porque es incapaz de explicar el cr¨¦dito de 500 millones de pesetas que este banco le concedi¨®.

P. Una y otra vez insin¨²an que Rato ha recibido trato de favor.

R. Un miembro del Gobierno no puede recibir un pr¨¦stamo de un banco p¨²blico como era Argentaria. Y menos a¨²n cuando ese cr¨¦dito se concedi¨® con informes t¨¦cnicos sobre la dudosa solvencia de las empresas que lo solicitaban. Sociedades del se?or Rato fueron adquiridas por Banesto y a los accionistas se les ha negado la informaci¨®n de a qu¨¦ precio se pagaron. Debe ser el ¨²nico caso en Espa?a. Yo no acuso de nada al se?or Rato, s¨®lo de falta de transparencia y en tanto en cuanto no explique esas situaciones crecen las sospechas.

P. ?Siguen ustedes pensando, como dijo el se?or Zapatero, que bajar los impuestos es de izquierda?

R. S¨ª. Bajar los impuestos a quien tiene un salario, sobre todo si es bajo, s¨ª es de izquierdas. El actual sistema penaliza a quien tiene una n¨®mina; quien paga impuestos de verdad en Espa?a es el que tiene n¨®mina y entendemos que hay que hacer un esfuerzo por rebajar los impuestos a las rentas del trabajo. Seg¨²n reconoce un informe del Ministerio de Hacienda, que ocultan y no hacen p¨²blico, las rentas altas se han beneficiado 34 veces m¨¢s con estas reformas que las rentas menores de tres millones de pesetas al a?o. Es una injusticia total.

P. Ya se est¨¢n discutiendo los presupuestos vascos. ?Est¨¢n dispuestos ustedes a apoyarlos?

R. El se?or Ibarretxe confunde las prioridades. Lo que debe hacer es retirar su propuesta soberanista de Estado asociado. Sus propuestas fracturan a la sociedad e introducen m¨¢s problemas en la convivencia. Mientras no lo haga no se puede negociar ning¨²n presupuesto.

P. El pasado mi¨¦rcoles el vicepresidente primero, Mariano Rajoy, le llam¨® a usted 'desleal' por mencionar, aunque fue de manera colateral, el terrorismo en una pregunta parlamentaria.

R. Esto obedece al nerviosismo del Gobierno, que rescata lo peor de su tradici¨®n. Nos quiere llevar a la crispaci¨®n y a las malas artes. Al se?or Rajoy hay que recordarle que el pacto antiterrorista lo propuso el PSOE y ¨¦l se lo tom¨® a broma y dijo que aquello era un conejo que sac¨¢bamos de la chistera. Si se trata de hablar de lealtad en la lucha antiterrorista, los espa?oles saben muy bien quien la ha practicado siempre, el PSOE. Cuando se quiere abusar de la iron¨ªa se pierden los papeles y eso le pasa con frecuencia a Rajoy, quien presume de liberal y moderado; pero no se nota por la censura que impone a Televisi¨®n Espa?ola bajo su responsabilidad.

P. ?Qu¨¦ opina sobre la batalla por la sucesi¨®n de Aznar?

R. Yo respeto sus decisiones, pero el dedazo no es buena soluci¨®n democr¨¢tica. Se nota nerviosismo en el PP; aparecen diversas facciones, mientras discuten si son galgos o son podencos, no se gobierna bien el pa¨ªs y el PSOE, gracias a sus iniciativas, sube en la confianza ciudadana.

P. El Gobierno anuncia la puesta en marcha de varias reformas importantes.

R. Eso es ret¨®rica. Seg¨²n el Gobierno, no hay problemas. Pero la vivienda, la inseguridad, la familia est¨¢n necesitadas de soluciones urgentes. En materia de vivienda, han convertido el suelo en pura especulaci¨®n. Jam¨¢s, en ning¨²n pa¨ªs del mundo, creci¨® tanto el valor del suelo como en Espa?a en estos seis a?os y ello se debe a la ley que aprob¨® el PP. Rato, inspirador de la misma, se convierte as¨ª en el gran patr¨®n de la especulaci¨®n inmobiliaria. El valor debe ser el inicial para que los ayuntamientos puedan expropiar y garantizar el acceso a la vivienda de un ciudadano con necesidades. A eso se niega el Gobierno rotundamente porque act¨²a en complicidad con los especuladores del suelo.

P. El Gobierno entregar¨¢ cien euros mensuales a las madres trabajadoras con ni?os menores de tres a?os.

R. Siendo una medida absolutamente necesaria, cuando ves la regulaci¨®n, resulta injusta. Excluye a las madres sin empleo y dentro de las que tienen empleo s¨®lo aqu¨¦llas con contrato estable y salario elevado van a disfrutar de la totalidad de la ayuda, porque es proporcional al tiempo trabajado y se ha de cotizar a la Seguridad Social por encima de los 1.200 euros anuales. Dicho de otro modo, una mujer con contrato precario o salario m¨ªnimo interprofesional s¨®lo cobrar¨¢ una parte, y peque?a, de la ayuda.

P. Ustedes consideran al Gobierno antiguo, antisocial, autoritario. Ponga caras a esos apelativos.

R. El m¨¢s antiguo es Aznar, es la persona con m¨¢s complejos. El m¨¢s autoritario, Rato, con una soberbia despectiva que entra en el terreno del autoritarismo. El m¨¢s antisocial, el conjunto del Gobierno, pero en este momento esa tacha la tiene la ministra de Educaci¨®n por sus contrarreformas educativas.