CiU se mueve
Que el amplio cambio de Gobierno en la Generalitat tiene una intenci¨®n claramente electoralista no parece que sea una opini¨®n discutible, sino algo obvio y l¨®gico: hemos entrado de lleno en una dura e importante carrera electoral. A un a?o escaso de los comicios auton¨®micos, ser¨ªa un garrafal error pol¨ªtico provocar una crisis de gobierno sin tener en cuenta que hay unas elecciones a la vuelta de la esquina. ?Que el cambio es ¨²nicamente por motivos electorales? Pues, probablemente, tambi¨¦n. Lo cual sigue pareci¨¦ndome igualmente leg¨ªtimo y, por supuesto, acertado. Desde esta finalidad electoralista, la reciente crisis de gobierno es de f¨¢cil interpretaci¨®n.
En primer lugar, intenta reforzar a Artur Mas como nuevo l¨ªder. Los comentaristas m¨¢s afines a CiU se han precipitado inmediatamente a destacar que ¨¦ste no es ya un Gobierno de Pujol, sino un Gobierno de Mas: el conseller en cap empieza, pues, a realizar tareas de presidente y el presidente se ha autocalificado de 'telonero'. M¨¢s claro, agua.
En segundo lugar, la crisis se ha aprovechado para reequilibrar el Gobierno en las dos vertientes que hacen fuerte a CiU: la soberanista y la moderada. Felip Puig -n¨²mero dos del ahora apestado Pere Esteve cuando era secretario general de CDC- pasa a ocupar el visiblemente medi¨¢tico cargo de portavoz del Gobierno: ?qui¨¦n puede poner en cuesti¨®n que el soberanismo est¨¢ en el meollo del equipo de Mas? Por tanto, flanco cubierto.
Por otro lado, la entrada de Fern¨¢ndez Teixid¨® es bien significativa: fue de los pocos miembros de la ejecutiva de CiU -quiz¨¢ el ¨²nico- que se mostraron partidarios de entrar en el Gobierno de Aznar cuando ¨¦ste, hace pocos meses, lanz¨® aquella famosa OPA, ciertamente hostil, al partido de Pujol.
Como representaci¨®n de los votantes moderados hubiera sido mucho mejor, sin duda, una persona con el perfil de Carles Tusquets Tr¨ªas de Bes, financiero y hombre representativo del influyente C¨ªrculo de Econom¨ªa, a quien se le propuso el cargo antes que a nadie. Pero ello no ha podido ser -aunque es significativo que Tusquets aceptara de inmediato- y lo que se ha perdido por un lado se ha ganado por otro. Si Tusquets pod¨ªa representar al selecto mundo de la alta y mediana empresa catalana, Fern¨¢ndez Teixid¨® est¨¢ estrechamente conectado con los peque?os y medianos comerciantes. En todo caso, ambos permiten que se reconozcan en la nueva Converg¨¨ncia de Artur Mas los sectores de votantes centristas y catalanistas moderados que le fallaron a Pujol en el ¨²ltimo ciclo electoral y que se corre el peligro de que hoy se fuguen hacia el PP de Piqu¨¦. En todo caso, se ha cubierto el flanco moderado, complementario del soberanista.
En tercer lugar, hab¨ªa que intentar borrar toda huella de los pasados -pero judicialmente vivos- esc¨¢ndalos de presunta corrupci¨®n: especialmente el caso Pallarols y el caso Turismo. Franco y Subir¨¤ han sido los sacrificados, el segundo con mayores responsabilidades que el primero, sin ninguna duda. Pero el hecho de que Uni¨® pierda su tradicional cartera de Trabajo es un elemento significativo de esta crisis. Los que directa o indirectamente est¨¢n relacionados con estos escabrosos asuntos que tanto da?o pueden hacer en una campa?a electoral ya no est¨¢n, pues, en el Gobierno. Conseguido, as¨ª, un nuevo objetivo.
Por ¨²ltimo, la crisis intenta dar una imagen nueva de CiU y de las posibilidades de cambio que Mas puede representar. Tengo la impresi¨®n de que Pujol vio claro en el ¨²ltimo ciclo electoral que tanto ¨¦l personalmente como el c¨ªrculo que le rodeaba estaba gastado, viejo, y deb¨ªa iniciar la retirada. Parece que Pujol, en el plano personal y familiar, lamenta no haber atendido a su familia, especialmente a sus hijos, en las edades de la infancia y la pubertad debido a su absorbente dedicaci¨®n a la pol¨ªtica. Ello es muy humano y natural: sucede a todo padre con voluntad de serlo que se encuentre en circunstancias iguales o equivalentes. Hay buenas ¨¦pocas de la vida que no pueden repetirse y ¨¦sta es una de ellas. Pues bien, estos hijos ya tienen edades comprendidas -si no me equivoco- entre los 30 y los 45 a?os. Traslad¨¢ndolo a la sociedad catalana, Pujol se dio cuenta de que ¨¦l y su entorno tradicional generaban cansancio, aunque s¨®lo fuera por esta causa. Su retirada es inteligente y responde a una buena percepci¨®n de la realidad social catalana de hoy.
?Podr¨¢n Artur Mas y su entorno relevar a una generaci¨®n convergente ya gastada? En el nuevo Gobierno las caras pol¨ªticas m¨¢s veteranas -si dejamos de lado a buenos t¨¦cnicos como Pom¨¦s- son, probablemente, las de Homs y N¨²ria de Gispert, aparte del propio Mas. Hace 10 a?os ninguno de ellos era relevante en la pol¨ªtica catalana. En tres a?os, pues, Pujol ha hecho una renovaci¨®n pol¨ªtica importante y la nueva imagen que pretend¨ªa est¨¢ bastante conseguida.
En definitiva, la maniobra de fondo que pretende este nuevo Gobierno va en paralelo con la reciente conferencia del conseller en cap: rectificar respecto al periodo inmediatamente anterior a 1999, cuando CiU estuvo a punto de perder el Gobierno de la Generalitat, su ¨²nico activo pol¨ªtico de importancia. La pol¨ªtica actual de Mas intenta recuperar el voto perdido por el flanco soberanista -propuesta de nuevo Estatuto, concierto econ¨®mico al modo vasco y con Felip Puig en un puesto relevante en el Gobierno- y por el flanco moderado -necesidad de una administraci¨®n eficaz, acercamiento al Partido Popular, macrodepartamento para la persona que defendi¨® esta opci¨®n sin complejos-. El peligro es que, a veces, queriendo contentar a todos no se logra convencer a ninguno.
Ahora bien, da la sensaci¨®n de que CiU se mueve. Lo que no est¨¢ nada claro es que con la r¨¦mora de ineficacia que arrastra y con el cansancio que ha originado su viejo discurso victimista, consigan recuperar credibilidad. Le quedan, en todo caso, muy pocos meses.
Francesc de Carreras es catedr¨¢tico de Derecho Constitucional de la UAB.
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