Portillo y Tote hicieron de Ronaldo
Los ¨²ltimos del escalaf¨®n de delanteros protagonizaron la goleada del Madrid en Oviedo
Corri¨® el escalaf¨®n de delanteros en el Madrid y la gente respondi¨®. Portillo y Tote -cuarto y quinto en la escala de arietes- protagonizaron la c¨®moda victoria de su equipo en Oviedo, toda una noticia porque al Madrid no le resultaba c¨®modo ning¨²n partido. Tambi¨¦n es novedosa la contribuci¨®n de los suplentes, tradicionalmente bajo sospecha. A veces parecen tan acostumbrados a su papel residual que juegan en un estado de abatimiento. Pero en Oviedo se dieron una alegr¨ªa, y hasta pueden decir que lograron lo que no consiguen los arist¨®cratas de la plantilla. Ganaron, que no es poco.
Hubo conato de partido durante la primera media hora, trabajada con energ¨ªa por el Oviedo, que se entreg¨® en el cuerpo a cuerpo. Ya se sabe que no es el tipo encuentro que prefiere el Madrid. Durante un buen rato, los suplentes reprodujeron todos los defectos de los titulares: escasa atenci¨®n defensiva y un juego que se volv¨ªa cada vez m¨¢s trivial, en parte porque ¨¦sa es la condici¨®n actual de jugadores como Celades, Flavio y McManaman, portavoces de la banalidad.
OVIEDO 0| REAL MADRID 4
Oviedo: Dorronsoro; ?ngel, Gurrutxaga, Saavedra, Paredes; David Cano, Amieva (Jaime, m. 74); Fran, Idiakez, Geni (Sergio, m. 74); y Oli (Rub¨¦n, m. 74). Real Madrid: C¨¦sar; Mi?ambres, Rub¨¦n, Pav¨®n, Ra¨²l Bravo; McManaman, Flavio, Celades, Solari (Olalla, m. 77); Tote y Portillo. Goles: 0-1. M. 33. Centro de Solari desde la izquierda que empuja en boca de gol Portillo. 0-2. M. 45. Centro de Ra¨²l Bravo que remata Tote. 0-3 M. 52: Centro de McManaman, que cabecea Tote. 0-4. M. 77. Centro de Mi?ambres desde la derecha hacia atr¨¢s y marca Portillo. ?rbitro: Losantos. Amonest¨® a Idiakez, Oli y Dorronsoro. Unas 20.000 personas en el Carlos Tartiere..
El problema del Oviedo es que no hab¨ªa correspondencia entre su en¨¦rgica puesta en escena y la calidad de su f¨²tbol, muy deficiente. Bastaron dos acciones de Portillo para descubrir la debilidad del Oviedo. La primera fue una volea bien repelida por Dorronsora. En la segunda no hubo respuesta posible del portero: Portillo hizo lo que le ha dado fama y aprovech¨® un centro de Solari.
Desde ese momento el Oviedo se ofusc¨® y al p¨²blico le dio un ataque de nervios. Consider¨®, probablemente con raz¨®n, que hubo un penalty de Ruben, pero el Oviedo ofrec¨ªa claros s¨ªntomas de derrota. Una incursi¨®n de Ra¨²l Bravo termin¨® con cualquier duda. Meti¨® la directa, limpi¨® a un par defensas y entreg¨® la pelota a Tote, que marc¨® el segundo del Madrid.
Todo lo que sucedi¨® despu¨¦s estuvo m¨¢s cerca de un tranquilo entrenamiento que de las exigencias de un partido. Sirvi¨®, en cualquier caso, para observar algunos detalles. Fueron los chicos de la cantera los m¨¢s entregados a la causa. Mi?ambres confirm¨® que es un jugador valioso en la banda derecha, donde s¨®lo corre un riesgo: no se sabe muy bien si es lateral o interior derecho. El caso es que funciona razonablemente bien en las dos posiciones, por ejemplo con m¨¢s pujanza y sentido que McManaman en la punta derecha.
Por el otro lado, Ra¨²l Bravo y Solari se desplegaron con frecuencia, sin reparar en gastos. Va en el estilo de los dos. El resto correspondi¨® a los dos ¨²ltimos de la cuerda de delanteros, Portillo y Tote, jugadores respetables que padecen la suplencia en un equipo de figuras. En otros lados, recibicir¨ªan un gran consideraci¨®n. Aqu¨ª, les toca el papel de meritorios. En Oviedo, cumplieron con la obligaci¨®n.
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