'Creo que Verdi era bar¨ªtono y eso le hac¨ªa componer con mayor acierto para esa voz'
Imponente tanto por el poder expresivo de su voz como por la seducci¨®n de su presencia en la escena, el bajo-bar¨ªtono Ruggero Raimondi (Bolonia, 1941) es una de las grandes figuras de la ¨®pera actual. El recital verdiano que presentar¨¢ junto a Leo Nucci presenta otro aspecto, m¨¢s cercano, m¨¢s vers¨¢til, de su personalidad musical. El programa de los pr¨®ximos d¨ªas 12 y 14 en el Teatro Real de Madrid incluye arias de Attila, Nabucco, Don Carlo, Ernani, Simon Boccanegra, I Vespri Siciliani y Falstaff. De momento, no se le podr¨¢ ver en una ¨®pera en Madrid hasta enero de 2004, cuando venga con Tosca.
PREGUNTA. Verdi compuso algunos de los mejores papeles para bar¨ªtono. ?Es una de las razones por las que han elegido este programa?
RESPUESTA. Tanto Leo Nucci como yo provenimos de la misma regi¨®n, de Emilia, y eso nos conecta con el mundo de Verdi desde nuestra infancia. Verdi es para nosotros lo que Wagner para los alemanes. Crecimos en esta atm¨®sfera y desde que nos conocimos pensamos en hacer un recital para bajo y bar¨ªtono y tambi¨¦n para dos bar¨ªtonos, porque Falstaff y Ford son ambos bar¨ªtonos.
P. ?A qu¨¦ cree que se debe la predilecci¨®n de Verdi por los papeles de bar¨ªtono?
R. Porque creo que Verdi era bar¨ªtono. Pienso que al componer cantaba con su voz y eso le hac¨ªa ser mucho m¨¢s cuidadoso y acertado al elegir las tonalidades para bar¨ªtono. Lo que no deja de lado su talento para componer para un tenor o una soprano. En cuanto a la psicolog¨ªa de los personajes, Verdi puso en ellos mucha de su propia carga emocional. ?l perdi¨® a un hijo. Por eso el tema de la paternidad tiene una intensidad muy profunda en sus obras, en Rigoletto, La Traviata.
P. Se suele recordar la ocasi¨®n en que casi se desvanece en escena tras cantar la muerte de Bor¨ªs Godunov. ?Sigue viviendo sus personajes con esa intensidad?
R. La muerte de Bor¨ªs es un momento tan fuerte, una especie de visi¨®n, que la primera o la segunda vez que lo interpret¨¦ me fue muy dif¨ªcil controlar la emotividad.
P. Usted es un cantante poco dado a las exageraciones, es m¨¢s bien riguroso en el estilo y la voz.
R. S¨ª, creo que el cantante no debe perder el control. Hay tantas cosas en las que tiene que pensar: c¨®mo proyectar la voz, respirar , poner la voz en la posici¨®n correcta, la entonaci¨®n y el ritmo, pero tambi¨¦n d¨®nde est¨¢n las luces para saber d¨®nde dirigirte, tienes que prestar atenci¨®n al director y la orquesta. Son tantas cosas que no puedes dejarte ir libremente. El actor siempre debe controlar al personaje, porque si te dejas controlar por ¨¦l est¨¢s perdido.
P. Pero usted combina pasi¨®n y control en escena.
R. Todos los sentimientos que muestras en escena son sentimientos que has ensayado y que debes conocer perfectamente. Todo debe estar muy medido. Hay que sentir, pero saber d¨®nde te tienes que detener. Es casi aritm¨¦tico.
P. Sin embargo, en alguna ocasi¨®n ha criticado a los j¨®venes cantantes, demasiado apegados a lo t¨¦cnico.
R. Los nuevos cantantes conocen perfectamente las obras, tienen buena t¨¦cnica pero no saben expresar sentimientos. Hoy d¨ªa hay en la escena demasiada frialdad. No hay una pelea interior en los personajes, s¨®lo papeles realizados de forma autom¨¢tica. Falta el contenido humano y ¨¦se es un problema actual. Suben a escena y lo m¨¢ximo a lo que llegan es a la correcci¨®n. Y no se trata del calor de un esp¨ªritu latino, por decir algo, son cosas que un buen director de escena deber¨ªa poder corregir.
P. ?Le gusta alternar los recitales con la ¨®pera?
R. Son una forma de descanso placentero. Trabajas m¨¢s en el color de la voz que en la fuerza. Est¨¢s solo con un pianista y nadie entre el p¨²blico y yo, lo sientes m¨¢s cercano y se dan momentos m¨¢s ¨ªntimos.
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