Lula impulsa un acuerdo similar a los Pactos de La Moncloa para gobernar en Brasil

El presidente electo de Brasil, Lula da Silva, logr¨® ayer reunir a empresarios, pol¨ªticos, banqueros y terratenientes con sindicalistas y campesinos, en total casi 130 personas, para sentar las bases de un acuerdo social similar a los Pactos de La Moncloa. De ese entendimiento ha surgido el Consejo de Desarrollo Econ¨®mico y Social, un nuevo organismo que funcionar¨¢ desde enero y cuya prioridad ser¨¢ la de definir pol¨ªticas sociales y de creaci¨®n de empleo y las bases para las reformas tributaria, laboral y agraria, entre otras, que luego se discutir¨¢n en el Parlamento.

El Consejo de Desarrollo Econ¨®mico y Social nace como primer paso de una amplia reuni¨®n realizada en S?o Paulo en la noche del jueves. En un discurso de 45 minutos, Lula reiter¨® que la prioridad m¨¢xima de su Gobierno ser¨¢ la lucha contra el hambre. Dijo estar convencido de que el 'problema de Brasil es mucho m¨¢s pol¨ªtico que econ¨®mico'. Reiter¨® que quiere contar con la participaci¨®n de representantes de toda la sociedad en su Gobierno. Y enseguida explic¨®, en l¨ªneas generales, c¨®mo ser¨¢ ese Consejo y cu¨¢les ser¨¢n sus atribuciones.

El presidente electo lo hizo acompa?ado por algunas de las mayores 'estrellas' de su partido, como el coordinador general del equipo de transici¨®n, Antonio Palocci, y el actual diputado y senador electo, el economista Aloysio Mercadante. El Consejo tendr¨¢ naturaleza consultiva, estar¨¢ vinculado directamente a la Presidencia de la Rep¨²blica y tiene como funci¨®n ser un canal de expresi¨®n de las propuestas de la sociedad civil al Gobierno. Su prioridad ser¨¢ definir pol¨ªticas destinadas a la creaci¨®n de empleos y a la implantaci¨®n de pol¨ªticas sociales, y de las propuestas del Consejo saldr¨¢n las bases para las reformas tributaria, laboral, agraria, entre otras, que ser¨¢n posteriormente debatidas en el Parlamento.

Los integrantes del Consejo, cuyo n¨²mero no ha sido establecido, ser¨¢n designados directamente por Lula. Todos deber¨¢n tener plena conciencia de que cada sector se ver¨¢ en la obligaci¨®n de 'aceptar sacrificios a corto plazo para luego obtener beneficios a mediano y a largo plazos', seg¨²n definici¨®n del asesor econ¨®mico de la campa?a de Lula, el economista Guido Mantega.

Ejemplo espa?ol

Lula y sus asesores m¨¢s pr¨®ximos dan como ejemplos modelos existentes en otros pa¨ªses, pero el b¨¢sico ser¨ªa los Pactos de La Moncloa, encabezados en Espa?a por Adolfo Su¨¢rez en 1977. A estos acuerdos se los considera por la clase pol¨ªtica brasile?a, principalmente los partidos de izquierda, como ejemplo de transici¨®n y de entendimiento entre los m¨¢s diversos sectores de la sociedad. Pero es com¨²n, en la confusi¨®n de la prensa brasile?a, que se atribuya su creaci¨®n a Felipe Gonz¨¢lez, quiz¨¢ por ser m¨¢s f¨¢cil encontrar puntos de coincidencia entre el ex presidente de Gobierno del PSOE con Lula.

La verdad es que desde 1985, cuando Brasil recuper¨® la democracia tras dos d¨¦cadas de dictadura militar, varios presidentes brasile?os anunciaron su intenci¨®n de seguir los pasos de Su¨¢rez y su Pacto de La Moncloa. Ninguno de ellos, en todo caso, hizo del tema una constante en sus propuestas de gobierno. Lula ha sido el primero y promete cumplir su promesa electoral.

Las reacciones a la creaci¨®n del Consejo han sido variadas. Hubo palabras de optimismo, de pesimismo y tambi¨¦n de alarma: varios sectores pol¨ªticos de Brasil dicen temer que, de hecho, el Consejo debilite al Congreso Nacional, en la medida en que pueda ser utilizado por Lula como arma de presi¨®n para aprobar sus proyectos.

No obstante, el punto que m¨¢s ha llamado la atenci¨®n de participantes y de analistas pol¨ªticos ha sido la ausencia de representantes del Movimiento de los Sin Tierra (MST), que hasta el momento ha respaldado en todo al Partido de los Trabajadores de Lula. No osbtante, mientras Lula daba su discurso en S?o Paulo, el presidente del PT y segundo hombre m¨¢s fuerte del partido, el diputado Jos¨¦ Dirceu, se encontr¨® por separado con dirigentes del MST. Por otra parte, hubo cr¨ªticas por la falta de una agenda espec¨ªfica y de una definici¨®n clara de cu¨¢les ser¨¢n los objetivos del Consejo. Horacio Lafer Piva, presidente de la todopoderosa Federaci¨®n de las Industrias del Estado de S?o Paulo (FIESP), se quej¨® de que nadie le contestara a una pregunta simple: ?Las ideas surgidas en la reuni¨®n de S?o Paulo se pondr¨¢n en pr¨¢ctica?