De potes, pero a la carta

En la calle Licenciado Poza en Bilbao, una de las m¨¢s concurridas a la hora del poteo, se mezclan varias generaciones; adolescentes, los poteadores de siempre pero con vino de calidad y tambi¨¦n ejecutivos que buscan relajarse.

Dentro del abanico destaca el bar Mugi. Este local, regentado por la familia D¨ªez Barrio, es un lugar de culto al dios Baco. All¨ª todos sus clientes pueden encontrar el vino que les apetezca por copas o botellas. Prioratos, riojas, riberas, somontanos, etc¨¦tera, tienen cabida en una carta de vinos m¨¢s extensa y mejor dise?ada que la de muchos restaurantes de la villa.

Si el consumidor se decanta por probar vinos por copas, la casa dispone de un dispensador especial para servirlo sin que se estropee el vino restante de la botella. En este dispensador se pueden degustar hasta doce caldos de distintas procedencias que incluye a los grandes top del panorama vin¨ªcola estatal. Est¨¢n los Rem¨ªrez de Ganuza, Fransola, Contino, etc¨¦tera en una selecci¨®n que cambia cada mes para permitir a su clientela seguir descubriendo vinos de todas las latitudes.

Para acompa?ar se ofrece desde jam¨®n cortado a cuchillo hasta m¨¢s de 40 variedades de pinchos; las socorridas tortillas, tri¨¢ngulos y la cocina en miniatura del timbal de patatas panaderas, anchoas con salsa de naranja, foie, pechugas de pollo rellenas, setas y embutidos.