El g¨¦nero de los n¨²meros

La desmemoria es esa virtud humana que permite sacar a flote las contradicciones sin que naufrague la autoestima. Que un d¨ªa hagas la revoluci¨®n y al otro firmes un armisticio con el enemigo. En pol¨ªtica, la amnesia favorece las cinturas cimbreantes, el cambio de chaquetas y la evoluci¨®n de los discursos. Gracias a la desmemoria, hoy se defiende con ah¨ªnco lo que hace un a?o era objeto de repudio con la cabeza bien alta.

Gracias a ella,Te¨®fila Mart¨ªnez, la presidenta del PP andaluz, podr¨¢ subir el mi¨¦rcoles a la tribuna para criticar las cuentas de la Junta de Andaluc¨ªa para 2003 sin tener que rectificarse a s¨ª misma. Y por supuesto que tampoco la consejera de Econom¨ªa y Hacienda, Magdalena ?lvarez, dir¨¢ ese d¨ªa que la participaci¨®n de la dirigente del PP en el debate prueba que su partido conf¨ªa en ella.

Te¨®fila Mart¨ªnez ha decidido este a?o hacer lo contrario de los dos anteriores, a pesar de que los argumentos que emple¨® para justificarse entonces siguen vigentes. La alcaldesa de C¨¢diz rompi¨® en 2000 una vieja tradici¨®n parlamentaria de los debates presupuestarios, en los que se enfrentaban el dirigente del principal partido de la oposici¨®n con el titular de Econom¨ªa. Todos los responsables del PP se mantuvieron fieles a la costumbre, con la salvedad del at¨ªpico periodo abierto tras la marcha de Javier Arenas a Madrid para hacerse cargo de la cartera de Trabajo y Asuntos Sociales en 1996.

Cuando le toc¨® la vez a Te¨®fila Mart¨ªnez, en noviembre de 2000, decidi¨® negarse. O contra Chaves, o contra nadie. 'Si es valiente, que debata conmigo. Si es una cuesti¨®n de l¨ªderes, pues que lo debatan el Gobierno y la l¨ªder del PP en Andaluc¨ªa, pero lo que no se puede es estar por encima del bien y del mal, y poner ¨¦l las reglas', dec¨ªa entonces.

La asaetearon a cr¨ªticas desde las filas socialistas, desde las mismas que ahora bromean por el cambio de opini¨®n de la responsable del PP andaluz. El consejero Gaspar Zarr¨ªas dedujo entonces que se hab¨ªa declarado 'incapaz' y, sin embargo, el portavoz socialista en el Parlamento, Jos¨¦ Caballos, se parti¨® de risa el otro d¨ªa al conocer la decisi¨®n de la dirigente del PP de subir a la tribuna: 'Nos vamos a divertir'. Amigo de la iron¨ªa, a?adi¨® un par de andanadas: 'Va a ganar por goleada, como hace habitualmente en todos los debates parlamentarios', 'Le va a aquedar tan bien como a [Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez] Zapatero'.

En 2000, la titular de Econom¨ªa, Magdalena ?lvarez, aprovech¨® el pleno de los presupuestos para afearle su negativa a discutirlos con ella: 'Es m¨¢s dif¨ªcil debatir que sonre¨ªr en una foto porque hay que pensar'. ?lvarez remach¨® aquellos ataques diciendo que el PP no se fiaba de su m¨¢xima dirigente.

Pero como gracias a la desmemoria s¨®lo es necesario justificar el presente, Te¨®fila Mart¨ªnez explic¨® el pasado jueves que su participaci¨®n obedec¨ªa a la 'trascendencia' del debate para la pol¨ªtica municipal, en v¨ªsperas de unas elecciones locales, adem¨¢s de ser el ¨²ltimo 'global' y 'de importancia' antes de esa campa?a.

Nada dijo sobre su antigua querencia por Chaves para discutir sobre n¨²meros, a pesar de que tambi¨¦n en 2001 sigui¨® defendiendo su estrategia de limitar sus encontronazos parlamentarios al presidente andaluz. 'Reto a Chaves a debatir si ¨¦stos son sus presupuestos o los de una consejera del Gobierno. Pido a Chaves que debata porque yo estoy dispuesta a ello', solt¨® d¨ªas antes de la sesi¨®n plenaria en una conferencia de prensa.

As¨ª que el mi¨¦rcoles, Te¨®fila Mart¨ªnez defender¨¢ por vez primera la enmienda a la totalidad presentada por el PP contra el proyecto de presupuestos auton¨®micos de 2003. Su decisi¨®n ha sorprendido a muchos, entre ellos a quienes la criticaron por lo contrario hace dos a?os. En el PSOE se frotan las manos especulando con un duelo dial¨¦ctico entre ?lvarez y Mart¨ªnez, en el que creen que la consejera parte con ventaja clara. Nadar entre las cuentas auton¨®micas, para una inspectora de finanzas como la consejera, es algo casi natural. Si se le agrega, adem¨¢s, el af¨¢n meticuloso con el que ?lvarez se prepara cualquier intervenci¨®n, su defensa del proyecto puede ser inexpugnable. Al menos, en su vertiente m¨¢s t¨¦cnica.

Hasta Concha Caballero, la portavoz de Econom¨ªa de IU en el Parlamento, se condoli¨® de la dirigente del PP. Primero se felicit¨® por la decisi¨®n, pero luego remach¨®: 'Cada uno es libre de suicidarse pol¨ªticamente como quiera'.

Caballero, buena conocedora de los rifirrafes con ?lvarez, defiende la posici¨®n de IU en este pleno desde 1999. En una ocasi¨®n, la consejera le espet¨®: 'Si se cree que va a saber algo de financiaci¨®n d¨¢ndose un pase¨ªto por Internet est¨¢ usted muy equivocada'.

Dos tonos

Porque la consejera tiene dos tonos. Un discurso t¨¦cnico, expositivo, neutro, libre de aristas, con el que suele comenzar la intervenci¨®n en el pleno. Y el de r¨¦plica, donde puede dar lo mejor o lo peor de s¨ª misma, porque es de respuesta ¨¢gil, implacable, espont¨¢nea e ir¨®nica.

Tiene en com¨²n con Te¨®fila Mart¨ªnez algunas cosas como el coraje y el discurso agresivo. Para atacar, la dirigente del PP recurre al reino de las peque?as cosas, a las descalificaciones gruesas y a unas escaladas de tono que comienzan en susurros y culminan en gritos. No es brillante, pero tiene tal arrojo -o inconsciencia- que es capaz de preguntarle a Chaves por el PER justo cuando atruenan las cr¨ªticas contra el PP por sus planes para eliminarlo. Por eso entre las filas socialistas se regodean de forma generalizada, con la salvedad casi segura de Magdalena ?lvarez, que raramente desde?a a sus adversarios de antemano.

Igual que Te¨®fila no teme los duelos dial¨¦cticos. Durante su etapa en el Congreso se midi¨® a menudo con Jos¨¦ Borrell, a la saz¨®n ministro de Obras P¨²blicas y Transportes, y considerado uno de los oradores m¨¢s brillantes del hemiciclo. La dirigente del PP repite a menudo que ni la presionan ni la impresionan. Probablemente ?lvarez, Mart¨ªnez y Caballero est¨¦n preparando sus intervenciones, ajenas al runr¨²n que puede alimentar el hecho de que por primera vez tres mujeres protagonicen el debate presupuestario. Pero los n¨²meros no tienen g¨¦nero.