Las cuotas participativas, claves para el futuro de las cajas

La historia de las cajas de ahorro muestra claramente que han sido capaces de responder con eficacia y rapidez a un entorno cambiante y dif¨ªcil. Desde sus or¨ªgenes han sabido combinar audacia con rigor, complejidad con flexibilidad, protagonismo con discreci¨®n, dinamismo con eficiencia, sin perder por ello lo m¨¢s genuino y sorprendente de s¨ª mismas: su peculiar ausencia de propietarios.

La defensa general de la sociedad civil frente al intervencionismo estatal se concreta en lo particular a trav¨¦s del desarrollo de v¨ªas espec¨ªficas de participaci¨®n, ajenas a las meramente pol¨ªticas. Pues bien, dif¨ªcilmente se pueden encontrar en la sociedad espa?ola unos cauces participativos m¨¢s plurales y din¨¢micos que los que desde la perspectiva de la representaci¨®n social significan las cajas de ahorro, siendo preciso asegurarles un alto grado de estabilidad. Es necesario reforzarlas con instrumentos jur¨ªdicos que solucionen la problem¨¢tica dotaci¨®n de recursos propios para la cobertura del coeficiente de solvencia y que permitan una m¨¢s activa participaci¨®n en la gesti¨®n econ¨®mico-financiera.

Las cuotas participativas son los instrumentos jur¨ªdicos adecuados para tal fin. No representan ninguna novedad, ya que est¨¢n contempladas en el Real Decreto 664/1990, de 25 de mayo, aunque no fueron desarrolladas, siendo el art¨ªculo 14 de la nueva Ley Financiera el que actualiza tal normativa y desbloquea su anterior falta de operatividad.

Las cuotas participativas permitir¨¢ndotarlas de recursos propios en orden a asegurarles unas condiciones b¨¢sicas de competencia homog¨¦nea con otras entidades de dep¨®sito.

Es excesivamente reduccionista suponer que las cuotas participativas son el inicio del camino que conducir¨ªa a las cajas de ahorro espa?olas a su transformaci¨®n en sociedades an¨®nimas. Ver en esta f¨®rmula un no deseado proceso de privatizaci¨®n que las llevar¨ªa a su desaparici¨®n, a tenor de lo sucedido en algunos pa¨ªses de Europa (Reino Unido o Italia), es olvidar otros casos como Noruega, en donde la emisi¨®n de instrumentos similares a las cuotas reforz¨® y fortaleci¨® sus cajas.

Curiosamente, s¨ª se ha consentido la emisi¨®n de participaciones preferentes, t¨ªtulos en los que las relaciones entre la sociedad emisora, domiciliada en un para¨ªso fiscal, y los adquirientes de los mismos, se rigen por el derecho de tal para¨ªso fiscal, ajenas por tanto a la legislaci¨®n espa?ola.

Con la emisi¨®n de cuotas participativas se pretende no s¨®lo disponer de los recursos suficientes para seguir financiando de forma equilibrada la pol¨ªtica de crecimiento de la entidad, sino tambi¨¦n lograr una vinculaci¨®n m¨¢s estrecha con los clientes. La cotizaci¨®n de las cuotas participativas en mercados organizados posibilitar¨¢ una aproximaci¨®n a la valoraci¨®n de la gesti¨®n de la entidad, resultado de la propia negociaci¨®n de las mismas, cuya cotizaci¨®n reflejar¨¢ las expectativas de generaci¨®n de beneficios que perciban los mercados.

Se lograr¨¢ un notable fortalecimiento del sector y se abrir¨¢ el abanico de opciones estrat¨¦gicas, lo que sin duda redundar¨¢ en beneficio de su acci¨®n social. En definitiva, sentar¨¢ las bases para dar cobertura no s¨®lo a los retos actuales, sino tambi¨¦n a aquellas exigencias que surgir¨¢n en un futuro cercano.

Jos¨¦ Luis M¨¦ndez L¨®pez es director general de Caixa Galicia.