Merkel no consigue renovar la CDU tras la derrota electoral

Los democristianos alemanes est¨¢n desorientados. La derrota electoral de septiembre ha abierto una crisis en la CDU (Uni¨®n Cristianodem¨®crata) que los delegados reunidos ayer en un congreso especial en Hannover no lograron cerrar. Entre otras razones porque la l¨ªder del partido, Angela Merkel, renunci¨® a plantear ante la asamblea el debate sobre la renovaci¨®n a fondo de la CDU que ella misma hab¨ªa pedido en los ¨²ltimos d¨ªas. La oposici¨®n cerrada de la c¨²pula del partido y de los barones regionales ha impedido este primer intento de corregir el rumbo.

La herida inflingida por el canciller socialdem¨®crata, Gerhard Schr?der, y sus socios verdes, al triunfar por un escas¨ªsimo margen en las urnas, es todav¨ªa demasiado reciente. Quiz¨¢ por ello el congreso de ayer no quiso mirar atr¨¢s. ?Por qu¨¦ perdi¨® la CDU, cuando ten¨ªa el triunfo al alcance de la mano? ?Es suficientemente moderno el estilo del partido? ?C¨®mo hacerlo m¨¢s atractivo?

Merkel, con la confianza que concede que ella no perdi¨® las elecciones hab¨ªa repetido en las ¨²ltimas semanas que la CDU necesita renovar a fondo su imagen, especialmente en lo que se refiere a las pol¨ªticas familiares y, sobre todo, a la posici¨®n de las mujeres en la sociedad. Pero tras sondear a los barones regionales del partido en los ¨²ltimos d¨ªas, ayer dio marcha atr¨¢s y centr¨® su discurso, de 70 minutos, en atacar a Schr?der.

Los que se han opuesto a un debate en profundidad y han triunfado aducen dos argumentos. El primero es que Schr?der gan¨® las elecciones con trucos de malabarista (la negativa a seguir a EE UU en un ataque a Irak y el uso propagand¨ªstico de las inundaciones representan dos ejemplos), y no porque la CDU no tuviese un buen programa. Y luego, que todas las encuestas, desde hace semanas, vuelven a situar consistentemente a los democristianos por delante en la preferencia de la opini¨®n p¨²blica.

Un cambio urgente

Para los renovadores no es suficiente. El sector que apoya a Merkel, no s¨®lo para que dirija el partido en los pr¨®ximos dos a?os, sino para que encabece una aut¨¦ntica revoluci¨®n interna, considera que el cambio es urgente. 'Tenemos que definirnos p¨²blicamente ante la realidad del siglo XXI', dijo el domingo por la noche a un grupo de periodistas uno de los vicepresidentes del partido, J¨¹rgen R¨¹ttgers. 'Hay que aceptar la vida como es ahora y no como era en el siglo pasado', coment¨® el vicepresidente.

Pero ayer no hubo nada de eso, ni en los discursos, ni en los debates, ni en el trabajo en comisiones, un signo de la debilidad de la jefa del partido frente al aparato. Merkel se encuentra en una posici¨®n parad¨®jica. Es presidenta del partido (ayer fue reelegida con casi el 94% de los votos) y del grupo parlamentario.

Pero se encuentra aislada en la c¨²pula de la CDU, que todav¨ªa no acaba de digerir la idea de una mujer al frente del partido de los que fueran cancilleres Konrad Adenauer y Helmut Kohl, aunque la haya colocado en el puesto ante la falta de alternativas. Y sobre todo, que desconf¨ªa de sus proclamas de abrir la CDU a la nueva sociedad alemana, que cada vez tiene menos que ver con los valores tradicionales defendidos por este partido conservador.

El debate ha quedado aplazado, de mutuo acuerdo, hasta el pr¨®ximo mes de febrero. El d¨ªa 2 se celebran dos elecciones regionales muy importantes: el land de Hesse, donde ya gobierna la CDU, y el land de Baja Sajonia (SPD), donde los democristianos esperan deshacer el 'error de septiembre' y demostrar que el triunfo del socialdem¨®crata Schr?der fue un espejismo. 'Desde hace seis semanas', dijo ayer Merkel, 'Alemania lamenta esa decisi¨®n '.