Violencia dom¨¦stica

Hace unos d¨ªas le¨ª en EL PA?S del pasado 1 de septiembre en su apartado de sociedad la noticia comentario de Jaime Prats titulada 'Una vida sometida por los celos', en la que se nos relataban los hechos por los cuales pas¨® Mar¨ªa Luisa Mu?oz desde que conoci¨® a su marido, Jasim Al¨ª Jasim, hasta que encontr¨® la muerte a manos de ¨¦ste a causa de los celos.

Aprovecho esta ocasi¨®n para mostrar mi disconformidad m¨¢s rotunda y absoluta con las instituciones, personas y organismos que estando al tanto de los casos de violencia dom¨¦stica, sea de la forma que sea, no toman las medidas oportunas y suficientes, tanto en tiempo como en forma, para evitar dicha violencia y el que ¨¦sta pueda, como sucede en nuestro caso, desembocar desgraciadamente en la muerte de un ser humano.

Me averg¨¹enzo ante la falta de solidaridad y apoyo de aquellas personas que, como el jefe o algunos de los antiguos compa?eros de Mar¨ªa Luisa, demostraron nula reacci¨®n ante los hechos de violencia denunciados.

Por todo ello, aprovecho estas l¨ªneas para unirme y hacer causa com¨²n con todos los Jos¨¦ Miguel y Juana que con un desgarrado grito nos est¨¢n diciendo 'Basta ya a la intolerancia y a la violencia dom¨¦stica' y que, de una vez por todas, las mujeres que pasan por lo mismo que ha pasado Mar¨ªa Luisa, cambien a tiempo el rumbo de su vida, y que las instituciones p¨²blicas pongan en marcha, de forma contundente y r¨¢pida, las medidas necesarias para luchar contra esta violencia y que podamos decir que la muerte de Mar¨ªa Luisa Mu?oz no ha sido en vano y que ha servido para dar una soluci¨®n definitiva al asunto.