Libertad de investigaci¨®n

Todos los a?os y desde hace muchos se celebra el 14 de Noviembre el d¨ªa mundial de la diabetes mellitus. En este a?o que ha pasado, Andaluc¨ªa ha ocupado un lugar destacado en lo que utilizando la vieja jerga de la Cruz Roja de las postguerras europeas, podr¨ªamos seguir llamando 'la lucha contra la diabetes'.

En primer lugar los pacientes diab¨¦ticos andaluces, han conseguido movilizar a las fuerzas sociales y pol¨ªticas del pa¨ªs para que legislen de acuerdo con los intereses reales de los ciudadanos y no desde los prejuicios de grupos. Para quienes la hemos seguido de cerca ha sido un ejemplo de movimiento civil y democr¨¢tico. Ante la negativa del Parlamento de la naci¨®n a legislar positivamente sobre la investigaci¨®n con c¨¦lulas madre, unas modestas asociaciones de diab¨¦ticos de Aguilar de la Frontera, de Montilla y de Cabra, deciden poner en marcha un movimiento de exigencia de unos derechos ciudadanos que r¨¢pidamente se extiende a toda Espa?a. En dos ocasiones han reunido centenares de firmas y presentado al Parlamento la demanda de desbloquear la investigaci¨®n con c¨¦lulas madres. Hasta donde conocemos, es la primera vez que los ciudadanos exigen libertad de investigaci¨®n. Un hecho hist¨®rico, sin duda, que puede marcar la historia de la pol¨ªtica cient¨ªfica de este pa¨ªs. Una vez m¨¢s, en la mejor de las tradiciones andaluzas, los ciudadanos andaluces se echan a la calle para reclamar derechos universales.

Bernart Soria no pudo imaginar que se iba a convertir en el estandarte de un movimiento en favor de la libertad

Desde luego el gran protagonista de este a?o ha sido el Profesor Bernat Soria. La posibilidad de modificar gen¨¦ticamente c¨¦lulas de ratones diab¨¦ticos para que produzcan insulina y la curaci¨®n de estos animales al trasplantarles sus propias c¨¦lulas modificadas recibi¨® el reconocimiento de la comunidad cient¨ªfica, pero probablemente ¨¦l nunca pudo imaginar que se iba a convertir en el estandarte de un movimiento mucho m¨¢s amplio a favor de la libertad de la investigaci¨®n.

El tercer referente de este a?o lo est¨¢n protagonizando las autoridades sanitarias andaluzas. Por un lado, aunque a¨²n no se ha hecho p¨²blico, est¨¢ ya finalizado el plan andaluz de diabetes. Un extenso documento de trabajo elaborado por representantes de diferentes sociedades cient¨ªficas a instancias de la administraci¨®n, en el que se hace un acertado diagn¨®stico de la situaci¨®n de la diabetes en Andaluc¨ªa y en el que se dise?an estrategias para abordar en los pr¨®ximos a?os una atenci¨®n integrada a los numerosos problemas que a¨²n quedan por resolver dentro de la atenci¨®n a las personas con diabetes. La inclusi¨®n de la diabetes mellitus dentro de la pol¨ªtica de organizaci¨®n asistencial por procesos, est¨¢ en la l¨ªnea de considerar a la diabetes como uno de los grandes problemas sanitarios de nuestro tiempo y de los tiempos venideros. Por otro lado, el acuerdo con el Profesor Bernat Soria, para que este pueda iniciar sus investigaciones en Andaluc¨ªa, m¨¢s all¨¢ de las dificultades para que pueda desarrollarse en la pr¨¢ctica, ha supuesto un compromiso p¨²blico de la pol¨ªtica andaluza por la investigaci¨®n cient¨ªfica y, como se ha visto, la mejor manera de desbloquear un conflicto que estaba comenzando a rayar en el esperpento.

Por ¨²ltimo y menos conocido, es el reconocimiento recibido por algunos grupos de investigaci¨®n de Andaluc¨ªa oriental por su trabajo en diabetes, reconocimiento que ha permitido la consecuci¨®n de recursos y proyectos de investigaci¨®n cuantiosos que permitir¨¢n consolidar en Andaluc¨ªa algunos de los centros de referencia nacionales en la investigaci¨®n en diabetes. Al conmemorar ahora el a?o transcurrido desde la anterior celebraci¨®n vemos que han sido un a?o muy intenso para Andaluc¨ªa y que no ha pasado en balde.

Este c¨²mulo de acontecimientos sumariamente relatados arriba, demuestran que cuando una sociedad se pone en marcha con entusiasmo, con inteligencia, con tes¨®n, puede cambiar la realidad. La diabetes mellitus tipo 1, por hipotecar la vida de muchos ni?os y la diabetes mellitus tipo 2, por su relaci¨®n causal con el modo de vida de los pa¨ªses desarrollados, por el enorme n¨²mero de personas afectadas, por el incremento anual de la prevalencia, por sus elevadas complicaciones y, sobre todo, por la posibilidad de prevenirla con cambios en los estilos de vida, se han convertido en un banco de prueba de los sistemas sanitarios y en un verdadero reto para la investigaci¨®n cient¨ªfica. No sabemos si la diabetes podr¨¢ curarse en el futuro, pero con el camino emprendido est¨¢n ya apareciendo beneficiosos efectos colaterales que no estaban en los objetivos iniciales. Ahora, de nuevo, como siempre, nos queda la esperanza.