Aflora un enigma en la vieja catedral
Hallados retratos de jesuitas ocultos 235 a?os bajo dos retablos en restauraci¨®n en la colegiata de la calle de Toledo
Ah¨ª estaban. Escondidos y ocultos bajo dos retablos del barroco tard¨ªo madrile?o en una capilla lateral de la colegiata de San Isidro, en la calle de Toledo. Han pasado as¨ª, fuera de la vista del p¨²blico, al menos 235 a?os. Pero ahora, despu¨¦s de haber sido retirados para su restauraci¨®n los lienzos que, con otros personajes, blasonaban los dos retablos que los encubr¨ªan, asoman de nuevo unos frescos y cuatro retratos hasta ahora desconocidos. Pintados en pleno siglo XVII, un poso de enigma se dibuja en las comisuras de sus labios.
Los retratos corresponden a cuatro religiosos; dos de ellos son calvos; casi todos barbados, todos de presencia grave. ?Qui¨¦nes son realmente? La historia de Madrid arroja sobre la actualidad este nuevo misterio, reci¨¦n aflorado durante la restauraci¨®n de tres capillas del que fuera, desde su construcci¨®n en 1651, el m¨¢s magno templo de esta Villa. Lo fue hasta la culminaci¨®n de la construcci¨®n de la catedral de la Almudena, que lo desplaz¨® del rango catedralicio con la visita papal de junio de 1993. El hallazgo plantea una charada que habr¨¢n de interpretar los expertos. Lo evidente es que las pinturas afloradas se disponen bajo dos valiosos frescos sobre yeso, uno de santa Teresa de Jes¨²s, situado a la derecha de la capilla, y el otro, situado enfrente, de santo Tom¨¢s de Aquino. ?ste, denominado el doctor Ang¨¦lico, alado y con pluma de ganso en la mano, y la de ?vila, con su negra toca, dan cobertura a los retratos descubiertos.
Los dos conjuntos fueron pintados dentro de la capilla hoy llamada de San Jos¨¦ -con aire de cripta-, la m¨¢s peque?a, pero la m¨¢s central, de las cinco que flanquean el templo madrile?o en su paramento derecho en direcci¨®n al altar mayor. Desde el pasado agosto faena en su interior personal cualificado de la empresa Clar: hasta 10 especialistas que, por encargo del Arzobispado de Madrid y con la supervisi¨®n del Gobierno regional, restauran tres bellas capillas. 'Se hallaban muy deterioradas', explica Miriam Chamizo, aparejadora de 27 a?os ducha en estas lides, dada la soltura con la que se mueve bajo andamios enredados en pl¨¢stico. 'El hallazgo surgi¨® hace unas semanas, cuando, al levantar los cuadros que decoraban los dos retablos de la capilla de san Jos¨¦, encontramos los frescos y los medallones con sus retratos en un estado de conservaci¨®n bastante bueno', dice.
Desde el punto de vista art¨ªstico, las pinturas de santa Teresa y del De Aquino parecen tener mayor m¨¦rito, por su hechura sobria, su perspectiva y por los rasgos modales de la pintura de su ¨¦poca, presumiblemente las postrimer¨ªas del siglo XVII, afirma Jos¨¦ Pedro Barrionuevo, responsable de la restauraci¨®n. No obstante, prefiere esperar un estudio pericial a la hora de fechar con exactitud el descubrimiento. Pero resulta obvio que los retratos se asemejan mucho a los de la plana mayor fundacional de la Compa?¨ªa de Jes¨²s: el vasco Ignacio de Loyola; el levantino Francisco de Borja; Francisco Javier, el navarro; y, presumiblemente, el toledano Alfonso de Salmer¨®n o el soriano Diego La¨ªnez. Rostros, calvicies y gestos, tantas veces vistos en los seminarios ignacianos o en los recintos conventuales, as¨ª lo indican. ?Qu¨¦ sucedi¨® para que sus figuras aparezcan ahora descabaladas respecto de los ¨®culos de dos retablos colocados sobre ellos presumiblemente en el ¨²ltimo tercio del siglo XVIII, seg¨²n indican las volutas de los contornos de la madera sacra? Todo apunta a que fueron as¨ª ocultados tras la expulsi¨®n de los jesuitas de Espa?a, en abril de 1767, por orden de Carlos III.
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