Agua, lujo ignorado
Agua. ?Un tema sin glamour, aburrido, absurdo, rid¨ªculo, tonto? Agua. Ese l¨ªquido banal que sale del grifo desde que tenemos uso de raz¨®n parece, aqu¨ª, ahora, algo irrelevante, obvio. As¨ª, el agua s¨®lo se valora en su exceso o en su ausencia. Y entonces aparece el consabido "nunca llueve a gusto de todos". Hasta la pr¨®xima escasez. Hasta el nuevo diluvio. Agua: pura rutina de nuevos ricos y ni?os mimados que creen que todo les es debido, nada saben de supervivencia e ignoran que un grifo en funcionamiento, aun en la era de la propaganda tecnol¨®gica, es una especie de milagro.
Habr¨¢ que decirles a esos ni?os ricos, tan atentos siempre a lo ¨²ltimo que se lleva, que est¨¦n al loro: quiz¨¢ no est¨¦ tan lejos el d¨ªa en que el agua sea m¨¢s cara que el vino, la cerveza o un m¨®vil. Acaso as¨ª entiendan lo que pasa con el agua. No es cosa de aguafiestas, de catastrofistas o de esos desprestigiados pesimistas, tanto m¨¢s desprestigiados, por cierto, cuanto m¨¢s ignorantes son los desprestigiadores. Es cosa de las Naciones Unidas y de un mont¨®n de foros internacionales de todos los pelajes -agrupados en un lema, Agua para la humanidad, y en una propuesta de Convenio Mundial del Agua- que han puesto la lupa en lo elemental y lo m¨¢s ignorado entre los ni?os ricos: el agua. Que aqu¨ª estemos a a?os luz de un debate mundial -en curso- en el que nos va el futuro constata que vivimos en la inopia, colgados de los marcianos, de Ana Botella o del ?Hola!.
El caso es que en el mundo 1.400 millones de personas no tienen hoy agua potable; 3.000 millones -la mitad de la poblaci¨®n mundial- no dispone de red de alcantarillado; 1.000 millones -entre ellos, nosotros- consumen el 86% del agua mundial, y el 85% de las enfermedades de los pa¨ªses pobres se originan por la falta de agua. Agua. Fabricar un solo coche requiere 400.000 litros de agua y una persona necesita para sobrevivir, en el umbral del estr¨¦s h¨ªdrico -una ducha escasa cada semana-, unos 1.000 metros c¨²bicos de agua al a?o. El 60% del agua se encuentra en nueve pa¨ªses, entre ellos Brasil, Rusia, China, Canad¨¢, Indonesia y Estados Unidos. La agricultura absorbe una media del 70% de los recursos h¨ªdricos mundiales. Pero se pierde una media del 40% de esa agua agr¨ªcola y el 50% del agua potable se escapa a trav¨¦s de los sistemas de distribuci¨®n. S¨®lo en Europa, las Naciones Unidas valora esas p¨¦rdidas en 10.000 millones de d¨®lares anuales.
?Alg¨²n dato m¨¢s sobre esta lacerante desigualdad y esta incre¨ªble inconsciencia? Cuando en 2020 el 65% de la poblaci¨®n mundial viva en ciudades, los 1.400 millones de personas que no tienen agua potable ser¨¢n 3.200 y la palabra grifo podr¨ªa significar la paz o la guerra; ya sucede, de hecho, aunque aqu¨ª pensemos que la guerra s¨®lo es cosa de Bush, Bin Laden o Sharon.
He le¨ªdo El manifiesto del agua (Icaria e Interm¨®n/Oxfam) con asombro: los datos sobre el agua no se acaban aqu¨ª. La pol¨¦mica tampoco: ?bien com¨²n o bien privado? ?Qu¨¦ es el agua? ?Para qui¨¦n es el agua? El profesor de la Universidad de Lovaina Ricardo Petrella, redactor del manifiesto, cree que "el agua est¨¢ en la base de un enorme reto colectivo actual: c¨®mo organizar los bienes comunes y generar responsabilidad social sobre ellos". Discut¨ª a base de bien con ¨¦l sobre c¨®mo lograr que el agua, y su gesti¨®n, no sea considerada un bien econ¨®mico. Y sus razones fueron de peso: nos va la vida. "Imagine pasar s¨®lo tres d¨ªas sin agua", sugiri¨®. Y entonces record¨¦ un tremendo viaje a Centroam¨¦rica, sin agua; y eso que yo sab¨ªa que al cabo de tres d¨ªas volver¨ªa al privilegio del agua. Enzensberger ya ha escrito que el agua -como el aire- ya es un lujo. Un lujo que ignoramos. Un privilegio que consideramos propio e inacabable. Un privilegio feudal.
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