Los jueces dictan condenas m¨¢s duras con el nuevo C¨®digo Penal
El 41% de los presos cumplen penas de entre tres y ocho a?os
Los jueces dictan penas cada vez m¨¢s duras. Lo reflejan las cifras oficiales. El 41% de los presos condenados en Catalu?a cumplen una pena de entre tres y ocho a?os de c¨¢rcel. En 1999, ese porcentaje era del 32%. Entonces, el segmento mayoritario era el de presos que ten¨ªan una condena de menos de tres a?os. Ahora, adem¨¢s, el 17% de los presos est¨¢n sentenciados a entre 8 y 15 a?os de prisi¨®n, cuando hace tres a?os supon¨ªan el 11%. La aplicaci¨®n masiva del C¨®digo Penal explica este endurecimiento de las penas.
Los efectos del C¨®digo Penal de 1995 se notan cada vez m¨¢s, ya que al 85% de los reclusos, sean preventivos o penados, se les ha aplicado ya ese texto en lugar del de 1973. Hace tres a?os la cifra era del 60%. Esta ley comporta penas m¨¢s duras para algunos delitos muy frecuentes, como los cometidos contra la propiedad y el tr¨¢fico de drogas. "Conviene recordar que el PP se abstuvo cuando se aprob¨® el C¨®digo Penal y dijeron entonces que saldr¨ªan de las c¨¢rceles 20.000 delincuentes. El tiempo prueba que apenas hubo excarcelaciones y que, adem¨¢s, las penas que se imponen son m¨¢s severas", asegura Crist¨®bal Martell, profesor de Derecho Penal de la Universidad Abad Oliba, para desmentir la a¨²n arraigada creencia popular de que los presos pasan poco tiempo entre rejas.
Las cifras del Departamento de Justicia corroboran la opini¨®n de Martell. En junio de 1999, uno de cada dos reclusos estaba condenado a menos de tres a?os. Actualmente son el 37%. Entonces, el 32% de los presos cumpl¨ªan pena de entre tres y ocho a?os, y ahora son el 41%. Hace tres a?os, el 11% de los presos ten¨ªan una condena de 8 a 15 a?os, ahora esa cifra ha aumentado al 17%. La ¨²nica franja que se ha reducido es la de reclusos condenados a entre 15 y 20 a?os.
Gerard Thomas, presidente de la Secci¨®n Novena de la Audiencia de Barcelona, encargada de resolver los recursos de vigilancia penitenciaria, advierte de que "el vigente C¨®digo Penal no significa siempre una condena m¨¢s dura. S¨ª un cumplimiento m¨¢s alto". La ley vigente elimina las redenciones autom¨¢ticas por trabajo y la pena impuesta ha de cumplirse "a pulso", en lenguaje carcelario.
La ¨²nica escapatoria legal a esa situaci¨®n es adelantar la concesi¨®n de la libertad condicional, recuerda Ramon Par¨¦s, m¨¢ximo responsable de las prisiones de la Generalitat. Antes se pod¨ªa conceder al cumplir las tres cuartas partes de la condena y ahora basta con dos tercios. Otra cosa es que la justicia avale lo que diga la Administraci¨®n. "Primero, jueces y fiscales revocaban muchas de las decisiones que tom¨¢bamos. Cada vez lo entienden m¨¢s", asegura.
Otros indicadores evidencian el endurecimiento penitenciario de los ¨²ltimos tres a?os. En diciembre de 2000, el 34% de los reclusos hab¨ªan cumplido las tres cuartas partes de la condena. Un a?o despu¨¦s, esa cifra se redujo al 15,8%.
Una muestra realizada por el Departamento de Justicia de la Generalitat a partir de 517 sentencias con el C¨®digo Penal derogado y 285 con el vigente revela tambi¨¦n cifras muy significativas. La condena media impuesta con la ley actual por un delito de tr¨¢fico de drogas es de 967 d¨ªas, mientras que con el c¨®digo derogado era de 538. En el caso de los delitos de robo con violencia o intimidaci¨®n, la media de pena es de 529 d¨ªas y antes era de 248. En los delitos de lesiones, es de 469 d¨ªas y antes era de 144.
Desde el Observatorio del Sistema Penal y de Derechos Humanos de la Universidad de Barcelona se recuerda que, al margen de las penas, las prisiones se han masificado y desde hace una d¨¦cada no se construye una nueva c¨¢rcel en Catalu?a. "El endurecimiento de las penas y la masificaci¨®n dibujan un panorama muy preocupante para el preso", dice un portavoz.
C¨¢rceles masificadas
La poblaci¨®n penitenciaria se hab¨ªa mantenido estable en torno a las 6.000 personas, pero desde enero de 2001 no ha parado de aumentar. Tanto, que el pasado mes de septiembre hab¨ªa en las prisiones de Catalu?a 6.922 presos. La gran mayor¨ªa (5.418) estaban condenados y m¨¢s de una quinta parte de ¨¦stos s¨®lo acud¨ªan a la c¨¢rcel a dormir. Los otros 1.504 reclusos esperaban juicio.
?Tiene alg¨²n efecto positivo la ampliaci¨®n de las condenas? El profesor Martell tiene claro que no. "Una estancia larga en prisi¨®n desocializa y dificulta extraordinariamente la reintegraci¨®n social del preso", asegura. Tanto Martell como Thomas coinciden en que existe presi¨®n social para alargar las penas, con lo que se arregla un problema, pero se genera masificaci¨®n en las prisiones. Seg¨²n Thomas, m¨¢s all¨¢ de las penas, el vigente C¨®digo Penal no es sino "un punto de partida" que mejora de forma considerable el anterior. Para Martell, "se trata de una ley de mayor perfecci¨®n t¨¦cnica que huye de cl¨¢usulas generales y concreta las conductas, por lo que tambi¨¦n provoca m¨¢s absoluciones".
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