"Siempre me ha gustado llegar al coraz¨®n del jugador"

Desde las catacumbas de la categor¨ªa Regional al tercer puesto de la Primera Divisi¨®n. Ese ha sido el viaje tranquilo de Gregorio Manzano, jienense de de 46 a?os y licenciado en Magisterio, hasta hacer historia en banquillo del Mallorca, donde ha ganado seis partidos consecutivos.

Pregunta. ?Cu¨¢les son sus or¨ªgenes?

Respuesta. Yo compagin¨¦ ser portero de balonmano y delantero centro de f¨²tbol en la Universidad de Sevilla -f¨ªjese si son actividades contradictorias- hasta los 16 a?os, cuando me lesion¨¦ de gravedad una rodilla. Como mi familia no pod¨ªa permitirse que pasara por el quir¨®fano, no me oper¨¦ y decid¨ª seguir estudiando. Pas¨¦ un trimestre en cama.

P. ?Y c¨®mo tiene esa rodilla?

"El t¨¦cnico ideal es el que domina el medio y el que ha pasado por todos los status"

"Me emociona el f¨²tbol pensado y elaborado. Ver al jugador c¨®mo lee el partido"

R. Con ratones dentro. Alg¨²n d¨ªa tendr¨¦ que revisarla.

P. ?Por qu¨¦ quiso ser entrenador?

R. Desde la nostalgia, sin pensar en cuotas mayores. Pensaba en mi compa?ero Juan Jos¨¦, que empez¨® jugando conmigo y lleg¨® al Sevilla. Logr¨¦ una plaza de profesor de instituto de Santiesteban, en Ja¨¦n, y all¨ª me ofrecieron dirigir al equipo de este pueblecito de 4.000 habitantes. Ten¨ªa 27 a?os. Entren¨¢bamos por turnos: unos ven¨ªan a las seis, otros a las ocho y otros a las nueve.

P. Despu¨¦s entren¨® al Carrillo, Liliturgi, Villanueva del Arzobispo, todos de Regional. ?Qu¨¦ aprendi¨® de esa ¨¦poca?

R. La humanidad. La solidaridad. El jugar por 2.000 pesetas. El esp¨ªritu colectivo. Siempre me ha gustado llegar al coraz¨®n del jugador ante las adversidades.

P. Entrena al ?beda, en Tercera, al Ja¨¦n, en Segunda B, al Martos (todos de Ja¨¦n) hasta que...

R. El Talavera de la Reina me hace una oferta. Pido una excedencia en el instituto, pero me la deniegan. As¨ª que sigo dando clases en Ja¨¦n por la ma?ana y entreno al Talavera por la tarde. Me hago 760 kil¨®metros diarios para entrenar en Segunda B.

P. ?Cu¨¢ndo se da cuenta de que va a ser ser profesional?

R. Cuando me ficha el Toledo en Segunda Divisi¨®n. M¨¢s que llegar, lo dif¨ªcil es mantenerse. En cuatro a?os consecutivos [en la ¨¦lite], llevo casi 100 partidos y, cuando los alcance, dir¨¦ que puedo vivir de esto.

P. ?Es usted mit¨®mano?

R. Un poco. Pero cuando he visitado los grandes estadios, he tratado de visualizar y vivir los partidos antes de jugarlos. En este caminar en solitario de los entrenadores antes de los partidos, he vuelto la vista atr¨¢s en fotogramas r¨¢pidos. He visto las puertas de madera, la humedad, los cristales rotos de aquellos campos, y he sentido una gran alegr¨ªa de estar donde estoy.

P. ?Controla sus emociones?

R. Siempre, aunque en la soledad uno sea la persona m¨¢s emocional posible. Ni tampoco uno puede darle m¨¢s cari?o a un jugador que a otro. El entrenador ha de ser el padre y el l¨ªder de todos. Ha de ser fr¨ªo y equilibrado, reflejo de serenidad.

P. ?Est¨¢ preparado para convivir con el ¨¦xito?

R. Seis victorias no me van a cambiar. Ni antes ¨¦ramos los peores de la categor¨ªa ni ahora los mejores.

P. ?La aristrocracia del f¨²tbol le trat¨® con desprecio?

R. Cuando llego a Primera, s¨ª. Te metes en un vestuario en el Valladolid con gente como Caminero o Eusebio y entonces debes ir de sencillo, respetuoso y saber que me iban a mirar de forma distinta a si hubiera sido un ex futbolista de ¨¦lite. El f¨²tbol puede ser muy endog¨¢mico. Pudiera parecer en principio que gente como yo no tuvi¨¦ramos nada que aportar, pero luego la selecci¨®n natural deja a cada uno en su sitio.

P. ?Muchas zancadillas?

R. A veces he hablado claro y despu¨¦s me ha pasado factura. La diplomacia no es mi fuerte. He entendido que entre algunos directivos o secretarios t¨¦cnicos hay que ser diplom¨¢tico.

P. ?Guarda similitudes con Benito Floro?

R. No somos parecidos en nada. En absoluto me considero un te¨®rico. El f¨²tbol no se entrena en la pizarra.

P. Usted que ha estudiado psicolog¨ªa. ?Qu¨¦ le aporta ¨¦sta al f¨²tbol?

R. Si est¨¢ bien aplicada, mucho. No te garantiza resultados, pero ayuda a la t¨¢ctica, la f¨ªsica y la t¨¦cnica. Fortalece el grupo. Las t¨¦cnicas psicol¨®gicas no hay que aplicarlas siempre, sino en el momento de necesidad.

P. De su experiencia en Primera, Valladolid, Racing, Rayo y Mallorca. ?Considera un fracaso su paso por Santander?

R. No, un ¨¦xito total, con el reconocimiento de la cr¨ªtica y el p¨²blico.

P. ?Qu¨¦ f¨²tbol le emociona?

R. El bien organizado, pensado y elaborado. Ver al jugador c¨®mo lee el partido a trav¨¦s del pensamiento, pensando la soluci¨®n en cada instante. El Valencia, el Celta y el Betis lo hicieron en fases del pasado a?o. Me emociona el juego de los extremos: son el espect¨¢culo.

P. ?Cu¨¢l es la esencia de este deporte?

R. La inc¨®gnita de saber qui¨¦n es el mejor. Durante 90 minutos, no hay equipos grandes ni peque?os, como se demuestra cada a?o en la Copa del Rey.

P. ?C¨®mo es el t¨¦cnico ideal?

R. El que sabe dominar el medio. Y el que ha pasado por todos los status, desde la base hasta la ¨¦lite. Luis Aragon¨¦s, Irureta y Del Bosque tienen el reconocimiento de todos: han sabido dominar el medio.

P. Despu¨¦s de C¨²per y Aragon¨¦s, Su llegada al Mallorca fue muy arriesgada.

R. Me plante¨¦ lo que este modesto entrenador, con honradez, pod¨ªa ofrecer a la isla.

P. ?Qu¨¦ ha supuesto la recuperaci¨®n de Eto'o?

R. Por todo lo que ha vivido y conseguido, transmite un ¨ªmpetu y un car¨¢cter de ganador nato.

P. ?Y Pandiani?

R. Estaba de tercer delantero en el Depor y , tras un periodo de adaptaci¨®n, va a ser una de las sorpresas goleadoras de la Liga.

P. ?D¨®nde va a llegar Riera?

R. Est¨¢ en fase de crecimiento. Es un extremo bien dotado f¨ªsica y t¨¦cnicamente del que se va a hablar mucho cuando sepa leer los partidos.

P. ?Ibagaza?

R. Superado su trasiego Mallorca-Atl¨¦tico de Madrid, posee una gran agilidad mental y eso le da mucha velocidad al equipo.

P. Usted, por cierto, fue profesor del torero Enrique Ponce.

R. S¨ª, y tambi¨¦n del ciclista Triqui Beltr¨¢n. Les ense?¨¦ a ser personas serias y honradas.