Legislar para uno

El Gobierno de la Generalitat de Catalu?a ha legislado sobre las cajas de ahorro de la peor manera posible. Tras meses de jugar al escondite acerca de si utilizar¨ªa su competencia sobre el sector, ha dictado una norma sobre los consejeros de las cajas en la Ley de Acompa?amiento del Presupuesto auton¨®mico. Esta v¨ªa impide un debate profundo como merece el asunto y le ha recriminado justamente la oposici¨®n. Si la prudencia aconseja no trastocar lo que funciona razonablemente -las diez cajas catalanas- y adem¨¢s constituye un sector sensible y decisivo, el intervencionismo deber¨ªa justificarse en argumentos muy s¨®lidos.

No los hay: s¨®lo el n¨ªtido intento de desembarazarse de Josep Vilarasau, de 71 a?os, presidente de La Caixa, la primera entidad financiera catalana y tercera espa?ola. El conseller en cap, Artur Mas (con la anuencia del presidente Jordi Pujol), intent¨® lograrlo primero por una simple aplicaci¨®n sigilosa de la Ley Financiera. ?sta incluye un tope de edad de 70 a?os, propuesto al PP por los propios nacionalistas. Extrapolada, impedir¨ªa a Alan Greenspan ejercer su cargo en la Reserva Federal o a Luis Valls Taberner la presidencia del Banco Popular. Es, adem¨¢s, discriminatoria: ?por qu¨¦ en las cajas y no en los bancos? Voces del mundo econ¨®mico se opusieron, y el l¨ªder de la oposici¨®n, Pasqual Maragall, frustr¨® la maniobra al proponer una ley de corte liberal que remit¨ªa los topes de edad a lo que decidiera aut¨®nomamente cada caja en sus estatutos como ocurre ahora.

Vi¨¦ndose el rey desnudo, estableci¨® otro mecanismo m¨¢s l¨®gico: la limitaci¨®n del n¨²mero de mandatos. Pero como Vilarasau lleva en la presidencia apenas cuatro a?os, lo forz¨® por el atrabiliario m¨¦todo de sumar peras y manzanas, computar los periodos de director general y los de consejero para fijar un tope de 20 a?os. Esta norma es ad personam: s¨®lo afecta en su primer ejercicio al presidente de La Caixa. La Generalitat podr¨ªa haber propuesto otras reformas, para aumentar la transparencia, mejorar la rendici¨®n de cuentas a las asambleas e incrementar la eficacia de las comisiones de control de las cajas. No lo ha hecho. S¨®lo le interesa eliminar a quien, al parecer, no le gusta o le hace sombra.