Un experto dice que la telefon¨ªa m¨®vil puede provocar irritabilidad
Numerosos informes respaldan la inocuidad de esta tecnolog¨ªa
Insomnio, jaquecas o irritabilidad son algunos de los efectos que se derivan de vivir a poca distancia de antenas de telefon¨ªa m¨®vil, seg¨²n un trabajo elaborado por Manuel Portol¨¦s, del centro de investigaci¨®n del hospital La Fe de Valencia. Otros estudios elaborados por investigadores, entre los que que se encuentra el redactado hace un a?o por los ingenieros de telecomunicaciones valencianos, avalan, sin embargo la inocuidad de estas instalaciones.
Portol¨¦s admiti¨® ayer en el seminario Tecnolog¨ªa y salud: f¨ªsica y biolog¨ªa de la telefon¨ªa movil que se celebra en la sede de la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo en Valencia que no existe unanimidad entre la comunidad cient¨ªfica sobre los efectos de esta forma de comunicaci¨®n cuyos usuarios se han multiplicado a lo largo de la ¨²ltima d¨¦cada. Los 100.000 equipos de telefon¨ªa m¨®vil que hab¨ªa en Espa?a a principios de 1990 -la mayor¨ªa de ellos instalados en coches- eran 32 millones en enero de este a?o. Este investigador coment¨® que la proliferaci¨®n masiva de estos terminales, ha sido tan reciente y tan potente que no ha ido acompa?ada por un esfuerzo investigador paralelo, por lo que explic¨® que no hay suficientes ensayos para conocer al detalle, por ejemplo, los efectos de los tel¨¦fonos de ¨²ltima generaci¨®n (UMTS) en sistemas biol¨®gicos humanos, por lo que se mostr¨® "preocupado".
Portol¨¦s, que trabaja en la unidad de biolog¨ªa y patolog¨ªa celular de La Fe, coment¨® el resultado de un estudio realizado por el centro de investigaci¨®n del hospital en el que se analizaron los efectos de la radiaci¨®n electromagn¨¦tica de una antena de telefon¨ªa movil en 120 habitantes de la localidad murciana de La ?ora. Explic¨® que algunos de los vecinos que viv¨ªan cercanos a esta instalaci¨®n presentaban s¨ªntomas de problemas de sue?o, jaquejas o irritabilidad, lo que conformaba un cuadro que encajaba con el s¨ªndrome de las radiofrecuencias, una dolencia relacionada con la proximidad a equipos emisores de este tipo de ondas.
Sin embargo, el investigador de La Fe, no s¨®lo limito a las antenas los peligros de esta tecnolog¨ªa. Se?al¨® que el empleo de los terminales en largas conversaciones de 20 minutos o superiores ha sido relacionado en algunos estudios con alteraciones del sistema nervioso e incluso con la aparici¨®n de tumores. Portol¨¦s insisti¨® en que a¨²n no hay una relaci¨®n causa-efecto demostrada entre la telefon¨ªa m¨®vil y la aparici¨®n de dolencias relacionadas con esta tecnolog¨ªa. De hecho, un elevado n¨²mero de informes defienden la inocuidad de estos equipos de telefon¨ªa, ya sean los terminales como las antenas.
Pese a ello, Portol¨¦s reclam¨® rebajar el nivel de radiaci¨®n que permite la legislaci¨®n espa?ola -950 microwatios por cent¨ªmetro cuadrado de salida en la antena, entre 20 y 5 en la calle- hasta alcanzar un m¨¢ximo en la calle de 0,1 microwatios por cent¨ªmetro cuadrado.
M¨¢s antenas
Las actuales antenas est¨¢n en extinci¨®n. Manuel Portol¨¦s coment¨® que el futuro pasa por unas antenas m¨¢s peque?as -del tama?o de un folio-, discretas, y disimuladas en el mobiliario urbano. Y por la proliferaci¨®n de estas instalaciones. El investigador valenciano abog¨® por el aumento de las antenas para permitir que disminuya la potencia de los tel¨¦fonos y as¨ª su potencial peligro. Un menor n¨²mero de antenas implica una mayor potencia de salida de los tel¨¦fonos al estar m¨¢s lejos los equipos receptores. As¨ª, su multiplicaci¨®n permitir¨ªa que exististiera una buena cobertura y a la vez emisiones de ondas electromagn¨¦ticas m¨¢s bajas.Mientras tanto, Portol¨¦s recomend¨® evitar hacer llamadas desde s¨®tanos o lugares sin cobertura y evitar pegar el tel¨¦fono a la oreja antes de que el tel¨¦fono d¨¦ se?al de llamada ya que en estos momentos es cuando se producen los picos de potencia y por tanto de radiaciones.
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