"Si quiere ces¨¢rea, tr¨¢igase el hilo"
Los hospitales se colapsan ante la llegada masiva de antiguos ricos
"Cuando una mujer acude a dar a luz, en la puerta del quir¨®fano se encuentra un cartel que dice: 'Para una ces¨¢rea tiene que traer de su casa guantes, la v¨ªa para el suero, suero e hilo para los puntos'. Los que van a ingresar tienen que ir con la comida y las farmacias hospitalarias est¨¢n pr¨¢cticamente vac¨ªas". As¨ª describe el coordinador de M¨¦dicos sin Fronteras en Argentina, Rafa Sotoca, la situaci¨®n de los hospitales p¨²blicos del norte del pa¨ªs, atestados de pobres y empobrecidos. "La clase media ya no puede pagar las aseguradoras m¨¦dicas y acuden en masa a los hospitales p¨²blicos", a?ade Sotoca. A la escasez de camas hay que a?adir la falta de acceso a medicinas, las m¨¢s caras de toda Am¨¦rica Latina. La insulina cuesta en el mercado argentino seis veces m¨¢s que en Espa?a. Precios impagables para el 53% de los argentinos, que vive en n¨²cleos urbanos por debajo del umbral de pobreza, seg¨²n cifras oficiales. De ellos, el 24%, ni siquiera tiene acceso a los alimentos, b¨¢sicos, cuyo precio ha aumentado m¨¢s de un 40% este a?o. "En Argentina hay alimentos, el problema es que la gente no los puede pagar", afirma el director de la Cruz Roja argentina, Ariel Kestens. "Todos los alimentos de la ayuda se compran all¨ª. El mercado local es capaz de abastecer y a buenos precios. No tendr¨ªa sentido enviar alimentos desde Espa?a", insiste Pedro Luis Benavente, coordinador del Plan argentino de Cruz Roja en Espa?a.
La organizaci¨®n que dirige Kesten da de comer a miles de ni?os y mayores en los comedores populares del noreste y noroeste argentino y en el Gran Buenos Aires, que en los ¨²ltimos tres meses han visto c¨®mo su demanda se ha disparado. "Es l¨®gico. Cada d¨ªa hay 11.000 nuevos pobres en Argentina", dice Kestens. Por su parte, C¨¢ritas ha duplicado su ayuda en el ¨²ltimo a?o. "Gracias a las donaciones de los espa?oles, damos de comer a 14.600 personas", afirma desde Buenos Aires una portavoz de esta organizaci¨®n, que antes de la crisis era la principal donante en la regi¨®n.
Los trabajadores humanitarios coinciden en que la crisis no es nueva, pero que en los ¨²ltimos meses la situaci¨®n se ha agravado. "La malnutrici¨®n ya era cr¨®nica en el norte. La crisis ha aumentado el n¨²mero de casos y su gravedad", explica Sotoca.
La Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional (AECI), que canaliza la ayuda oficial espa?ola, no tiene previstas medidas excepcionales. "Las im¨¢genes son una maniobra pol¨ªtica. Esto ha existido desde el principio de la crisis", asegura Juan Bartolom¨¦ Mart¨ª, jefe del Servicio de Emergencias de la AECI. Mart¨ª explica que en marzo de este a?o enviaron insulina para los diab¨¦ticos por valor de 50.000 euros. Desde entonces la agencia de cooperaci¨®n ha liberado cerca de un mill¨®n y medio de euros para Cruz Roja, C¨¢ritas y Acci¨®n Contra el Hambre en Argentina. Espa?a env¨ªa adem¨¢s ayuda de las comunidades aut¨®nomas (unos dos millones este a?o, seg¨²n Mart¨ª) y a trav¨¦s de decenas de ONG.
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