El PP condena el golpe de Franco y promete honrar a todas las v¨ªctimas de la Guerra Civil

El d¨ªa en que se cumpl¨ªan 27 a?os de la muerte del dictador Franco, la oposici¨®n logr¨® un objetivo perseguido casi desde que el PP lleg¨® al poder: la condena del golpe militar del 18 de julio de 1936. Ante una bater¨ªa de iniciativas sobre reapertura de fosas comunes y ayudas al exilio, el PP opt¨® por la calle de en medio: pact¨® con todos los grupos una resoluci¨®n contundente, en la que se condena el alzamiento, se hace un "reconocimiento moral" a quienes "padecieron la represi¨®n de la dictadura franquista" y se prometen ayudas para reabrir las fosas comunes. Se aprob¨® por unanimidad.

Todos los grupos, excepto el PP, algo m¨¢s cauteloso, consideran la de ayer una "jornada hist¨®rica" en el Congreso. En m¨²ltiples ocasiones en los ¨²ltimos seis a?os hab¨ªan intentado, con diversas proposiciones, que el partido del Gobierno aprobara una resoluci¨®n de condena al alzamiento militar contra la legalidad de la Rep¨²blica en 1936. Y siempre se hab¨ªa negado, alegando que no era conveniente hablar de "buenos y malos". En 1999 lleg¨® incluso a perder una votaci¨®n porque CiU se sum¨® a los que condenaban el franquismo.

Pero ayer, el PP decidi¨® romper de una vez por todas con esa trayectoria. Eligi¨® adem¨¢s una fecha simb¨®lica, el 20-N, d¨ªa de la muerte de Franco y Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera, el fundador de la Falange. Respondi¨® con ello a la bater¨ªa de iniciativas, dos del PSOE, una de IU y otra de EA, en las que se ped¨ªan distintas cosas, pero todas con un mismo esp¨ªritu: que el Gobierno haga un reconocimiento moral de los perdedores de la guerra, ayude a econ¨®micamente a los exiliados y a los ni?os de la guerra y apoye la reapertura de las fosas comunes que se multiplican por las cunetas de media Espa?a.

Ante la opci¨®n de votar no una vez m¨¢s y enfrentarse a las cr¨ªticas, el PP cambi¨® su estrategia. A ¨²ltima hora de la noche del martes, Jos¨¦ Antonio Berm¨²dez de Castro, portavoz en la Comisi¨®n Constitucional, reuni¨® a representantes de la oposici¨®n y negoci¨®, con el apoyo de su grupo y del Gobierno, una soluci¨®n definitiva. Entre los opositores estaba el ex vicepresidente Alfonso Guerra, que seg¨²n fuentes populares fue clave en la discusi¨®n. El PP propuso una resoluci¨®n, finalmente aprobada por unanimidad en la Comisi¨®n Constitucional, en la que se recog¨ªan la mayor¨ªa de las peticiones. Pero estableci¨® una condici¨®n que luego expres¨® en la Comisi¨®n: que con esto se logre, 25 a?os despu¨¦s del restablecimiento de la democracia, dejar "las dos Espa?as" fuera del enfrentamiento pol¨ªtico. Esto es, que ya no se produzca m¨¢s este "rosario de iniciativas" sin consenso sobre este asunto. Los grupos de la oposici¨®n retiraron sus proposiciones y asumieron la del PP.

Los distintos portavoces de la Comisi¨®n Constitucional, en una sesi¨®n con un lleno absoluto, dieron pruebas del momento especial que se estaba viviendo. Las citas de poetas eran frecuentes. De hecho, hay varias de ellas en la resoluci¨®n. Y si la jornada era importante por estos motivos, al anecdotario se sum¨® Alfonso Guerra: particip¨® con un discurso sobre el exilio que supone la ruptura de un silencio parlamentario que manten¨ªa desde enero de 1991, cuando dimiti¨® como vicepresidente. "Tenemos que hacer este reconocimiento ahora. Es urgente. En poco tiempo no habr¨¢ exiliados, porque se est¨¢n muriendo", clam¨®. Adem¨¢s sostuvo que con todas estas iniciativas no se est¨¢n "reabriendo heridas", como pensaba hasta ahora la derecha, sino que ¨¦stas existen ya, y lo ¨²nico que se hace con estos reconocimientos es "cicatrizarlas".

El PP acept¨® incluso que las instituciones, y en especial los ayuntamientos, ayuden a las familias a reabrir las fosas comunes. Pero tambi¨¦n aqu¨ª estableci¨® una condici¨®n: que no se utilicen estos actos para "revivir viejos rencores".

Esta jornada totalmente inusual incluy¨® discursos solemnes de todos los portavoces, con constantes llamadas a la recuperaci¨®n del esp¨ªritu de la Transici¨®n. Felipe Alcaraz, de IU, resumi¨® el sentido general: "Hay que olvidar el rencor, pero no la historia".