Con los jardines, contra los obst¨¢culos
- Atenci¨®n a los minusv¨¢lidos. "Es una verdadera pena, por la falta de civismo que implica, contemplar cu¨¢nta desidia existe todav¨ªa ante los minusv¨¢lidos, en cuanto se refiere a su derecho a desplazarse sin obst¨¢culos", se lamenta Mar¨ªa del Pilar. "La ciudadan¨ªa debe saber que hay personas en sillas de ruedas que apenas pueden moverse de sus casas porque no hay rampas, nadie respeta las normativas que obligan a instalarlas en sedes de instituciones y lugares p¨²blicos y en otros sitios a los que tienen derecho a acceder. Pido a las autoridades que hagan algo", dice.
- ?Qui¨¦n controla los hostales? "Me gustar¨ªa que alguien me explicara si existe alg¨²n tipo de control previsto por las autoridades para impedir que algunos hostales del centro, instalados en pisos de casas de vecinos, sirvan para que determinados delincuentes, al amparo de ese acceso libre, se dediquen a asaltar a los vecinos, como sucede en distintos puntos de Madrid", se lamenta ?ngeles. "Si no existe cautela oficial, pido a las autoridades que vigilen esos sitios o que proh¨ªban a que los hostales sean instalados en casas de vecinos".
- Pol¨ªtica para la ciudadan¨ªa. "Me parece una verdadera tomadura de pelo que ahora que cambia la presidencia de la Comunidad y que su titular, Ruiz-Gallard¨®n, aspira a la alcald¨ªa de Madrid, ese se?or se avenga a soltar competencias de un lado para recuperarlas en el otro", se queja Ignacio. "La pol¨ªtica no debe estar al servicio de los pol¨ªticos sino de los ciudadanos, por lo que lo sucedido, si es como yo lo interpreto, me parece inadmisible".
- Alto a la destrucci¨®n de un gran jard¨ªn.
"Es verdaderamente inquietante la desidia que tienen algunos responsables de los dineros p¨²blicos respecto de los bienes colectivos", se queja Jos¨¦ Rafael. "El Ministerio de Econom¨ªa, de la plaza de Cuzco, un verdadero farall¨®n de hormig¨®n armado, tiene a su alrededor, para paliar ese monstruo, un maravilloso jard¨ªn perimetral, de los mejor cuidados de Madrid, como demuestran su belleza y los aromas que desprende. Bueno, pues por no se sabe bien qu¨¦ motivo", explica el lector, "el jard¨ªn est¨¢ siendo destruido a marchas forzadas y arrinconado para instalar sobre sus plantas sembradas, arbustos, olivos, flores de todos los colores, un murete de cemento que, de momento, ha aniquilado una plantaci¨®n de romero que lleva perfumando la zona desde hace m¨¢s de 10 a?os. Es una verdadera cacicada absurda, arbitraria e intolerable, por lo que pido a quien corresponda que detenga esa barbaridad y tenga en cuenta los intereses de la gente, no el mal gusto de alg¨²n poncio que quiere darse importancia de cualquier manera".
- Un censo. "Me gustar¨ªa que se hiciera un censo entre los j¨®venes para ver cu¨¢ntos de ellos, de haber tenido acceso a un piso a un precio razonable, tanto de alquiler como de propiedad, podr¨ªan haberse establecido por su cuenta de manera independiente respecto de sus padres", se pregunta Celestino. "Me parece un verdadero crimen que dos generaciones enteras, la de los j¨®venes de ahora y la de sus padres, hayan visto sacrificada su intimidad por la rapi?a de un pu?ado de presuntos mafiosos, con la colaboraci¨®n -todo hay que decirlo- de una cuota importante de especuladores medios, que ven en la venta particularizada de pisos la ¨²nica manera de obtener algunos ingresos. No soy", precisa, "de los que confunde una responsabilidad pol¨ªtica, global, con otra particularizada, pero ambas actitudes son reprobables, aunque siempre mucho m¨¢s la de los mafiosos que monopolizan el suelo", sentencia.
- 'Okupa' justa. "Antes ve¨ªa el movimiento okupa como una extravagancia de algunos j¨®venes raros", dice Margarita, "pero ahora lo veo como un movimiento profundamente justo, comprometido con la justicia distributiva y con el reparto de la riqueza, concretamente con la de las viviendas, que unos pocos retienen en su mano de hierro para enriquecerse de manera deshonesta. Los okupas tienen raz¨®n", dice.
- La responsabilidad del empleo. "No me parece bien que se deposite en manos de los propios interesados en trabajar la responsabilidad, que debiera corresponder a las empresas privadas o al Estado, de generar empleo mediante f¨®rmulas como el llamado auto-empleo", dice Francisco Jos¨¦.
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