?Hay alguien al tim¨®n?

El Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar ha tardado una semana en salir de la modorra. El Prestige empez¨® a verter fuel al mar, a 28 millas de Finisterre, el mi¨¦rcoles 13. Una semana despu¨¦s, al fin un ministro, el vicepresidente Mariano Rajoy, se dign¨® desplazarse a Galicia para despedir al petrolero que, partido en dos, se hund¨ªa en el Atl¨¢ntico. Nadie ha podido aclarar hasta el momento qui¨¦n toma la responsabilidad de un buque gravemente accidentado en un oc¨¦ano donde no hay leyes efectivas ni regulaciones eficaces. Pero m¨¢s escandaloso todav¨ªa es que el Gobierno de Espa?a, ensimismado por el debate de la sucesi¨®n, tarde tanto tiempo en reaccionar.

El presidente de la Xunta, Manuel Fraga, est¨¢ desaparecido. El ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, sac¨® ayer la cabeza para garantizar que 150 soldados empezar¨ªan las tareas de limpieza de los casi 300 kil¨®metros de costa: a dos kil¨®metros per c¨¢pita. Entretanto, el ministro de Agricultura, Pesca y Ganader¨ªa, Miguel Arias Ca?ete, acreditaba su condici¨®n de profeta: "Afortunadamente, la r¨¢pida intervenci¨®n de las autoridades espa?olas alejando el barco de las costas hace que no temamos una cat¨¢strofe ecol¨®gica, como ha sucedido en otras ocasiones, ni prevemos grandes problemas en las aguas espa?olas ni para los recursos pesqueros". El presidente del Gobierno incluso intent¨® sacar partido de la cat¨¢strofe situando el foco en Gibraltar, aparente lugar de destino y en cualquier caso poste de combustible habitual de este tipo de barcos. La diputada gallega Marisol Soneira encontr¨® la mejor definici¨®n de c¨®mo se est¨¢n organizando las operaciones de prevenci¨®n ante la marea negra en ciernes: "Esto es como el ej¨¦rcito de Pancho Villa".

No se trata de discutir ahora sobre una cadena de decisiones o indecisiones que han terminado en este desastre. Habr¨¢ que hacerlo en su momento, aunque hay numerosos indicios que permiten barruntar lo peor: que el Gobierno pens¨® sobre todo en sacarse el muerto de encima, a costa de los vecinos si hac¨ªa falta. Entre tanta desidia s¨®lo cabe reconocer que s¨®lo ha estado presto al desenfundar la chequera para asistir a los damnificados, aunque sea movido por los pr¨®ximos idus electorales.

El caos organizativo que se conoci¨® ayer, con exhibici¨®n de falta de medios o de medios mal utilizados o in¨²tiles, abunda en esta impresi¨®n de desgobierno. Sonroja que la voz del presidente de la Rep¨²blica Francesa, Jacques Chirac, haya sonado con mayor energ¨ªa y autoridad que la de cualquier miembro del Gobierno espa?ol a la hora de poner en marcha una pol¨ªtica europea de seguridad mar¨ªtima. Nadie estaba al tim¨®n del Prestige en su deriva accidentada. ?Pero qui¨¦n lleva el tim¨®n de este pa¨ªs en una situaci¨®n de emergencia?