Basura

Mi man¨ªa de o¨ªr la radio en duermevela me juega malas pasadas, y a veces no distingo la realidad del sue?o. Pero me parece haber entendido, en una informaci¨®n o una tertulia relacionada con la controvertida ¨²ltima encuesta del CIS, un concepto para m¨ª tan nuevo como sobrecogedor: el recuerdo de voto. Si no comprendo mal, hay gente que recuerda lo que vot¨® en las ¨²ltimas elecciones y gente que lo ha olvidado, y eso cambia el resultado de las encuestas.

Es demasiado sobrecogedor, pavoroso. Salto de la cama, prendo la luz, sacudo la radio. Los tertulianos han pasado a otro tema. ?Qu¨¦ han querido decir? La franja social silenciosa, ?es tambi¨¦n olvidadiza? ?Hay criminales que no regresan al lugar del crimen? Si se dan ciudadanos para quienes existe la amnesia c¨ªvica, ello se debe, sin duda, a que previamente se les ha aplicado la anestesia c¨ªvica, sustancia que segregan los estados globales de opini¨®n inyectados en cantidades masivas y jam¨¢s puestos en cuesti¨®n, jam¨¢s debatidos, un¨¢nimemente incorporados al engranaje mental. Junto con la mercadotecnia aplicada cual gota malaya y la sustituci¨®n del di¨¢logo por el mon¨®logo con rebote en escaparate o pantalla.

Tambi¨¦n podr¨ªa ocurrir que los votantes, arrepentidos de su decisi¨®n anterior, se hagan ahora los distra¨ªdos. En cualquier caso, si yo fuera un pol¨ªtico; es m¨¢s, si yo fuera un candidato a gobernar; es a¨²n much¨ªsimo m¨¢s, si yo fuera un gobernante en activo gracias a las ¨²ltimas elecciones, ahora estar¨ªa cort¨¢ndome las venas con los cantos de la nueva superproducci¨®n del CIS. Si es cierto que hay en ella, o no hay (las encuestas suelen pecar m¨¢s por omisi¨®n que por comisi¨®n) olvido del recuerdo o recuerdo del olvido, resulta que los gobernantes tambi¨¦n est¨¢n a merced, como sus gobernados, de ciudadanos potencialmente amn¨¦sicos y anestesiados.

Claro que puede que lo haya so?ado todo, como tambi¨¦n so?¨¦, seguramente, que ninguno de los expertos surgidos en torno al suceso del colegio de L'Hospitalet se?alara, en medio de la tremenda verborragia, que lo m¨¢s aterrador del asunto, una vez liquidado sin v¨ªctimas, fue que secuestrador y secuestrados, bajo el S¨ªndrome de la Comida-Basura, hubieran pedido pizza por unanimidad.