El Rastrillo abre la temporada navide?a
El mercadillo ben¨¦fico de Nuevo Futuro celebra su 34? edici¨®n en el recinto ferial de la Casa de Campo
La precampa?a de Navidad ya ha empezado. Y una se?al clara de ello es que el Rastrillo ben¨¦fico de la ONG Nuevo Futuro abri¨® ayer las puertas de su 34? edici¨®n en el pabell¨®n de La Pipa de la Casa de Campo con la intenci¨®n de recaudar un mill¨®n de euros para ni?os provenientes de hogares desestructurados.
M¨¢s de 80 puestos de antig¨¹edades, ropa, restaurantes, decoraci¨®n, supermercados y hasta uno de videncia componen este mercadillo, en el que unas 200 voluntarias trabajar¨¢n hasta el pr¨®ximo 1 de diciembre. La mayor¨ªa de las vendedoras donan la mercanc¨ªa de sus tiendas y todas se colocan el caracter¨ªstico delantal para atender las barras y las mesas de los restaurantes. El horario para el p¨²blico es de 11.00 a 22.00 y la entrada cuesta cuatro euros para los adultos y uno para los ni?os.
Todo lo que se recaude ir¨¢ destinado a financiar los 14 hogares que la asociaci¨®n tiene en Madrid y a la construcci¨®n de otros dos: uno de primera acogida y otro para j¨®venes embarazadas.
En las tiendas, que ayer visitaron la infanta Cristina y el alcalde Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano con motivo de la inauguraci¨®n del mercadillo, se pueden encontrar regalos que van desde un juguete a 10 euros hasta dos bustos en m¨¢rmol por 3.000. "Tambi¨¦n se puede pasear. Con que la gente venga y pague la entrada, ya contribuye", explica Teresa Moren¨¦s, miembro del comit¨¦ del Rastrillo y presidenta de honor del restaurante La Parrala, uno de los m¨¢s visitados.
El concepto de trabajo de Nuevo Futuro ha cambiado a lo largo de los a?os porque, seg¨²n la organizaci¨®n, los antiguos hospicios y orfanatos ya "no son una soluci¨®n v¨¢lida". "Los ni?os llegan con mucha necesidad de atenci¨®n psicol¨®gica y la gente que les atiende se ha profesionalizado. Contratamos a asistentes sociales, profesores, psic¨®logos...", cuenta Teresa Moren¨¦s. Prueba de este cambio social es que Nuevo Futuro acoge ahora a ni?os inmigrantes y ha tenido que abrir dos hogares para menores con problemas psiqui¨¢tricos.
Los ni?os de 0 a 18 a?os que viven en los pisos de la ONG est¨¢n permanentemente tutelados por dos cuidadores que hacen las funciones de padre y madre. La Comunidad de Madrid es la que les env¨ªa a los ni?os que tienen que ser acogidos. El Gobierno regional financia el 35% de los gastos de cada menor y el resto lo subvenciona Nuevo Futuro.
Adem¨¢s de la presencia de los cuidadores, cada hogar est¨¢ supervisado por una madrina de la organizaci¨®n, que hace de enlace entre la ONG y la casa de acogida. Nuevo Futuro tiene 140 hogares en Espa?a y otros 35 repartidos en Colombia, Portugal, Per¨² y Croacia.
"Los ni?os tienen que marcharse de los hogares cuando tienen 18 a?os. Pero con muchos de ellos mantenemos el contacto. Algunos vienen al Rastrillo a visitarnos con sus hijos. Salen adelante y forman su propia familia", concluye Teresa.
"Aqu¨ª compra todo el mundo, desde las limpiadoras a la Reina"
Bel¨¦n Arn¨¦s lleva 17 a?os viniendo al zoco del Rastrillo, un sitio donde se agrupan varios puestos de arte, ropa y joyer¨ªa. Ella trae piezas de plata de su tienda de Madrid y dona el 45% de los beneficios de la venta a Nuevo Futuro. "Es mi labor social del a?o", dice. Bel¨¦n quiere quitar la imagen elitista que tiene el Rastrillo. "Tiene fama de que s¨®lo viene gente de clase alta, pero no es del todo as¨ª. No hay que olvidar que esto es una ONG y aqu¨ª compran desde las limpiadoras hasta la Reina y la duquesa de Alba", explica. "Adem¨¢s, cada a?o se recauda m¨¢s porque la gente tiene la seguridad de que el dinero va a llegar a su destino". Macarena Ybarra viene desde hace 25 a?os desde San Pedro de Alc¨¢ntara (M¨¢laga) para participar en el mercadillo. Tiene un puesto de ropa de beb¨¦ que confecciona ella misma. De lo que vende, al igual que Bel¨¦n, dona un porcentaje a la construcci¨®n de hogares para ni?os. Ayer, la infanta Cristina visit¨® su puesto y se interes¨® por la ropa de beb¨¦. "Ya es demasiado peque?o para sus hijos, pero bueno, al pr¨®ximo le estar¨¢ bien". Carmen no tiene puesto, pero es una habitual del rastrillo. Ayer, el primer d¨ªa de la apertura al p¨²blico ya llevaba tres bolsas llenas de compras. "Yo vengo desde hace ya... ni me acuerdo. Suelo comprar regalos para Navidad porque s¨¦ que el dinero va a un buen sitio, sobre todo collares y cosas de decoraci¨®n", cuenta.Una parte importante del mercadillo son los restaurantes. S¨®lo uno de ellos es de comida de fuera de Espa?a. Un grupo de mujeres chilenas se encarga de su gesti¨®n. "Trabajamos con ni?os desamparados en Chile aunque vivamos en Madrid desde hace much¨ªsmos a?os", cuenta Eliana. "Desde el a?o 1976 colaboramos con el Rastrillo". En el caso de Eliana, la comida la donan ella misma y su hermana, que tienen un restaurante chileno en la capital. En otros muchos restaurantes del Rastrillo la comida la sirven otras casas de comida, "las mejores de Madrid". Los men¨²s oscilan entre los 10 y los 37 euros.
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