Vuelve 'Friends'
Canal + estrena la octava temporada de la serie de treinta?eros neoyorquinos, que se podr¨¢ seguir en versi¨®n original por CSD
La televisi¨®n de EE UU produce cada a?o m¨¢s de una docena de telecomedias nuevas. Algunas son buenas, pero todas fallan al menos en uno de estos tres elementos: el concepto (el entorno laboral o familiar de los personajes), el nivel c¨®mico de los guiones o la elecci¨®n de los actores. En la ¨²ltima d¨¦cada, s¨®lo Frasier y Friends han garantizado esos tres pilares en cada uno de sus episodios. Canal + estrena ma?ana (22.35) la octava entrega de la c¨¦lebre pandilla de treinta?eros, que por primera vez ser¨¢ emitida tambi¨¦n en versi¨®n original, en ingl¨¦s, pulsando la tecla + del mando de CSD.
El octavo a?o es el pen¨²ltimo de la serie: los actores han anunciado su retirada cuando concluya la temporada que actualmente se emite en EE UU, la novena, que ven m¨¢s de 25 millones de espectadores cada semana. Aun as¨ª, el volumen de su n¨®mina (un mill¨®n de euros por cada episodio de 20 minutos) permite intuir que queda margen para la negociaci¨®n.
Entre las virtudes de Friends est¨¢ la de ser la ¨²nica telecomedia con seis aut¨¦nticos protagonistas. La ausencia de secundarios permit¨ªa a los productores despedir al actor que no funcionara en los primeros episodios sin que el concepto se resintiera. No hizo falta: los actores demostraron ser perfectos para el personaje que interpretan, que ser¨¢ un estigma para el resto de sus carreras, si las tienen.
Otra virtud: Friends ha sabido alejarse de las permutaciones sentimentales. Ross y Rachel arrastran su relaci¨®n desequilibrada y M¨®nica y Chandler acabaron cas¨¢ndose, pero los guionistas nunca cayeron en la tentaci¨®n f¨¢cil de hacer saltos de parejas. Con la misma discreci¨®n han incorporado el embarazo de Rachel, algo que en otra telecomedia ser¨ªa un s¨ªntoma claro de decadencia narrativa.
Friends ha acaparado 44 premios Emmy desde su nacimiento, en 1994, incluidos este a?o el de mejor comedia y mejor actriz (Jennifer Aniston). Algunos cr¨ªticos de televisi¨®n creen que con ella terminar¨¢ la era de las telecomedias de ¨¦xito arrasador, que empez¨® con Bill Cosby en 1986 y que tuvo su cenit en Cheers y Seinfeld. La televisi¨®n ya no acepta experimentos, el ¨¦xito se mide en t¨¦rminos inmediatos y en niveles de audiencia muy alejados de los que obtienen estos productos hist¨®ricos. Y quiz¨¢ ninguna serie sea capaz de combinar otra vez el elogio de la cr¨ªtica, el tir¨®n medi¨¢tico de los actores y, sobre todo, el sano entretenimiento que ¨¦stas proporcionan.
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