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Pronto el servicio nacional de correos franc¨¦s har¨¢ posible que los remitentes puedan timbrar sus cartas con su propia imagen o con la de su perro. La ¨²nica limitaci¨®n, trat¨¢ndose de Francia, es el buen gusto y, continuando la ola de censura gala, no se autorizar¨¢n im¨¢genes pornogr¨¢ficas, denigratorias o sacr¨ªlegas que en las pantallas o en la literatura han provocado pleitos y condenas recientes en Par¨ªs. La innovaci¨®n filat¨¦lica tiene por fin la m¨¢xima individualizaci¨®n de los env¨ªos, removiendo, precisamente en Francia, la solemne presencia del Estado central. ?Qu¨¦ necesidad hab¨ªa de ello? Sin duda, la reclamaci¨®n ciudadana, que ha gestado en la industria la customizaci¨®n o personalizaci¨®n de los art¨ªculos y, en el comercio, la venta one to one. Internet ha contribuido poderosamente a hacer creer que cada cual es diferente a los dem¨¢s, que ocupa un domicilio en el mundo y posee deseos, enfermedades y vicios que, captados por las firmas, reciben una respuesta nominal: hay felicitaciones por cumplea?os, sugerencias de viajes o libros a la carta, informaciones sobre nuevas medicinas contra la ansiedad. Gracias a los datos que el internauta facilita inadvertidamente al mercado, el mercado ha dejado de ser ciego y act¨²a como si contara con miles de millones de ojos: uno para cada cual. Un coraz¨®n dispuesto para cada coraz¨®n. En consecuencia, la empresa privada ha cumplido ampliamente con el deber de hacer creer que vive pendiente de nuestras vidas y opera como si, uno a uno, le import¨¢ramos tanto como a nuestras madres en la fase infantil. La puerilizaci¨®n de la sociedad avanza al comp¨¢s de la hiperindividualizaci¨®n y viceversa. No seremos nunca adultos para desenvolvernos en la colectividad, sino que seguiremos, como ni?os, necesitando que una mano nos cruce las calles y sepa, en fin, qui¨¦nes somos a cada hora para procurarnos una dieta especial. A los pol¨ªticos les ha costado tiempo entender este importante cambio de la sociedad del siglo XXI y todav¨ªa siguen con ofertas generalistas y advocaciones al inter¨¦s general. El paso que da ahora la poste es un gui?o de la Administraci¨®n al sujeto. Una se?a por la que declara haberse enterado de que lo m¨¢s importante para la poblaci¨®n es no ser poblaci¨®n.
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