Sondeo de transici¨®n
Aunque desde hace ya bastantes semanas se han venido produciendo movimientos en todos los partidos de cara al pr¨®ximo a?o electoral, que empezar¨¢ en mayo de 2003 con las elecciones municipales y las auton¨®micas de las comunidades del art¨ªculo 143 de la Constituci¨®n, seguir¨¢ con las catalanas en oto?o y culminar¨¢ en la primavera de 2004 con las generales, andaluzas y europeas, ha sido la macroencuesta del CIS, dada a conocer esta semana, la que ha dado en cierta medida el pistoletazo de salida para esa m¨²ltiple campa?a electoral. De ah¨ª el inter¨¦s que ha suscitado y el esfuerzo por parte de los partidos de hacer llegar a los ciudadanos "su" interpretaci¨®n de la misma.
Me imagino que los t¨¦cnicos del CIS, dejando de lado si ha habido o no presiones pol¨ªticas para que "cocinaran" los resultados en una determinada direcci¨®n, han debido tener en este caso que enfrentarse a una tarea m¨¢s dif¨ªcil de lo habitual. Da toda la impresi¨®n, por lo que se ha conocido a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n, que los resultados que arroja este ¨²ltimo sondeo se apartan de los que hab¨ªan venido arrojando los sondeos de los ¨²ltimos a?os. Y que se apartan en algunas variables que son sumamente resistentes al cambio y que, justamente por eso, cuando cambian, resultan dif¨ªciles de interpretar.
No parece que la tendencia del electorado hacia la izquierda beneficie al PSOE andaluz en la misma medida en que lo hace en otras comunidades aut¨®nomas
El sondeo conocido esta semana da toda la impresi¨®n de que es un sondeo de transici¨®n, esto es, un sondeo en el que se refleja una situaci¨®n que est¨¢ dejando de ser la que era sin ser todav¨ªa la que en ¨¦l se apunta. Aunque no hay dos sondeos que sean id¨¦nticos, s¨ª los hay que son bastante pr¨®ximos entre s¨ª. Es lo que ha venido ocurriendo con los resultados de los sondeos del CIS en los ¨²ltimos a?os. Se trataba de ligeras variantes del mismo sondeo, por decirlo de alguna manera.
Esta l¨ªnea es la que ha roto el sondeo conocido esta semana. El cambio respecto de los sondeos anteriores ha sido notable. Y no s¨®lo en intenci¨®n directa de voto y en voto m¨¢s simpat¨ªa, en el que, por primera vez en los ¨²ltimos a?os, el PSOE aventaja claramente al PP, sino en otras variables, a las que se suele prestar menos atenci¨®n y que son, sin embargo, m¨¢s significativas.
Porque no todas las variables de un sondeo tienen la misma consistencia. Hay variables que tienen una consistencia casi geol¨®gica, es decir, que son sumamente resistentes al cambio, pero que cuando cambian, cuando se mueven, son indicadores de cambios futuros en todas las dem¨¢s. Entre dichas variables la m¨¢s resistente al cambio es la relativa a la autoubicaci¨®n del electorado en el eje derecha-izquierda, en el que el 0 representa el punto extremo de la izquierda y el 10 el punto extremo de la derecha. Ese dato es sumamente resistente al cambio. Es muy infrecuente que la sociedad se mueva de manera perceptible en ese indicador. De ah¨ª que, cuando se mueve, el cambio sea sumamente significativo.
Y esto, precisamente, es lo que ha ocurrido entre el pen¨²ltimo sondeo del CIS y el que se ha conocido esta semana. La autoubicaci¨®n de la sociedad espa?ola ha pasado del 4,9 al 4,68. Esto es un terremoto de una intensidad media, que indica que se est¨¢ produciendo una inclinaci¨®n del cuerpo electoral hacia la izquierda, con la consiguiente mayor receptividad de propuestas pol¨ªticas que vengan de esa direcci¨®n. Cuando el dato se completa con la puntuaci¨®n que los ciudadanos le dan al PSOE, 4,4, y al PP, 7,6, la tendencia se refuerza todav¨ªa m¨¢s. De ah¨ª que sea muy peque?o el ¨ªndice de rechazo del PSOE, el 8%, y mucho mayor, el 21%, el del PP.
La confluencia de todos estos datos es la que hace dudar de la interpretaci¨®n final de los t¨¦cnicos del CIS sobre la asignaci¨®n final de porcentaje de voto a los diferentes partidos. Transformar una ventaja de m¨¢s de cuatro puntos en voto directo m¨¢s simpat¨ªa a favor del PSOE en una ventaja de m¨¢s de cuatro puntos a favor del PP en el resultado final, cuando se opera con un 19% de indecisos exclusivamente, no puede dejar de resultar sorprendente.
En todo caso, la fotograf¨ªa electoral que en el sondeo se dibuja es la de una sociedad que se est¨¢ moviendo pol¨ªticamente de manera clara y en una direcci¨®n claramente hacia la izquierda. El PSOE aumenta su ventaja all¨ª donde gobierna y la reduce donde est¨¢ en la oposici¨®n. Ese es el dibujo general que los resultados ofrecen, dibujo que no hab¨ªa aparecido en ninguno de los sondeos de los ¨²ltimos a?os.
Curiosamente es en Andaluc¨ªa donde esta tendencia resulta menos perceptible. Aunque tambi¨¦n aumenta algo la ventaja sobre los resultados de las ¨²ltimas elecciones auton¨®micas, no parece que esa tendencia del electorado hacia la izquierda beneficie al PSOE andaluz en la misma medida en que lo hace en otras comunidades aut¨®nomas. Tal vez sea expresi¨®n, por una parte, de que, en Andaluc¨ªa, el PSOE ya ha alcanzado un techo muy alto, y por otra, de que la prolongaci¨®n de su permanencia en el poder supone un l¨ªmite a su posibilidad de crecimiento electoral.
Sea como sea, los resultados de la encuesta del CIS son m¨¢s positivos y m¨¢s tranquilizadores para el PSOE fuera de Andaluc¨ªa que en Andaluc¨ªa. No pueden ser interpretados como indicadores de la exigencia de un cambio por parte de los ciudadanos andaluces, como ha hecho la presidenta del PP, Te¨®fila Mart¨ªnez, pero s¨ª como expresivos de un cierto cansancio del potencial electorado socialista. Tengo la impresi¨®n de que el esfuerzo que va a tener que hacer el PSOE en Andaluc¨ªa, m¨¢s para las elecciones auton¨®micas que para las generales, va a ser mayor que el que va a tener que hacer en las dem¨¢s comunidades.
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