Un reto de titanes para Michael Capellas
Debe reflotar WoldCom bajo la supervisi¨®n de un 'buitre' financiero y del ex alcalde Giuliani
Michael Capellas ha dejado la nueva HP que ayud¨® a crear con la absorci¨®n de Compaq para asumir el desaf¨ªo de sacar de la ruina a WorldCom, protagonista de la mayor suspensi¨®n de pagos de la historia y cargada con m¨¢s de 40.000 millones de d¨®lares de deuda. Por si la misi¨®n no fuera suficientemente tit¨¢nica, tendr¨¢ que actuar bajo la desconfiada mirada de David Matlin, un agresivo buitre financiero de Wall Street, que se ha aliado con el Hombre del A?o 2001 y personaje para todas las ocasiones, Rudolph Giuliani, para hacerse con el control de la segunda telef¨®nica mundial en larga distancia.
Dej¨® la presidencia de HP para no compartir el poder, quiere ser el 'n¨²mero uno', y Fiorina le endulz¨® el adi¨®s con 14,4 millones de d¨®lares
El desembarco de David Matlin y de su aliado Giuliani en WorldCom devuelve a Capellas a una 'cohabitaci¨®n', m¨¢s dura que la que vivi¨® en HP
Concluido en mayo el controvertido proceso de fusi¨®n de HP y Compaq, Capellas se convirti¨® en presidente de la HP ampliada, n¨²mero dos tras Carly Fiorina, la californiana que desembols¨® 19.000 millones por la firma de ordenadores de Tejas. En estos seis meses, Capellas ha viajado sin parar para tranquilizar a empleados y clientes y venderles la idea de la bondad de la fusi¨®n, que parece encarrilada, a juzgar por los resultado dados a conocer el mi¨¦rcoles, aunque pasar¨¢n a?os antes de que se puede evaluar con exactitud la operaci¨®n. Los responsables de las cuatro divisiones de la compa?¨ªa le manten¨ªan al tanto de la marcha del negocio, pero el trabajo estrat¨¦gico de la fusi¨®n lo controlaba f¨¦rreamente la consejera delegada Fiorina.
Puente de plata
El presidente, de 48 a?os, echaba de menos la posici¨®n m¨¢s alta de la pir¨¢mide de mando y pronto se lo comunic¨® a Fiorina, que a la hora de la partida ha calificado de "natural" la decisi¨®n de Capellas, adem¨¢s de endulzarle el adi¨®s con 14,4 millones de d¨®lares. Varias compa?¨ªas le tantearon durante este tiempo, incluida Microsoft, donde est¨¢ libre el n¨²mero tres del r¨¢nking. Pero si el n¨²mero dos de HP es poco, menos apetecible es el n¨²mero tres de Microsoft bajo los incuestionables Bill Gates y Steve Ballmer. "Una vez que has sido consejero delegado, eso se te mete en la sangre y es natural querer seguir en sucesivas posiciones de liderazgo", dijo Capellas para explicar su salto a WorldCom.
En la atribulada telef¨®nica se hab¨ªa garantizado el n¨²mero uno absoluto al aunar en su mano la presidencia del consejo de administraci¨®n, que ocupaba Bert Roberts, y el poder ejecutivo de la consejer¨ªa delegada que ejerc¨ªa John Sidgmore. Roberts lleg¨® a la compa?¨ªa en 1998, tras la adquisici¨®n de su MCI Communications por Bernie Ebbers, el creador de WorldCom. Sidgmore era consejero delegado desde la poco airosa salida de Ebbers en abril, un par de meses antes de que trascendieran los fraudes contables que desembocaron en la descomunal suspensi¨®n de pagos de julio. Sidgmore y Roberts tienen larga experiencia en telecomunicaciones, al contrario que Capellas, cuyos m¨¦ritos como gestor nadie discute, aunque lo son en puestos de alta responsabilidad en compa?¨ªas tecnol¨®gicas (SAP, Oracle, Compaq y HP), con una idiosincrasia diferente a la de las telecomunicaciones, lo que no terminan de tranquilizar a los inversores.
Mientras Capellas buscaba la puerta en HP y Sidgmore buscaba quien le relevara de la ingrata tarea de timonear la telef¨®nica en crisis, David Matlin pon¨ªa el ojo en WorldCom. Matlin dej¨® a primeros de a?o Credit Suisse First Boston (CSFB) para ejercer por su cuenta el trabajo que ven¨ªa realizando con ¨¦xito en el banco, la inversi¨®n en deuda de compa?¨ªas en situaci¨®n l¨ªmite. Es un trabajo de buitre, que Matlin, de 41 a?os, lleva hasta extremos a los que no se atreve la competencia. El principio es simple. Matlin adquiere bonos a precio de saldo de la compa?¨ªa al borde de la desaparici¨®n hasta hacerse con la cartera suficiente, un tercio de la deuda, como para vetar los planes de reflotamiento. Los gestores de la sociedad tienen entonces que pactar con ¨¦l, que ofrece su alternativa y negocia la estrategia a seguir, que pasa por colocarle en el puente de mando. Es un juego en el l¨ªmite que, en muchas ocasiones acaba mal, pero que cuando acaba bien produce r¨¦ditos que compensan con creces. Informaciones de prensa se?alan que MatlinPetterson Asset Management, el veh¨ªculo de Matlin, ha obtenido un 40% de beneficios en los pocos meses que lleva funcionando y tambi¨¦n se?alan que, pese a lo que pueda suponerse, Matlin es un financiero juicioso, que sabe convencer a la otra parte con argumentos s¨®lidos y buenos modales de la pertinencia de la alternativa.
Debe de serlo, porque ha convencido a Giuliani, el m¨¢s duro de todos los huesos, de lanzarse a la conquista de WorldCom, seg¨²n The Wall Street Journal. Apenas dej¨® la alcald¨ªa de Nueva York en enero, el ex regidor fund¨® Giuliani Partners, una consultor¨ªa de amplio espectro en la que trabajan las gentes de su confianza que contribuyeron a salvar a Nueva York en los noventa. Es un gabinete con sede social en Times Square, en el coraz¨®n de la Gran Manzana, con el que Giuliani, de 58 a?os, quiere resarcirse de d¨¦cadas de parcas retribuciones como servidor p¨²blico, primero como fiscal implacable contra mafiosos y delincuentes de cuello blanco y, luego, como superalcalde. En el punto de mira, quiz¨¢s una candidatura a la Casa Blanca en 2008, para lo que ayuda tener una buena cartera y una hoja de servicios en la que no estar¨ªa de m¨¢s el haber devuelto a la solvencia a WorldCom y haber salvado 65.000 empleos.
Matlin y Giuliani sellaron su alianza en agosto. En el plan del financiero, el ex alcalde talism¨¢n deb¨ªa ser quien atrajera inversores para adquirir deuda de WorldCom hasta alcanzar el tercio m¨ªnimo de los bonos que dan derecho a vetar el plan de restructuraci¨®n de la compa?¨ªa. Para Giuliani quedaba la presidencia del consejo de WorldCom, que una vez salvada de la suspensi¨®n de pagos ser¨ªa un interminable man¨¢ econ¨®mico y un espl¨¦ndido ejemplo. Matlin ha invertido algo m¨¢s de 300 millones de d¨®lares en bonos de la telef¨®nica, por encima del 10% de la deuda, pero est¨¢ a¨²n lejos del tercio que le atribuye el poder de veto, al que debe contribuir la magia del nombre del infinitamente cre¨ªble Giuliani. Y Sidgmore se le ha adelantado con la elecci¨®n de Capellas como consejero delegado a quien Roberts ha cedido la presidencia. A pesar de todo, es el primer acreedor y como tal tuvo una conversaci¨®n muy especial con Capellas. "Dave me escrut¨® con mucho detalle", se?al¨® luego el nuevo presidente de WorldCom, quien se dice dispuesto a trabajar en armon¨ªa con el inversor/acreedor y con el ex alcalde, a quien podr¨ªa ofrecer un puesto en el consejo de administraci¨®n.
Entre intrigantes
Es una intrigante lucha por el poder. A Capellas se le reprocha desde el flanco de Matlin que carezca de la experiencia necesaria en el mundo de las telecomunicaciones, pero nadie puede decir que Giuliani tenga la m¨¢s m¨ªnima experiencia en el sector. Al curr¨ªculo como gestor de Capellas, que ha prometido aprovechar la experiencia de Roberts y Sidgmore, contraponen sus cr¨ªticos los a?os de administraci¨®n de Nueva York de Giuliani. En algo coinciden ambos: su incapacidad para ser n¨²meros dos de nadie. Lo que deja en el aire el enigma de Giuliani como presidente del consejo, un puesto sin gran trascendencia en WorldCom.
Silencio, se conspira
Giuliani y Matlin mantienen discreci¨®n sobre sus planes. Tras las revelaciones de The Wall Street Journal sobre las intenciones de su alianza, Giuliani Partners se ha limitado a subrayar su disposici¨®n "a trabajar" en un modelo de gobierno corporativo que WorldCom pueda usar cuando emerja de la suspensi¨®n de pagos.Matlin trabaja en silencio para lograr la cuota necesaria de deuda que le permita imponer, o al menos negociar, sus planes y colocar a Giuliani en la presidencia. Seg¨²n el rotativo, Matlin se plantea la operaci¨®n a largo plazo y ha indicado a los inversores, a cada uno de los cuales pide 100 millones de d¨®lares, que le conf¨ªen el capital durante unos nueve a?os.Capellas, que asumir¨¢ oficialmente todo el poder en WorldCom el d¨ªa 2, ha prometido ya que no desmembrar¨¢ la compa?¨ªa, en contra de las aspiraciones de la competencia, que han manifestado en repetidas ocasiones inter¨¦s por distintas partes o por el todo de WorldCom. Pero no detall¨® el plan de salvamento, que WorldCom no tiene que presentar hasta el 17 de abril. A partir de ese d¨ªa se abre un periodo de consulta con los acreedores que deja fuera de juego durante dos meses a potenciales alternativas.
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