La piscina Virgen Macarena

Salvando las distancias por el sufrimiento humano, en Sevilla, el Ayuntamiento lleva algunos a?os dejando de la mano instalaciones deportivas cl¨¢sicas en nuestra ciudad, al conceder la gesti¨®n a la empresa Surpool y ¨¦sta someternos a un trato m¨¢s parecido al de un campo de refugiados que a otra cosa.

Llevamos tiempo soportando c¨®mo esta empresa mantiene una limpieza m¨¢s que deficitaria de las instalaciones y de la piscina, y ya, por ¨²ltimo, inicia obras junto a la misma con riesgo de generaci¨®n de bacterias y hongos, mientras ni?os y mayores se ba?an.

La piscina almacena inadecuadamente los productos qu¨ªmicos, al tener un bordillo previo. El continuo tr¨¢fico de monitores hace dudar de la homologaci¨®n de los mismos. La Ley de Prevenci¨®n de Riesgos Laborales es incumplida casi en su totalidad al carecer de salidas homologadas, se?alizaci¨®n, extintores adecuados, anchura de pasillos, suelo antideslizante, etc¨¦tera.

La temperatura del agua, tanto en la piscina como en las duchas, es inestable, lo cual hace pensar en deficiencias de infraestructura. Hacinamiento de los ba?istas en vestuarios, con riesgos de ca¨ªdas, entre otros. Material roto, deficitario o anticuado.

Definitivamente, el trato de esta empresa es tan indigno que s¨®lo el hecho de usar dichas instalaciones te impregna de una sensaci¨®n de conflicto, angustia y dejaci¨®n municipal que bien merecen que alguien, alguna vez, hiciera algo.