La vuelta de un pillo
Laso, l¨ªder de asistencias y balones robados en la ACB, ficha por el Lleida
"Nunca he sido el m¨¢s r¨¢pido, ni saltar¨ªn y mi f¨ªsico s¨®lo es aceptable". Seguramente, si pronunciara estas palabras un jovenzuelo que pretende hacerse un hueco en la ACB, lo tendr¨ªa crudo. Sin embargo, esto lo dice Pablo Laso, el eterno base vitoriano que ha vuelto al baloncesto en activo a los 35 a?os, con el Caprabo LLeida. Lo hace, en principio, por un mes y para suplir las bajas de sus dos directores de juego, Grimau y Comas, ambos lesionados. Y quien se ausculta sin la altaner¨ªa de las grandes estrellas es, no obstante, un jugador que el pasado d¨ªa 16 cumpli¨® 600 partidos en la liga, estad¨ªstica en la que s¨®lo le superan Rafa Jofresa y Carlos Montes. Adem¨¢s, es el jugador que m¨¢s asistencias ha regalado (2869) y m¨¢s balones ha recuperado en toda la historia de la competici¨®n.
"El baloncesto es mi vida. Si f¨ªsicamente te encuentras bien y mantienes la ilusi¨®n, la edad o que el equipo no sea uno de los hist¨®ricos no importa". As¨ª justifica Laso su fichaje por el LLeida, un equipo alejado de la grandilocuencia del TAU y del Real Madrid, dos de sus ex equipos. Las tres ¨²ltimas temporadas las pas¨® en el Casademont Girona, sin estridencias, sin ruido, pero con su efectividad caracter¨ªstica. Al final del ejercicio todo indicaba que iba a continuar otro a?o. En agosto todo se derrumb¨®: "Decidieron hacer cambios y yo me qued¨¦ fuera". No encontr¨® ninguna puerta abierta en su totalidad, s¨®lo a medias la del TAU, su casa de siempre. Con Benett lesionado y Calder¨®n en la selecci¨®n, Ivanovic le llam¨® para hacer la pretemporada; s¨®lo para eso.
A partir de ese momento, conoci¨® lo que era estar los lunes al sol. "He continuado entren¨¢ndome para mantener la forma y, por supuesto, he visto todos los partidos de baloncesto que he podido, mi gran pasi¨®n. Entre la ACB y la NBA, prefiero ver uno de la ACB. La NBA es pura fuerza y la t¨¢ctica es pobre. Hasta los play off los equipos se dejan llevar en los encuentros".
Pablo Laso conoci¨® otro tipo de baloncesto. Era un juego que buscaba la jugada imposible, el escarceo t¨¦cnico. Como aquellas asistencias que ofrec¨ªa a Arlauckas. Coincidi¨® con el p¨ªvot estadounidense seis a?os, tres en el TAU y tres en el Madrid y esas asociaciones de escuadra y cartab¨®n provocaron que les compararan con el t¨¢ndem formado por John Stockton y Karl Malone. "El baloncesto camina hacia el lado f¨ªsico y se ha perdido talento. Ahora se buscan cuerpos fuertes", comenta Laso con conocimiento de causa.
El final de su carrera llega al mismo tiempo que la irrupci¨®n de los Gasol y compa?¨ªa. "Unos jugadores que a¨²nan tanto un buen f¨ªsico como una buena t¨¦cnica". Laso es de otra pasta f¨ªsica, pero a¨²n tiene pasi¨®n por este juego.
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