Elena G¨®mez se cuelga el oro en suelo
La mallorquina, de 17 a?os, logra la primera medalla mundial de la gimnasia art¨ªstica femenina espa?ola
Elena G¨®mez recibi¨® ayer el mejor regalo de cumplea?os, aunque con algunos d¨ªas de retraso. D¨ªez d¨ªas despu¨¦s de cumplir los 17 a?os, esta mallorquina de 146 cent¨ªmetros de altura y apenas 36 kilos de peso, se convirti¨® en la primera campeona mundial de la gimnasia art¨ªstica femenina espa?ola, uno de los grandes deportes ol¨ªmpicos, al ganar la final de suelo en los Campeonatos del Mundo por aparatos de Debrecen (Hungr¨ªa). "Por fin", exclam¨® su entrenador, Jes¨²s Carballo, que ha tenido que esperar 25 a?os para ver c¨®mo una de sus gimnastas se colgaba la primera medalla en unos mundiales.
La de Elena fue una final con suspense. La gimnasta espa?ola fue la ¨²ltima de las ocho finalistas en ejecutar su ejercicio de suelo, con una nueva coreograf¨ªa que lleva ensayando apenas unos meses. Sali¨® algo nerviosa al tapiz -"lo normal", en sus propias palabras-, pero logr¨® controlar todas sus dificultades en ese minuto y medio a ritmo de swing, incluso en la ¨²ltima serie, un doble en carpa donde se qued¨® un poco corta. "Lo m¨¢s dif¨ªcil era superar la presi¨®n que supone salir la ¨²ltima", subrayaba poco despu¨¦s de la competici¨®n su entrenador.
Tras felicitar a la gimnasta con un abrazo, un gesto poco habitual en Carballo, ambos tuvieron que esperar a que la organizaci¨®n entregara un premio menor a la rusa Elena Zamolodchikova, la gimnasta m¨¢s elegante de los campeonatos, para saberse ganadores. La juez portuguesa, con un pulgar hacia arriba, adelant¨® el resultado al seleccionador espa?ol.
A la campeona de Espa?a absoluta se le sal¨ªa la sonrisa de la boca cuando vio que el marcador escup¨ªa un 9,487, una nota que hace apenas unos a?os no le hubiera servido ni para meterse en la final, pero que visto lo dif¨ªcil que se ha puesto la gimnasia femenina ayer se convirti¨® en oro.
La clave del triunfo de la mallorquina estuvo en la coreograf¨ªa -una parte del ejercicio que muchos equipos suelen despreciar y que la espa?ola domina a la perfecci¨®n- y en los fallos de sus grandes rivales. El nuevo c¨®digo de puntuaci¨®n resta valor a los ejercicios si los gimnastas no los ejecutan perfectamente y ayer casi todas fallaron, sobre todo por salidas de la pista, que restan al menos una d¨¦cima. La rusa Ziganshina, la brasile?a Hypolito, subcampeona del mundo en 2001, la rumana Oana Ban, se fueron descartando para el triunfo ellas solas.
Elena gan¨® con autoridad, por m¨¢s de una d¨¦cima de diferencia en un deporte donde el oro se decide en ocasiones por mil¨¦simas. Su ejercicio de suelo fue el ¨²nico de la tarde que fue valorado con una nota de partida de 10.00, la m¨¢xima puntuaci¨®n. Por detr¨¢s de ella en el podio, estuvieron la holandesa Verona Van der Leur (9,350), subcampeona absoluta de Europa, que se colg¨® la plata, y la recien llegada Samantha Sheehan (9,325), de Estados Unidos, que se tuvo que conformar con el bronce tras haber logrado la nota m¨¢s alta en la semifinal.
"Iba con muchas ganas y me he notado un poco mejor que los d¨ªas anteriores", explic¨® Elena G¨®mez, que se entrena desde hace tres a?os en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid y que seg¨²n sus entrenadores es una gimnasta seria y responsable. En Debrecen, al contrario que en los Juegos Ol¨ªmpicos y en otros mundiales, se premiaba a los verdaderos especialistas, a los gimnastas que dominan cada uno de los aparatos -seis para los chicos y cuatro para las chicas- que deben superar dos filtros antes de plantarse en la final. La gimnasta espa?ola mejor¨® su nota en suelo en cada d¨ªa de competici¨®n.
Con este triunfo, Elena se quita adem¨¢s la espina de haberse quedado a las puertas de la final de barra de equilibrios, su otra gran especialidad, donde fue reserva. Y rompe el maleficio que desde los Juegos Ol¨ªmpicos de Sydney parec¨ªa dejar a las espa?olas siempre al borde de alguna medalla. La catalana Esther Moya, fue cuarta en salto y suelo en Sydney; y la propia Elena G¨®mez se qued¨® a 0,012 puntos del bronce en suelo en los ¨²ltimos europeos de Patras, celebrados en abril.
La espa?ola, que empez¨® a entrenarse cuando ten¨ªa nueve a?os y soporta sesiones de entrenamiento de ocho horas diarias, no tuvo compa?eras con quien celebrar su triunfo. Algunas, como la ol¨ªmpica Sara Moro, est¨¢n lesionadas, y otras, como Patricia Moreno y Lenika de Simone, aun no han cumplido los 16 a?os que exig¨ªa esta cita.
El balance de la gimnasia espa?ola en estos mundiales no puede ser mejor: dos medallas, la de oro de Elena y la plata conseguida el d¨ªa anterior en el mismo aparato por Gervasio Deferr. El otro espa?ol clasificado para las finales, Andreu Viv¨®, se tuvo que conformar con el s¨¦ptimo puesto en paralelas.
Este resultado iguala el mejor de la historia, el de los Mundiales de Tianjin en 1999, cuando Jes¨²s Carballo hijo se colg¨® el oro en la barra fija y Deferr, la plata en el suelo. La diferencia es que entonces ambos equipos, masculino y femenino, estaban al completo, con la vista puesta en los Juegos Ol¨ªmpicos de Sydney. En Debrecen no ha estado Carballo, lesionado desde hace un a?o, y el propio Deferr ha competido a medio gas, a¨²n recuper¨¢ndose de una lesi¨®n en ambos hombros que le ha alejado del gimnasio un a?o y medio.
El reto ahora es mayor, una vez demostrado que los gimnastas espa?oles pueden conseguir medallas en las pruebas por aparatos. La pr¨®xima cita mundialista, en agosto de 2003 en Los ?ngeles, decidir¨¢ las plazas para los Juegos Ol¨ªmpicos de Atenas. Para entonces Elena, que sue?a con una medalla ol¨ªmpica, no deber¨ªa estar sola, sino acompa?ada por otras cinco gimnastas. Ella lo tiene claro y aunque pasar¨¢ unos d¨ªas con sus padres, que ayer estaban en la grada, y sus cinco hermanos, regresar¨¢ "cuanto antes" a Madrid para seguir entren¨¢ndose.
La sorpresa americana
La gimnasia femenina ya no es s¨®lo cosa de Rusia y Rumania. De hecho las rumanas no se han llevado ni una sola de las cuatro medallas de oro que se repart¨ªan en Debrecen entre las mujeres y las rusas s¨®lo lograron la primera, la del salto de Elena Zamolodchikov. Ambos equipos han sufrido adem¨¢s dos de las mayores decepciones de los campeonatos: Svetlana Jorkina no ha logrado ninguna de las dos medallas a las que aspiraba y ha visto roto su dominio en las paralelas, que se remontaba a 1996, y Andrea Raducan, la campeona ol¨ªmpica despose¨ªda de su t¨ªtulo por dopaje, se ha despedido del deporte sin poder llegar a la final de barra.
La gran sorpresa la ha dado el equipo estadounidense. Compuesto por cuatro gimnastas desconocidas y de escasa experiencia, se lleva a casa dos medallas de oro: Ashley Postell -en barra- y Courtney Kupets -en paralelas-.
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