El timador timado
Marcos le pidi¨® el bal¨®n a Palermo, y ¨¦ste pic¨®; cinco minutos despu¨¦s, el argentino le devolvi¨® el enga?¨® al rival: recibi¨® su pase y marc¨® gol
Al cuarto de hora de comenzar, bajo la lluvia, el partido entre el Mallorca y el Villarreal se oy¨® el chasquido de una lengua. Una llamada en el ¨¢rea del equipo castellonense entre la marejada de jugadores. Era Marcos, centrocampista balear, que le ped¨ªa la pelota a Palermo, su rival, tratando de confundirle. Un defensa del equipo levantino despej¨® y la acci¨®n acab¨® en un enga?o sin consecuencias. Cinco minutos despu¨¦s el argentino, aprendida la triqui?uela, le devolvi¨® la jugada: "?Aqu¨ª, aqu¨ª!". Y Marcos, un experto en la academia del f¨²tbol, cay¨® en su propia trampa. El isle?o cedi¨® el bal¨®n atr¨¢s a Palermo y el argentino, aprovechando el ins¨®lito pase al hueco, marc¨®, lo que no hac¨ªa en Liga desde el 5 de mayo.
"Anot¨® la matr¨ªcula. Si yo no se lo intento hacer un poco antes a lo mejor no se le ocurre devolverme la jugada", dice Marcos con la tranquilidad filos¨®fica del que es perro viejo en el oficio. "Es una an¨¦cdota. Importante cuando te pasa y nada m¨¢s, despu¨¦s hay que olvidarlo", insiste Marcos con resignaci¨®n. La misma con la que analiz¨® la jugada su t¨¦cnico, Gregorio Manzano: "Este es un juego de pillos". "Es una cualidad ser listo en el campo, siempre que no hagas da?o y el ¨¢rbitro no te sorprenda...", subraya Marcos, fiel a su manera de entender su profesi¨®n.
Lo ¨²ltimo que esperaba Marcos, que ha disputado 344 partidos en sus 15 campa?as en Primera, era convertirse en v¨ªctima de alg¨²n trilero del c¨¦sped. Conocido en el mundo del f¨²tbol por su experiencia, Marcos confiesa su desconcierto: "Te crees que controlas todos los trucos y de repente aparece uno m¨¢s vivo que t¨²".
El veterano centrocampista explica que ese tipo de argucia, la de pedir la pelota a un rival, "no es muy com¨²n" y que, sobre todo, casi nunca funciona: "Generalmente intuyes que no es un compa?ero". Pero cuando el truco sale "es muy dif¨ªcil evitarlo, porque pasa tan deprisa que los compa?eros no te pueden avisar". Marcos considera que la jugada fue una fatalidad. "Igual que si vas a despejar con todas tus fuerzas en carrera y te metes un gol", sostiene. Confundir a un rival pidi¨¦ndole el bal¨®n est¨¢ castigado con falta.
El volante mallorqu¨ªn revela que entre los jugadores todos se conocen y que tiene controlados a "algunos" de los que son m¨¢s vivos. Aunque con cierta sorna reconoce: "Tampoco llevamos un estudio de mercado con todas las caracter¨ªsticas de todos los futbolistas".
En su club, el Mallorca, que finalmente empat¨® el partido a un gol, no sent¨® muy bien el arranque de sinceridad de Marcos admitiendo que ¨¦l hab¨ªa tratado de enga?ar a Palermo previamente. "Ni s¨¦ c¨®mo sent¨® en la entidad, ni me preocupa. Son cosas que pasan y ya est¨¢. Es mala suerte. Lo que no puedo es ser un mentiroso o un hip¨®crita".
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