300 meteoritos explotaron en la atm¨®sfera en los ¨²ltimos ocho a?os

Unos trescientos trozos de cometas o asteroides de entre un metro y pocas decenas de metros de di¨¢metro impactaron en la Tierra en los ¨²ltimos ocho a?os, seg¨²n los datos obtenidos por cient¨ªficos canadienses a partir de los destellos observados durante este tiempo por la nueva red de sat¨¦lites militares que vigilan para que no se produzcan explosiones nucleares clandestinas. Es la primera vez que se dispone de datos estad¨ªsticos sobre la llegada de estos peque?os trozos remanentes de la formaci¨®n del sistema solar que, por su tama?o, explotan en la atm¨®sfera al acercarse a la Tierra a gran velocidad, pero son capaces de producir los enormes efectos destructivos que se observaron en Tunguska (Siberia) tras uno de estos impactos en 1908, cuya energ¨ªa equivalente se calcula en 10 megatones.

Hasta ahora se estimaba que se produce un impacto de esta energ¨ªa cada doscientos o trescientos a?os, pero los nuevos datos que public¨® la pasada semana la revista Nature son m¨¢s tranquilizadores y ahora la media ha bajado a un impacto cada mil a?os. Para objetos mucho m¨¢s peque?os, de cinco kilotones de energ¨ªa equivalente, la media es de uno cada a?o, mientras que es de uno cada 10 a?os para objetos de unos 50 kilotones.

Este trabajo "ha relacionado las ¨¢reas de meteoritos, asteroides y cometas en astronom¨ªa de forma que se demuestra que no son meramente primos lejanos", se?ala Robert Jedicke, de la Universidad de Arizona, en un art¨ªculo que comenta los nuevos datos aportados por un equipo de la Universidad de Ontario Occidental, dirigido por Peter Brown.

Para la lluvia de restos de la formaci¨®n del sistema solar que la Tierra atraviesa constantemente, los cient¨ªficos establecen tres grandes categor¨ªas. Los restos muy peque?os (de menos de un metro de di¨¢metro) procedentes del choque de asteroides en el cintur¨®n existente entre los planetas Marte y J¨²piter y de la cola de cometas que se acercan al Sol caen carbonizados a la Tierra sin causar da?o. Son del tipo de las llamadas estrellas fugaces y suponen en total una lluvia de varias toneladas diarias, y se observan de forma regular con radar y c¨¢maras fotogr¨¢ficas.

Los restos m¨¢s grandes son del tipo de los llamados ¨²ltimamente "asteroides asesinos". Su tama?o causar¨ªa una cat¨¢strofe en la Tierra en caso de impacto. Son los que se est¨¢n detectando y clasificando actualmente mediante telescopios con el fin de que el archivo permita, en su caso, avisar del riesgo de impacto catastr¨®fico con tiempo. Hasta ahora, recuerda Jedicke, se estiman en m¨¢s de mil los asteroides y cometas de m¨¢s de un kil¨®metro de di¨¢metro que pasan cerca de la Tierra, y se cree que existe el riesgo de que uno de ellos choque contra el planeta en el pr¨®ximo mill¨®n de a?os.

Finalmente, est¨¢n los peque?os cuerpos de tama?o medio, de m¨¢s de un metro de di¨¢metro. No se pueden detectar con telescopios y son tan pocos que resulta dif¨ªcil observarlos directamente; sin embargo, producen meteoros o destellos al entrar en la atm¨®sfera terrestre a gran velocidad, y estos destellos son localizados rutinariamente por los sat¨¦lites militares destinados a captar explosiones nucleares clandestinas. Brown ha conseguido acceso a los datos de estos destellos y los ha analizado para, a partir de ah¨ª, deducir la energ¨ªa y el tama?o de los objetos. Lo m¨¢s interesante es que sus n¨²meros casan bien con los de otras observaciones y se mantiene la misma distribuci¨®n (relaci¨®n n¨²mero y energ¨ªa) en todo el rango de tama?os.