Albelda arremete contra el ¨¢rbitro
Gilles Veissiere, ¨¢rbitro del encuentro, se cubri¨® de gloria. Ocurri¨® en la segunda parte, a los diez minutos. Trabelsi zancadille¨® fuera del ¨¢rea a Baraja cuando ¨¦ste conduc¨ªa la pelota. El medio valencianista cay¨® sin que el colegiado franc¨¦s se?alara la falta. La pelota sigui¨® rodando hasta entrar en el ¨¢rea. Entonces, a Bergdolmo s¨®lo se le ocurri¨®, convencido de que la acci¨®n de su compa?ero era falta, coger le pelota con las manos. Penalti. No para Veissiere, que para sorpresa y enojo de los jugadores valencianistas, ?pit¨® la falta de Trabelsi!
"El ¨¢rbitro careci¨® de personalidad. Es lo m¨ªnimo que se le puede pedir", afirm¨® Albelda, quien calific¨® la actuaci¨®n arbitral de "lamentable". "Si hablo m¨¢s de la cuenta me arriesgo a ser sancionado por la UEFA. Entonces, ?qu¨¦ toca?: salir y decir que todo est¨¢ bien", concluy¨® el centrocampista del Valencia, quien le recrimin¨® al ¨¢rbitro con insistencia su decisi¨®n durante el encuentro. En vano. Veissiere ni se inmut¨®.
La otra pifia del partido lleg¨® de la mano de Carew. Corr¨ªa el primer minuto y el gigant¨®n noruego del Valencia se encontr¨® en el primer minuto solo ante la porter¨ªa. All¨ª no estaba Didulica, el meta del Ajax. All¨ª no hab¨ªa nadie. La grada contuvo el aliento. Un simple golpeo al bal¨®n con el interior bastaba, un toque sutil. El gol estaba cantado. Pero Carew envi¨® el bal¨®n a la grada.
De Carew se esperaba esta temporada cualquier cosa. Cualquier cosa buena atendiendo a la ostensible mejor¨ªa que ha experimentado el mocet¨®n noruego.
Cuenta Carew que el pasado verano se esmer¨® en todos los aspectos. Para mejorar su condici¨®n f¨ªsica se entren¨® con atletas noruegos de velocidad: es capaz de correr los 100 metros en algo menos de 11 segundos. Ya en pretemporada puso todo el inter¨¦s del mundo en atender a las instrucciones del t¨¦cnico Rafa Ben¨ªtez. Carew no perdi¨® ripio. Carew quer¨ªa desquitarse esta temporada, centrarse en el f¨²tbol, renunciar a la noche, dejar de aparecer en las revistas junto a chicas despampanantes. Quer¨ªa reencontrarse con su mejor versi¨®n. Y lo hab¨ªa conseguido. Hasta que ayer brot¨® de nuevo el Carew torp¨®n y atropellado, compitiendo en pifias con el ¨¢rbitro.
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