En busca de Klee

La exposici¨®n Ramiro Tapia. A?os 50 exhibe 52 obras de este artista, nacido incidentalmente en Santander el a?o 1931, aunque de origen salmantino y residencia madrile?a. De entrada, hay que saludar como un acierto esta iniciativa de la galer¨ªa Guillermo de Osma, que sigue demostrando as¨ª su selectivo criterio para destacar episodios y personalidades del arte del siglo XX.

Aunque Ramiro Tapia haya compatibilizado su labor pict¨®rica con la del dise?o industrial y la decoraci¨®n arquitect¨®nica, en lo que fue un pionero en nuestro pa¨ªs, y haya rehuido las algarab¨ªas promocionales, no se trata tanto de que, a estas alturas, haya que reivindicar su valor art¨ªstico, como de precisar, en efecto, la importancia de su papel en una de las d¨¦cadas m¨¢s interesantes y feraces de la vanguardia espa?ola tras la guerra civil, la de los a?os cincuenta del pasado siglo, tal y como ha sido hecho en la muestra que comentamos.

A comienzos de dicha d¨¦

cada, con apenas veintipocos a?os, Ramiro Tapia desarroll¨® una obra pict¨®rica en perfecta sinton¨ªa con el esp¨ªritu vanguardista internacional, que, por aquel entonces, estaba fascinado con la figura de Paul Klee. No fue el ¨²nico en hacerlo en nuestro pa¨ªs por aquellas fechas, donde los mejores se adentraron en el informalismo de la mano de un Klee visto en clave surrealista, pero probablemente fue uno de sus m¨¢s inteligentes y delicados int¨¦rpretes, adem¨¢s de haber sido tambi¨¦n quien supo sacarle un mejor y m¨¢s vers¨¢til provecho. Por otra parte, a diferencia de otros j¨®venes creadores de su generaci¨®n, que, muy pronto, se lanzaron por los caminos del informalismo y del expresionismo, Tapia se mantuvo fiel, durante toda la d¨¦cada, al universo de Klee, si bien, al final de la misma, dio m¨¢s relevancia al empaste pict¨®rico e hizo formas m¨¢s geom¨¦tricas y monumentales, todo lo cual le sirvi¨® como base al que fue su posterior estilo de arquitecturas fant¨¢sticas.

La claridad y el refinamiento con que Tapia conceb¨ªa su universo m¨¢gico atrajo a Willi Wakonnigg (1914-2000), artista tambi¨¦n y fundador de la prestigiosa firma Gast¨®n y Daniela. De la colaboraci¨®n entre ambos surgieron dise?os, cuya modernidad y audacia no ten¨ªan parang¨®n en la Espa?a de entonces y que hoy nos siguen asombrando. De todas formas, el fundamento y la clave de todo ello est¨¢ en esta pintura de Tapia de los a?os cincuenta, que no s¨®lo no ha "envejecido" con el paso del tiempo, sino que quiz¨¢ hoy somos m¨¢s capaces de apreciar en su fragancia y sutileza.