Los grupos paramilitares anuncian un cese de las hostilidades en Colombia

"Aplaudo todo paso a favor de la paz; ¨¦ste es un buen anuncio", dijo ayer a este peri¨®dico el senador de izquierda Carlos Gaviria al referirse al anuncio de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) de un "cese total de hostilidades", a partir de ma?ana. Este grupo armado paramilitar, se?alado como el mayor violador de derechos humanos en Colombia, afirma as¨ª su disposici¨®n de iniciar de "inmediato un di¨¢logo" con la mediaci¨®n de la Iglesia cat¨®lica y participaci¨®n de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA) y la ONU. A Unicef se le pide que acoja de inmediato a los menores de edad que hay en sus filas, y a ACNUR que contribuya al retorno de los desplazados: m¨¢s de dos millones de desterrados.

En una carta dirigida al Gobierno y difundida a trav¨¦s de su p¨¢gina en Internet, esta organizaci¨®n de m¨¢s de 10.000 hombres en armas, que se financian en gran parte del narcotr¨¢fico, exigen, entre otras, el sostenimiento de sus tropas durante la negociaci¨®n y la defensa y protecci¨®n de las poblaciones que tienen bajo su control. Estas zonas, "liberadas por las autodefensas de la intimidaci¨®n subversiva", ser¨¢n "entregadas" al Estado, que debe asumir "sin dilaciones y contando con nuestra participaci¨®n c¨ªvica y democr¨¢tica", su defensa y protecci¨®n.

La Iglesia facilit¨® este acercamiento entre paramilitares y Gobierno. A comienzos de octubre, cinco obispos se reunieron con sus l¨ªderes y, a mediados de este mes, se produjo el encuentro del alto comisionado para la Paz del Gobierno, Luis Carlos Restrepo, con varios comandantes paramilitares.

En la Declaraci¨®n por la paz en Colombia, como titularon la carta dirigida al Gobierno, insisten en su reconocimiento como actores del conflicto armado y pol¨ªtico del pa¨ªs. "Analizados de manera objetiva y con necesaria perspectiva hist¨®rica, no caben dudas de que todos nuestros actos han sido acciones de tipo pol¨ªtico", afirman.

El senador Carlos Gaviria siente un solo temor: que el proceso tome un rumbo equivocado y lleve a la legalizaci¨®n de estos grupos. "Este pa¨ªs tan deshecho no se puede reconstruir en base a la impunidad". Sin embargo, cree que la existencia de esa posibilidad "no es argumento para matar este embri¨®n que puede dar buenos resultados". Por esto pide a la opini¨®n nacional e internacional mantener un riguroso seguimiento al proceso.