"La ciencia ficci¨®n es a la sociedad lo que la imaginaci¨®n a la persona", afirma Vernor Vinge
El escritor, una de las figuras actuales del g¨¦nero, entreg¨® en Barcelona los premios UPC
El milagro renovado de la ciencia ficci¨®n estriba en que uno afronte una novela que transcurre en el a?o 10000 en un mundo habitado por ara?as inteligentes en ¨®rbita de un sol que se enciende y se apaga, y que a las veinte p¨¢ginas se sienta como en casa. As¨ª ocurre con Un abismo en el cielo (Ediciones B), la nueva novela del estadounidense Vernor Vinge, una de las figuras del g¨¦nero, que ha visitado Barcelona para entregar el premio que otorga la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a (UPC). "La ciencia ficci¨®n es a la sociedad lo que la imaginaci¨®n a la persona", afirma.
Vinge (Waukesha, Wisconsin, 1944) es autor de novelas como La guerra de la paz, Naufragio en el tiempo real o Un fuego sobre el abismo y un habitual en la lista de premios de prestigio como los Hugo, Nebula y John W. Campbell. En Un abismo en el cielo, que Vinge define como un Men in black al rev¨¦s, la humanidad s¨®lo ha encontrado tres especies inteligentes en ocho mil a?os de viaje espacial. ?Tan lentas van a ir las cosas? "?Puede ser incluso m¨¢s lento!", r¨ªe el escritor; "ahora mismo no tenemos evidencias, excepto negativas, de que haya nadie en el espacio exterior".
Un abismo en el cielo, con ese planeta sometido a apagones peri¨®dicos que sumen toda la vida en la muerte o el letargo, tiene un tono melanc¨®lico. ?Por qu¨¦ tantas grandes novelas de ciencia ficci¨®n son tristes? "Quiz¨¢ sea efecto de la dificultad de ver el futuro; en todo caso, es m¨¢s f¨¢cil escribir una historia profunda si adem¨¢s es oscura". ?Y no tiene que ver con un cierto pesimismo del g¨¦nero? "La ciencia ficci¨®n describe generalmente cambios extremos, y eso tiene un aspecto crepuscular, de fin de ¨¦poca. Pero yo no creo que sea pesimismo". Para Vinge, uno de los problemas que va a a deparar el futuro inmediato, y al que est¨¢ dedicada la novela que escribe, es la dificultad de la ense?anza en un mundo en el que que los j¨®venes tendr¨¢n acceso instant¨¢neo a toda la informaci¨®n.
De la moda Philip K. Dick en el cine, con numerosas pel¨ªculas -entre ellas de Spielberg- basadas en sus relatos, Vinge opina: "Es motivo de especulaci¨®n entre los autores de ciencia ficci¨®n ese sorprendente ¨¦xito de Dick en la gran pantalla. Escribi¨® muchas historias, sobre todo cortas, y ese tama?o encaja con la forma en que muchos cineastas trabajan, creando a partir de un fuerte n¨²cleo central, una idea".
Vinge, profesor de inform¨¢tica, tiene fama entre los aficionados de utilizar rigurosamente la ciencia en sus novelas. ?Tiene eso sentido cuando se refiere uno a hechos de dentro de miles de a?os? "Soy cuidadoso, pero no de manera obsesiva. En todo caso, trato de ser preciso al hablar de hechos f¨ªsicos; es importante explicar c¨®mo se comporta el hierro en estado fluido si haces una historia sobre ello. Por otro lado, siempre he encontrado odioso ese poema de Walt Whitman en el que abandona un congreso de astronom¨ªa para ver, fuera, tumbado, las estrellas y su hermosura. Es precisamente gracias a los astr¨®nomos que conocemos mejor la belleza de las estrellas. No me parece un logro menor de la ciencia ficci¨®n haber conseguido reclutar a generaciones de j¨®venes para la ciencia".
Para Vinge, el g¨¦nero tiene otros muchos valores. "El del entretenimiento, que no es trivial. Y la capacidad de considerar posibilidades y escenarios del futuro. La ciencia ficci¨®n es a la sociedad lo que la imaginaci¨®n a la persona".
Vinge no cree que la ciencia ficci¨®n norteamericana se haya vuelto m¨¢s de derechas tras el 11-S: "El g¨¦nero siempre refleja distintas actitudes de la sociedad y as¨ª es ahora".
Entre las ideas que m¨¢s interesan a Vinge est¨¢ la de la m¨¢quina superinteligente, capaz de crear indefinidamente otras m¨¢s inteligentes. ?Llevar¨¢ eso a un futuro tipo Terminator? "Es una posibilidad real", apunta muy serio. "La ¨²nica manera de eliminar los riesgos es rechazar la tecnolog¨ªa. Y eso no es muy propio de la humanidad".
Babelia
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