Los sindicatos en el consejo de Babcock desconf¨ªan y no firmar¨¢n las cuentas
El 25 de noviembre pasado, el director general de Babcock Borsig Espa?a, Enrique Palomino, anunciaba para el pr¨®ximo d¨ªa 12 un consejo de administraci¨®n de la empresa, el tercero desde su privatizaci¨®n, en octubre de 2001. Pese a la buenas intenciones de la direcci¨®n de la firma, el consejo se va a topar con la negativa de los dos representantes sindicales, CC OO y UGT, a firmar las cuentas del pasado a?o y las de este ejercicio. Las centrales protestan as¨ª por la falta de informaci¨®n en la gesti¨®n que consideran que han tenido durante el ¨²ltimo a?os y medio y por la mala marcha de la empresa tras su privatizaci¨®n.
La falta de confianza de los sindicatos se traduce en su rechazo a firmar las cuentas. No saben a¨²n c¨®mo van a hacer patente su negativa y dudan si ser¨¢ necesario dejar constancia notarial de su postura. Pero esta falta de confianza les lleva tambi¨¦n a cuestionar la capacidad de encontrar un nuevos socio por parte de la Sepi (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) y de los accionistas alemanes (Babcock Borsig) debido a la fuerte crisis del sector de bienes de equipo.
Los sindicatos no se f¨ªan y creen que el nuevo hombre fuerte de la empresa est¨¢ haciendo una gran esfuerzo y que tiene entusiasmo, pero no se quieren pillar de nuevo los dedos. Hace un a?o, la privatizaci¨®n de Babcock & Wilcox se cerr¨® con una sorpresa sobre los planes iniciales. Lo esperado era que ganara el concurso la estadounidense McDermott y en una semana se lo adjudic¨® la firma alemana. En el proceso de crisis y privatizaci¨®n quedaron 1.274,15 millones de euros de dinero p¨²blico y se salvaron 673 trabajadores. Pero el proceso se cerr¨® en falso. La suspensi¨®n de pagos del nuevo propietario ha paralizado la transferencia de tecnolog¨ªa y ha dejado a la planta de Galindo a la b¨²squeda de un nuevo socio.
La sociedad estatal se convertido otra vez, de hecho, en una especie de accionista de referencia. Los alemanes han dicho que no cuentan con la firma espa?ola en su proceso de salvaci¨®n, pero que van a facilitar su venta. As¨ª, ya no le transfieren tecnolog¨ªa salvo en el caso de un contrato puntual. De hecho, la ¨²nica tecnolog¨ªa que tienen en exclusiva mundial, heredada de su socio, es la de gasificaci¨®n de carb¨®n de Shell. La Sepi, que es quien est¨¢ avalando los dos contratos que con esta tecnolog¨ªa Babcock ha firmado en China por importe de 30 millonesde euros, quiere encontrar un socio a lo largo del pr¨®ximo ejercicio. En todo caso, los contratos con China y la opci¨®n por otros dos similares ha tranquilizado bastante a la plantilla de la planta de Galindo, que ve que por el momento existe una carga de trabajo.
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